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Centros Chilenos en el Exterior

El olvido se olvida, la memoria jamás.

  Quizás éso pensaron los cavernarios, tratando de destruír el recuerdo y el memorial de aquellos chilenos asesinados por la barbarie pinochetista, levantado en Curacaví, ese lugar situado en plena ruta 68, entre Valparaíso y Santiago. Medio a medio de la opulencia de aquellos  que  creen ser dueños y amos de Chile.
 Con una bomba, sin duda, pensaron que podrían hacer añicos la memoria. La misma que no olvida, ni que tampoco ignora, de quienes son los autores  intelectuales y materiales de este atentado a la dignidad humana.
 Esa memoria que no ignora que en ese memorial estaba el recuerdo de esos campesinos, de esa familia casi integra, fusilados y sus cuerpos escondidos en una abandonada mina de cal, en Lonquén. Con tractores, pólvora y dinamita la dictadura trató de cubrir el crimen.
 No pudo, La memoria es y fue más fuerte y más verdad que el olvido.
 Son los  mismos que tienen miedo de enfrentarse a la historia y se escudan en el terror como único medio de defensa. Fue su base política  durante la dictadura, camuflados y cobijados detrás del dictador, hasta parecerse y ser realmente como él.
 Y ahí están. Siguen presente en  y dentro de esa derecha donde se cubren y se camuflan para protejerse. No es la heriditaria de Pinochet. Es y sigue pinochetista ,desde el 11 de septiembre, y de antes, siempre lo ha sido.
 La derecha  clasista, arrogante, pinochetista, fachista y cavernaria todavía existe. Sigue viva y siendo la misma, más ahora, que sienten el hecho que se les puede pedir y se les está pidiendo cuentas por todo lo que hicieron y han hecho en nuestro país.
 No en vano el tirano y su familia están siendo sometidos a juicio...por estafa al fisco. Y otros que pueden venir a agregársele mucho más pronto de lo que ellos mismos imaginan.
 Curacaví , sus tierras agrícolas, formaron  y fueron parte de la Reforma Agraria .Fueron tierras repartidas a los campesinos de la zona, como una manera de llevar y dar justicia social a los trabajadores del campo.
  Durante la dictadura esas tierras pasaron a manos del rebaño dictatorial, sin saberse de que modo y en que forma. Como las tierras mapuches en el sur, o los complejos madederos, figurando en manos de uno de los yernos del ex general, Julio Ponce Leroux. Entre otros "repartos".
 Allí , justamente en Curacaví ,entre sus     fideles " ovejas ",vive y está la  "exclandestina primera dama y primera ramera " de Chile, la "famosa" Patty Maldonado que junto a una tal Raquel , no la del violín de Martín, la Argandoña, le lavaban y siguen lavándole   el potito al ex dictador, con la bendición del cura "atún". Ave María purísima....
 Le derecha, es siempre la misma derecha, sea con el condimento que sea. Revanchista como ella sóla, la que se adueñó de Chile con la dictadura. La "democrática" ,áquella que floreció con la transición y que se ha puesto amenazadora después de sus derrotas de noviembre y del 15 de enero.No ha cambiado y no va cambiar. Siempre ha sido y seguirá haciendo así.
  La historia reciente de Chile, lo ha demostrado y vuelve a demostrarlo con este tipo de actitudes.
 Ojo chilenos la guerra sucia la continúan desatando. La derecha busca perpetuar, con el terror, defender sus mezquinos intereses. No se olviden compatriotas toda la trama que desataron después del 4 de septiembre de 1970, cuando ganó las elecciones el Chicho Allende, no solo asesinaron al comandante en jefe del Ejército, René Schneider, si no todo aquello que vino después ,con el golpe y la dictadura militar.
 La guerra sucia no son solo las bombas, ni de tratar de destruír  la memoria histórica y colectiva, puesto que ésta, no se olvida,ni olvida.
Es también lo que dicen, las injurias, las campañas de desprestigio y las amenazas que emanan, de áquellos, que parecieran que olvidasen lo que siempre fueron, poo más que se vistan  y se disfrazen ,con plumajes democráticos.Los hábitos nunca han hecho al monje.
  Para ello , cuentan,tienen y controlan casi la totalidad de los medios de comunicación ,adictos  que forman y hacen parte de esa campaña.
 Cavernarios recuerden, no los hemos olvidado, ni debemos de  olvidar nuestra memoria, por más que traten de cubrir  y olvidar los crímenes cometidos. La historia se hace con la verdad, no lo olviden.

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