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Un sistema electoral diseñado a la medida de los civiles que se empoderaron con la dictadura militar

Chile

Por: Gustavo M. Santa-Ana Godoy ARGENPRESS.info

La desesperación que provocó en los civiles, el Triunfo del 5 de Octubre de 1988, tuvo su efecto, la frustración enorme de aquella noche hizo que el grupo más ideologizado de la dictadura, diera su golpe de gracia para defender todos los privilegios que ilegítimamente habían logrado. No les era posible aceptar que la gran mayoría ciudadana hubiese dicho, en forma clara, firme y democrática, NO al dictador.

Con las cifras electorales en sus manos, cada mesa electoral fue acuciosamente analizada y revisada, para finamente diseñar un mapa electoral que perversamente les favoreciere, las fuerzas democráticas necesariamente tenían que ser anuladas, amarradas y muy bien amarraditas, de tal modo que con el cerrojo de una ley orgánica-constitucional, todo, absolutamente todo, quedase pétreamente inamovible. Se estudió detalladamente cada mesa electoral y cada comuna para poder configurar los 60 Distritos Electorales y las Circunscripciones Senatoriales favorables a sus mezquinos intereses, todos bajo un sistema que conocemos como “Binominal”, de tal modo que siempre se produjese un empate en los elegidos y que las minorías obtuviesen algo más de un 33,3% del electorado, y en consecuencia, que las mayorías nunca alcanzaren a doblar la votación de las minorías, la fragmentación distrital y desigual posibilitaría que los efectos de las mayorías relativas, imposibles de anular, se diluyeran en el conjunto con el establecimiento de quórum especiales e inalcanzables. El sistema en sí, aseguraría el empate y el inmovilismo político

Además, para mantener el status quo, no bastó la descarada designación de Senadores no elegidos democráticamente, ni tampoco la institucionalidad del llamado Consejo de Seguridad Nacional, , ni el denominado Tribunal Constitucional, lo importante era asegurar que las mayorías sólo podrían gobernar en la práctica con la autorización expresa de las minorías, entonces todo seguiría igual.

Muchos años después, la esperanza de la oposición política de alcanzar el Gobierno en diciembre del año pasado, y la posibilidad cierta de que el Presidente Lagos ejerciese su facultad de nombrar a los Senadores designados, e integrarse él como Senador Vitalicio, ante este temor cierto, la oposición aceptó algunas modificaciones a la Constitución Política, pero quedó pendiente la Reforma al Sistema Electoral, se indicó que no era conveniente llevarla a cabo dentro de un período en que la contienda electoral caldeaba los ánimos y que este proceso requería de un mayor y mejor análisis. Sin embargo, todos los candidatos a la Presidencia de la República coincidieron en la necesidad de avanzar en la democratización del país y de reformar el perverso sistema electoral que colocaba a los electores una verdadera camisa de fuerza

Hoy día, en que el debate nacional sobre la reforma electoral recién comienza, rasgan vestiduras los mismos que con desfachatez se niegan a las reformas y a los cambios. La UDI, derechamente manifiesta su total y absoluta oposición, escuchamos una vez más su acostumbrada monserga, que el sistema electoral vigente otorga estabilidad y gobernabilidad al país, que no se debe cambiar, que la conformación de bloques ha sido un éxito político, que todo es perfecto, pero lo que realmente oculta es que este sistema fue diseñado por ellos y para que ellos, concientes de ser siempre minorías en este país mantienen la llave del cerrojo que tuerce la voluntad soberana, ahora tratan de defender a todo costo sus privilegios, pretenden que la desigualdad social siga acrecentando las distancias monetarias entre ricos y pobres, que las Isapres y las AFP’s, que las empresas privatizadas, que los grandes consorcios sigan expoliando a la gran masa trabajadora. En otras palabras y reiterando lo anterior, que todo siga igual.

Gran escándalo porque la Presidenta de la República ha señalado que desea un gran debate nacional sobre este tema, que si no hay acuerdos posiblemente llame a un Plesbicito, de inmediato saltan las voces amenazantes que proclaman la inconstitucionalidad de tal evento, que dicho plesbicito no se encuentra estipulado en la carta fundamental del Estado, que no es vinculante, por lo tanto, no puede llevarse a cabo, etc.etc.

La verdad es que no importa que sea o nó vinculante, que no se encuentre dentro de los preceptos constitucionales como instrumento jurídico de reforma. Lo importante para la democracia es que el tema sea discutido, analizado y evaluado por la ciudadanía.

Para entender de mejor forma las implicancias de un sistema como el señalado es posible comparar, a modo de ejemplo, lo que ocurrió en la última elección parlamentaria en diciembre pasado y, lo que significarían esos mismos resultados, aplicados en un sistema electoral equitativo, proporcional y representativo.

Al considerar la Región Metropolitana como punto central del análisis, se tiene:

En esta Región hubo 3 listas de Candidatos a Diputados, eligen 32 Diputados en 16 Distritos, 2 diputados por Distrito

Lista B Concertación Democrática, con 1.302.375 sufragios válidamente emitidos,( [3]) eligió 16 Diputados: PDC: 467.402 sufragios, eligió 3 Diputados. PPD: 526.921 sufragios, eligió 9 Diputados. PS : 261.342 sufragios, eligió 3 Diputados, IND. (PPD) 46710 sufragios, eligió 1 Diputado (Tucapel Jiménez)

Lista C Juntos Podemos, con 235.715 sufragios válidamente emitidos, ( [4]) no eligió Diputados PC: 161.916 sufragios, PH : 55.860 sufragios, IND: 17.939 sufragios

Lista D Alianza, con 1.020.855 sufragios válidamente emitidos, ( [5]) eligió 16 Diputados RN: 368.824 sufragios, eligió 4 Diputados. UDI: 619.204 sufragios, eligió 11 Diputados IND: (UDI) 32.827 sufragios. eligió 1 Diputado (Alberto Cardemíl)

Resumiendo: La Concertación Democrática obtuvo un 28 % más de votos que la Alianza, pero ambas listas lograron la elección de 16 Diputados cada una. La Lista Juntos Podemos obtuvo un 9,2 % de los sufragios totales y no logró candidatos electos

Ahora bien, si se considera la Región Metropolitana como un todo, y a partir de ella se aplica un sistema electoral proporcional, representativo y equitativo, con cifras repartidoras proporcionales a la votación de las listas y de los subpactos respectivamente, se tendría el siguiente resultado:

Lista B Concertación Democrática, con 1.302.375 sufragios válidamente emitidos, elegiría nuevamente 16 Diputados. PDC, elegiría 6 Diputados. PPD, elegiría 7 Diputados. PS, elegiría 3 Diputados. IND. (PPD), no elegiría al Diputado (Tucapel Jiménez se perdería)

Lista C Juntos Podemos, con 235.715 sufragios válidamente emitidos, elegiría 3 Diputados PC, elegiría 2 Diputados. PH, elegiría 1 Diputado. IND (PC), no elegiría diputados

Lista D Alianza, con 1.020.855 sufragios válidamente emitidos, elegiría 13 Diputados RN, elegiría 5 Diputados. UDI, elegiría 8 Diputados. IND: (UDI) no elegiría Diputado (Alberto Cardemil se perdería )

Resumiendo nuevamente, se tendría los resultados que se indica:

DC ganaría 3 Diputados
PPD perdería 3 Diputados, considerando al IND-PPD
PS permanecería igual
PC ganaría 2 Diputados
PH ganaría 1 Diputado
RN ganaría 1 Diputado
UDI perdería 4 Diputados, considerando al IND-UDI

Sí este sistema proporcional, representativo y equitativo fuese aplicado a la totalidad de las regiones del país, es de imaginar los cambios políticos que podrían ocurrir en el futuro, la derecha no trepida en manifestar lo que denomina como el desmantelamiento de la institucionalidad, la pérdida de los equilibrios políticos, la pérdida de la estabilidad del Estado, y la carencia de la gobernabilidad de la Nación pero, a lo que efectivamente temen, es a la pérdida de poder que ilegítimamente han arrebato a la ciudadanía y han usufructuado gracias a la acción de los civiles que respaldaron la dictadura militar.

 

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