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Me sentí condecorado por Pinochet cuando me quitó la nacionalidad

Me sentí condecorado por Pinochet cuando me quitó la nacionalidad General (R) de la Fach Sergio Poblete, compañero de armas del padre de Michelle Bachelet:
“Me sentí condecorado por Pinochet cuando me quitó la nacionalidad”

Sergio Poblete, general (R) de la FACH, recibió con sorpresa y alegría la invitación especial que le llegó, vía consular, a su casa a Bélgica para asistir a la asunción presidencial de Michelle Bachelet, la hija del compañero de armas que vio morir hace más de 30 años 

Acusado de promover la sedición, fue condenado por la FACH a 10 años de cárcel, conmutados por extrañamiento. Desde mediados de los ‘70 vive en Bélgica, donde supo que la dictadura le revocó su calidad de chileno por “antipatriota”. Amigo del general Alberto Bachelet, volverá al país para asistir al cambio presidencial. A continuación, la historia de este invitado de honor.
 

www.lanación.cl    Por Francisco Ramírez
 

El general (R) Sergio Poblete Garcés es un ícono viviente de la defensa de los derechos humanos. Denunció a nivel mundial los abusos cometidos por la dictadura y por ello se le privó de la nacionalidad mediante un decreto supremo de 1977.
Lleva tres décadas viviendo en la ciudad de Lieja, Bélgica. A sus 85 años, recibió con sorpresa la invitación formal que se le entregó vía consular para venir al cambio de mando presidencial del 11 de marzo en que asumirá Michelle Bachelet. Mientras conversa con La Nación, afina los preparativos para viajar a mediados de semana junto a su hija.
Poblete acompañó en el momento de su muerte al general Bachelet a comienzos del ‘74. Le recuerda con aprecio, al igual que a su esposa, Angela Jeria, y su hija Michelle. “Desde ya, le envío un saludo leal y afectuoso, como amigo y camarada de su padre. Le presento mis respetos y le deseo éxito para un gobierno que me llena de esperanzas”.
- Su visita se registra cuando comienza un cuarto Gobierno democrático. ¿Cómo imagina este país que no ve desde los años más cruentos de la dictadura?
- Después de treinta años al fin puedo volver al país como chileno. Fui al país para el plebiscito del ’88, pero como se me había quitado la nacionalidad lo hice con un pasaporte que me otorgó la Organización de Naciones Unidas (ONU) y otro el gobierno belga. No pude votar por razones obvias, pero colaboré como pude en el triunfo del No. Recuerdo un país con gente entusiasmada por derrotar a Pinochet. Ha pasado mucho tiempo. Si bien no conozco el Chile actual, estoy completamente enterado de todo lo que sucede allá, pierda cuidado...
- Un camarada de armas suyo, también encarcelado y procesado por la Fach, el capitán Raúl Vergara, asumirá como subsecretario de Aviación. ¿De qué manera su designación contribuye a profundizar el contacto generacional en esta rama castrense?
- Vergara es un hombre con los pantalones bien puestos. Sin duda, tomará las medidas precisas para un mejor desarrollo de la Fuerza Aérea. Me produce una enorme alegría su nombramiento, que reconoce su capacidad militar, profesional y humana. Todos quienes le conocimos en los momentos duros debemos estar contentos. Le deseo muy buena suerte.
- ¿Qué espera del reencuentro con sus viejos camaradas?
- Me da gran felicidad. He esperado mucho para reunirme con ellos, a quienes respeto por haber sido leales a su juramento de soldados democráticos y respetuosos de las autoridades legalmente constituidas, a diferencia de quienes dieron un golpe de Estado para sacar provecho.
 

PINOCHET NO FUE EL UNICO
 

- En su paso por la Academia de Guerra Aérea (AGA) fue torturado y humillado por subalternos, entre ellos el fiscal de Aviación, Orlando Gutiérrez. ¿Es efectivo que le indicó que recibía “órdenes superiores”; vale decir, de Pinochet?
- Así fue. Me lo dijo, pero sin mayores explicaciones, satisfecho con la misión que le habían asignado. Ello pese a haber sido mi subalterno, como muchos torturadores de la AGA, enloquecidos por el poder y la facultad de aplicar técnicas que no habían podido ejecutar.
- En el exilio dio a conocer internacionalmente lo que sucedía en Chile, argumento usado por el Gobierno para privarle de la nacionalidad. ¿Cómo recibió tal resolución?
- Realicé múltiples gestiones ante diversos organismos, entre ellos la ONU, testificando ante la Comisión de Derechos del Hombre. Denuncié mi caso y el de todos los chilenos reprimidos brutalmente por los militares. Y aunque pueda extrañar, me consideré condecorado por Pinochet cuando me quitó la nacionalidad mediante un decreto Supremo que reconocía mi trabajo contra su régimen militar fascista.
-El octogenario militar no es sólo investigado por violaciones a los derechos humanos, sino también por delitos económicos en el caso Riggs. ¿Le sorprendió esta faceta de su accionar?
-Es que el dictador Pinochet -llamémoslo por su nombre- se aprovechó de las franquicias que se otorgó para “chuparle la sangre” al pueblo chileno en beneficio personal y de su familia. Pero no fue el único. Muchos disfrutaron de estafas y regalías, entre ellos, embajadores, agregados militares y jefes de servicio en el extranjero, aún no investigados por la justicia, que espero le devuelva al pueblo parte de lo que le robaron militares y civiles, pues hubo sinvergüenzas en ambos bandos.
-El ministro Secretario General de Gobierno Osvaldo Puccio sostuvo que durante 17 años las Fuerzas Armadas se formaron con valores “distantes del honor militar y la fortaleza moral”. ¿Comparte tal juicio?
- Completamente. Deshonraron a toda la institucionalidad y al país mismo, mediante una política de represión, caracterizada por asesinatos, tortura y otros delitos, con facciones civiles aliadas como el movimiento Patria y Libertad.
- Michelle Bachelet planteó que en su Gobierno “no habrá olvido” al conmemorar al dirigente sindical Tucapel Jiménez. ¿Qué espera del futuro Gobierno en materia de justicia y reparación de las violaciones de los derechos humanos?
- No sólo espero, estoy seguro de que la Presidenta Bachelet, hija de un amigo general que falleció en la Cárcel Pública en una celda conjunta a la mía, sólo quiere que la Justicia actúe. Es una mujer capaz, valiosa e inteligente, con una decencia que es la mejor garantía de que así sucederá. LN

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