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¿Cuánto sabes de dictadores?

¿Cuánto sabes de dictadores? Malos de verdad, antisociales y diabólicos. Como en la pegajosa canción de una serie infantil de los ’80, el club de los dictadores más célebres del último siglo acumula una impresionante lista de salvajadas y excentricidades. Pruebe aquí cuánto conoce de ellos.

1.- Qué emperador africano solía alimentar a sus cocodrilos con la carne de sus enemigos.

2.- Cuál era el verdadero nombre del dictador camboyano Pol Pot, líder del Khemer Rojo.

3.- Cuántos pares de zapatos tenía Imelda, la esposa del dictador filipino Ferdinand Marcos.

4.- Cómo era conocida la milicia personal del haitiano François “Papa Doc” Duvalier.

5.- Qué hizo el dictador etíope Mengistu Haile Mariam con el emperador o negus etíope Haile Selassie, a quien derrocó en 1974.

6.- Qué Jefe de Estado utilizaba el título de “Presidente Eterno”.

7.- Por qué delito fue ejecutado el ex presidente iraquí Sadam Hussein.

8.- Cuál era el nombre completo del dictador español Francisco Franco.

9.- Qué Jefe de Estado rebautizó los meses de enero y abril con su propio nombre y el de su madre.

10.- Cuál era el apodo del nicaragüense Anastasio Somoza Debayle.

11.- Cómo se llamó la capital de República Dominicana durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961).

12.- Qué tienen en común el italiano Benito Mussolini y el rumano Nicolai Ceaucescu.

13.- Qué país gobernó desde 1945 y hasta 1985 Enver Hoxha.

14.-Cómo se llamaba la policía política del sha iraní Reza Pahlevi.

15.- Qué emperador africano mandó a asesinar a un centenar de niños porque éstos se negaron a usar el uniforme escolar que él mismo había diseñado.


Pobres dictadores

Por Raúl Sohr

La enfermedad profesional de los dictadores es la paranoia. No importa cuánto poder acumulen, siempre se sienten inseguros. Saben que dependen de la fuerza, que han usurpado algo que no les pertenece, y que algún día deberán rendir cuentas. Es el clásico círculo vicioso: a mayor inseguridad, más represivas son las políticas, lo que genera más rechazo y ello, a su vez, induce a más represión. Ya Aristóteles advirtió que el primer y último objetivo del tirano era quebrantar el espíritu de sus súbditos. Pero pese a las genuflexiones de sus beneficiarios y un sequito de besamanos, saben que nunca lograrán el más preciado bien del poder: la legitimidad.

La inseguridad es un sentimiento infinito, sin límites, que debe ser mitigado con una fuerza militar creciente. Pero eso no basta, pues los propios leales pueden dejar de serlo. Para ese día de la caída, que es la obsesión de todo tirano, cuando cada cual corre por su vida, es necesario contar con toda la riqueza posible. Ello explica por qué los sátrapas amasan todo el dinero que pueden acumular. A veces en cantidades exorbitantes que causan incredulidad.

En Haití, el país más pobre de América, el robo de bienes públicos fue desenfrenado por parte de la dupla, padre e hijo, integrada por Jean-Claude Duvalier, llamado también “Baby Doc”, al heredar el poder de su padre, François Duvalier, alias “Papa Doc”. Entre ambos gobernaron durante 35 años. Al ser depuesto, Baby Doc contaba con al menos 120 millones de dólares depositados en bancos internacionales. En Asia, el campeón de la corrupción fue el indonesio Suharto, que percibía un modesto sueldo de 1.764 dólares mensuales, pero, gracias a una buena consejería financiera, consiguió una fortuna que superó los 15 mil millones de dólares. A su esposa le decían “madame diez por ciento”, pues esa era la comisión que cobraba por los grandes contratos estatales. En las Filipinas, Marcos saqueó las arcas públicas hasta amasar unos tres mil millones de dólares. El premio a la sinvergüenzura, en todo caso, es para el dictador Mobutu, que gobernó y desangró Zaire durante 32 años. En uno de los países más pobres del mundo, en que la población padece todos los males imaginables, este tirano acumuló unos cuatro mil millones de dólares.

Este síndrome de la inseguridad del dictador y la necesidad compulsiva de acumular riquezas parece guardar alguna relación con la sangre derramada. Los millones de dólares robados son concebidos como una barrera para nunca tener que rendir cuentas por los crímenes cometidos.

Respuestas

1. Idi Amin Dada, de Uganda.

2. Saloth Sar.

3. Tres mil.

4. Los “Tonton Macoutes”.

5. Disolvió su cadáver en ácido y enterró los restos en el baño de su oficina.

6. Kim Il Sung, Corea del Norte.

7. Por el asesinato de 148 chiítas en la aldea de Dujail.

8. Francisco Paulino Hermenegildo Teódulo Franco Bahamonde.

9. Saparmurat Atayévich Niyazov, de Turkmenistán.

10. Tachito.

11. Ciudad Trujillo.

12. Ambos fueron fusilados junto a sus compañeras, Clara Petacci y Elena Ceaucescu.

13. Albania.

14. La Savak.

15. Jean-Bédel Bokassa, de la República Centroafricana.

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