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Constitución del 80. Ojala fuera cierto

Chile
Por Ricardo Salcedo Mettroz Argenpress.info

En una entrevista con un matutino el senador UDI, quien además encabeza su partido, manifestó su inquietud, que todos estas circunstancias socio-políticas generadas en el ultimo tiempo desde la Concertación y el Gobierno ( decenas de comisiones para los mas amplios temas ) encierran un fin ultimo, que es generar un caos tal, que permita cuestionar el fondo del sistema y se termine llamando a una “Asamblea Constituyente” que de paso a una nueva Constitución, sustituyendo a la actual, tan remendada, que tuvo sus orígenes en plena época dictatorial y que se confirmo con un plebiscito espurio en 1980.-

No estaría mal que ese fuera el fin de los acontecimientos actuales, pero me temo que el gobierno encabezado por Michelle Bachelet, no tiene, para nada en vista algo semejante y las palabras del senador, no reflejan mas que los temores recónditos de la derecha chilena, de saberse afortunada de que dicha carta magna, de plena dictadura, siga sin ser cuestionada en su esencia y solo se ha manejado en reformas tangenciales y en algunos capítulos se han alcanzado parodias como las que nos hizo al fin de su mandato el ex presidente Ricardo Lagos E., al quitar la firma de Pinochet de la Constitución original y estampar la propia, después de los últimos remedos acordados en el parlamento.-

“La nueva constitución democrática -por hacerse- debe estar vinculada a un procedimiento de la formación racional de la voluntad popular. Como es inmoral desde el punto de vista democrático imponer o aceptar una constitución forjada en un contexto dictatorial, cabe llamar a una Asamblea Constituyente, donde el poder constituyente esté conformado por todos los ciudadanos de una nación.”

Esta frase extraída de un artículo de Leopoldo Lavín Mújica ( publicado el 21 de Agosto en El Mostrador) refleja el camino correcto, desde el punto de vista democrático y de justicia y al cual se oponen los poderes facticos, que desde mucho tiempo son los verdaderos dueños de Chile.

Larrain se adelanta y teme lo peor, pero sabe que dentro de la misma Concertación el desorden e intereses son tan encontrados que difícilmente se llegue a acuerdos en este orden y que solo una situación extrema, podría poner en el tapete un paso semejante. Mientras se pueda negociar esta reforma NO se llevara a cabo.-

La presidenta planteo plebiscitar el sistema binominal y con ese toquecito (es inscontitucional su formulación) dejo en jaque todo el andamiaje legal sobre el que se rige el Chile actual. Tan profundo fue el golpe que La Moneda, mediante su vocero (Lagos hijo) tuvo que salir a cambiar el tono de lo manifestado por la mandataria para evitar roces muy fuertes en la coalición de gobierno.-

Definitivamente don Hernán Larrain, puede dormir tranquilo, al interior de la Concertación no existe el mas mínimo animo de llegar a un cambio de este nivel, es mas muchos lo ven como un paso terriblemente peligroso, como aquellos que ya tiraron por la borda el informe de Boeninger y aceptan sentarse a conversar con Piñera acerca de los cambios “cosméticos” del binominal.

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