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Centros Chilenos en el Exterior

Medio Oriente

Las actuales guerras del mossad: Iran, Hezbollah & Cia. (VI)

Por Arturo Jauretche
    
Fuente: Webislam
EL OBJETIVO ‘HEZBOLLAH’

Es necesario preguntarse en qué medida los Estados Unidos y Europa están dispuestos a dialogar con el Líbano, en particular, con respecto al movimiento Hezbollah, cuyas estructuras están vinculadas, a su modo de ver, al terrorismo. Obviamente, en esta fase de la campaña de los Estados Unidos en la región, y en espera de controlar todo Afganistán e Irak, están en una lucha diplomática y financiera contra el ‘terrorismo’ en la cual parecen tomar parte los servicios de seguridad libanéses, después de haber demostrado cooperación allí donde le fue posible, en particular congelando las cuentas vinculadas a ciertas organizaciones, aunque informaron a sus homólogos occidentales que existe una dimensión del terrorismo que son totalmente incapaces de controlar.

El Líbano hizo saber que no está en condiciones de infiltrar los campos palestinos para neutralizar posibles amenazas. Los dirigentes libanéses, garantizaron también a sus homólogos norteamericanos, así como a la ONU, en el marco de su respuesta a la Resolución 1373, que el Hezbollah no tiene ninguna actividad paramilitar fuera del territorio líbanes.

Por su parte la CIA y el Mossad expidieron conjuntamente una lista de 23 shiítas considerados como peligroso, entre los cuales figuran el Secretario General del Hezbollah, Hassan Nasrallah. Se trata, en particular, de Hassan Ezzeddine, jefe de las redes del Hezbollah en Europa, Abdul Hadi Hamade, jefe de una unidad especial, Mohamed y Ali Hamade acusados de cometer atentados, Imad Mughnie, especialista en operaciones especiales de la organización en el extranjero, Wafic Safa y Abou Hassan Fayyad, responsables de los servicios de seguridad y Hussein Moussawi que dirige al grupo Amal en el valle del Beeka.

El Hezbollah habia sido excluido por Washington de la lista de las organizaciones terroristas y de los movimientos de liberación nacional, pero fue reinscripto en esta lista negra en 2001 tras los atentados de 11 de septiembre en los Estados Unidos. Según su Secretario General, el Ayatollislam Hassan Nasrallah, "Hezbollah es la consecuencia de la invasión israelí en el Líbano en 1982". El 16 de septiembre de 1982 las organizaciones de izquierda e islamicas constituyen un frente de la resistencia nacional libanesa, rápidamente unificado por el movimiento shiíta Amal. En el origen este frente se establece en el suburbio meridional de Beirut pero poco a poco, aprovechando el vacío dejado por el Estado, se instala en el valle de Bekaa y sobre todo en el Sur del país.

Situado en la misma continuidad geográfica, el Líbano meridional forma con Palestina una misma zona cultural y económico, de ahí resulta una extrema sensibilidad de los habitantes a la tragedia de 1948 y ante la ultima invasión israelí presentaron una gran resistencia. Aunque en los medios occidentales solo se conoce esencialmente a la guerrilla shiíta, el Hezbollah es también un movimiento político con sus redes sociales y caritativas las cuales atrajo la simpatía y el apoyo de la población. El Partido de Dios así se garantizó una posicionamente desde los sectores mas bajos de la población y no por medio de una islamización directa que sería seguramente ineficaz en el Líbano.

En la cima de la organización civil de Hezbollah, se encuentra el Consejo de la Jihad, formado en los años 1990-1991. Este sector tiene un partido politico que está representado en el Parlamento por nueve diputados entre los cuales uno es sunnita y otro cristiano. Administra numerosas asociaciones de carácter social y caritativo entre las cuales se puede citar:

- La asociación El-Jarih (ayuda a los heridos y minusválidos de la guerra contra Israel) que garantiza la rehabilitación física y psicológica de los heridos y organiza su reinserción ofreciéndoles estudios o formaciones profesionales. Desde 1989, son 3000 heridos y 500 minusválidos que integran la asociacion. La asociación fabrica también las prótesis para los minusválidos por acciónes en combate.

- La asociación El Shahid (el mártir) tiene por vocación la asistencia a las familias de los miembros del Hezbollah muertos en combate y los presos de guerra. Actualmente, la asociación sostiene a 1900 familias que perciben una indemnización mensual de U$ 200, así como la escolarización de1500 niños con un coste anual y por niño de U$ 1500.

- La asociación Jihad ua Binaa, destinado a la reconstrucción o la rehabilitación de los lugares destruidos por los bombardeos israelíes.

El Hezbollah mantiene también una extensa red de escuelas, dispensarios y hospitales cuyo acceso está abierto a todas las comunidades, gratuitamente o por un precio simbólico. Una estación de radio, una cadena de televisión y una activa editorial completan el dispositivo. Un miembro de la oficina política, Ali Fayed así expresó la filosofía política de la organización: "El problema con algunos movimientos islamistas, es la ausencia de visión geopolítico del mundo contemporáneo. Estos movimientos deben aceptar la idea del pluralismo político, de la divergencia, y renunciar a transformarlo en conflictos antagónicos. Deben también abandonar el uso de la violencia en la lucha para lograrlo y evitar hundirse en la lógica de la guerra civil que amenaza la unidad de las sociedades arabe musulmanas".

El Hezbollah no proporciona las cifras de su presupuesto que han sido evaluadas por diarios libanéses de 20 a 160 millones de dólares al año. Los ingresos proceden del zakat (la limosna islamica obligatoria) y también de las subvenciones de particulares, residente o no en el Líbano y de las contribuciones de Siria e Irán.

La rama militar se considera actualmente como una de las unidades de guerrilla entre la más eficaces del mundo. La Resistencia islámica, rama militar inicial del Hezbollah, recluta en principio entre los shiítas. No se conoce su personal pero se establece entre la población y opera en comando: golpes de mano y emboscadas son su modus operandi habituales. Hassan Nasrallah explica así: "La Resistencia islámica en el Líbano no dispone de bases militares, ni de cuarteles. Llevamos las armas cuando combatimos al enemigo en las zonas ocupadas de nuestro territorio". y para demostrar bien la eficacia de los métodos empleados, él añadio que “el Hezbollah neutralizó el dispositivo - radar instalado por la sociedad israelí ELBIT, destinado a detectar las infiltraciones en zona fronteriza así como el sistema antiobús Nautilus proporcionado al Tsahal (FF.AA. israelíes) por los norteamericanos".

Cabe destacar que en 1997 se crearon las Brigadas libanesas de Defensa abiertas a todo libanés, cualquiera sea su confesión o su convicción. Según el Secretario General Nasrallah, el reclutamiento de estas brigadas habría superado lo esperado y su personal seria de alrededor de 2000 combatientes. Del 14 de marzo de 1998 al 9 de marzo de 1999, estas brigadas habrían participado en 84 confrontaciones con el Tsahal pero parece que habrian actuado en apoyo de los comandos de la Resistencia.

Por su parte, dado que aún no se juzgó debidamente su capacidad, se puede decir que los servicios de información del Hezbollah resultan muy temibles. El contraespionaje permitió desmontar redes israelíes o pro israelíes cuyos miembros fueron sometidos a la justicia militar del Estado. La infiltración de Israel se muestra también eficaz como se viera en el asunto de Ansariyah dónde se esperaba por información de inteligencia, a un comando israelí infiltrado que ingreso desde el mar. Estos servicios colaboran con los servicios oficiales libanéses, sean civiles o militares.

Al Hezbollah se lo sindica como un brazo de Siria e Irán. Su alianza con Damasco y Teherán resulta de la conjunción de dos objetivos: el rechazo al sionismo y la credibilidad que adquirió en su lucha armada contra sus adversarios. El Hezbollah mantiene también una posicion sobre la política regional e internacional. A nivel exterior, Mohamed Fadlallah, líder espiritual del grupo se expresa así por lo que se refiere a Irak: "Pensamos que los países árabes habrían podido reducir el bloqueo y ejercer presiones al efecto de favorecer una solución realista de la crisis". Sus ideas políticas sobre la reconstruccion del Líbano: "No me muestro ni optimista, ni pesimista. Soy más bien realista. En cualquier caso, el principio de la operación de saneamiento es prometedor; queda por saber si todas las partes apoyarán el nuevo régimen o le pondrán palos en la rueda”.

A pesar de la destrucción de las infraestructuras libanesas y el desplazamiento de más 600.000 libaneses, el apoyo a la resistencia del Hezbollah crece en el país. Se debe recordar que esta organización tiene 23 de las 128 bancas que cuenta el Parlamento libanés, así como algunas carteras del Gobierno; dirige numeras organzaciones sociales y escuelas, y goza de una amplia red de apoyo a través del país. Se afianzan firmemente al Hezbollah los shiítas, que representan un 80% de la población del sur del Libano y un 40% de la población libanesa total. Segun fuentes libanesas, el Hezbollah tiene los medios para movilizar a más de 100.000 combatientes. Una personalidad política libanesa da esta imagen: "Su dirigente, Hassan Nasrallah, ya ha demostrado en sucesivas ocasiones el año pasado que era capaz de movilizar un millón de personas en la calle en manifestaciones de apoyo". Aunque ampliamente inferior a la de Israel, la potencia militar del Hezbollah sorprendió a los propios israelíes.

Como lo declaró el Presidente libanés Emile Lahoud en una entrevista a la CNN el 22 julio del 2006, en caso de invasión del territorio libanés por los israelíes, el ejército libanés se movilizará junto con el Hezbollah. Declaró también que el Hezbollah solo liberaría a los dos soldados israelíes capturados en el marco de un intercambio de presos.

En este contexto surgieron denuncias de asesinatos organizados por el Mossad israeli. El 17 de junio, el Primer Ministro libanés Faoud Siniora anunció que su Gobierno iba a presentar una denuncia contra Israel en el Consejo de Seguridad por "actos de agresión". No obstante, como lo informó la agencia de prensa libanesa AL Manar, seguido por el diario alemán Junge Welt, los Estados Unidos y Francia consigueron bloquear esta acción. Esta denuncia afirma que el jefe del Mossad, Meir Dagan, había reclutado personalmente equipos de asesinos para conducir atentados con coche bomba y asesinatos en el Líbano. Estas acciones incluyen el asesinato de Ali Hassan Diebs el 16 de agosto de 1999, el asesinato de Yihad Ahmad Jibril (los hijos de Ahmad Jibril, dirigente del PFLP) el 20 de mayo de 2002, el asesinato de un político del Hezbollah, Ali Saleh, el 2 de agosto de 2003, y la ejecución del líder de la Yihad, Mahmoud Majzoub, el 26 de mayo de 2006.

El 13 de junio, un comunicado del ejército libanés indicaba: "el ejército detuvo a una célula terrorista que trabajaba para el Mossad israelí", precisando que los sospechosos reconocieron haber participado en los asesinatos mencionados anteriormente. El 22 de julio, el diario libanés As Safir revelaba que la inteligencia militar libanesa había descubierto otra operación de espionaje israelí, aún más sofisticado que la anterior. Esta red disponía de instrumentos de comunicación que le permitían indicar a los aviones de guerra israelíes, las bases del Hezbollah situadas al sur de Beirut. El embajador americano en Beirut, Jeffrey Feltman, ejerció presión sobre el Gobierno libanés, amenazando "con poner fin a la historia de amor entre los Estados Unidos y el Líbano" y con parar la ayuda financiera y militar, si Siniora presentaba su denuncia en el Consejo de Seguridad. Según el Junge Welt, el Ministerio de Asuntos Exteriores libanés confirmó esta forma de chantaje el 11 de julio.

Feltman también pidió al Libano no extender el campo de sus investigaciones, probablemente para proteger a personalidades políticas libanesas que podrian estar implicadas. Pero el ministro libanés de Asuntos Exteriores, Fawzi Salloukh, destacó que "Beirut va a exigir una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas". Según fuentes libanesas, el ministro de Asuntos Exteriores se comprometió a proseguir el asunto. Parece que el Presidente Lahoud queria presentar los resultados de estas investigaciones a la persona designada por las Naciones Unidas, Serge Brammertz, que se encarga del expediente Hariri. Los israelíes vendrían así a incorporarse a la lista de los sospechosos de este atentado que desencadenó la desestabilización del país.

LA ESTRATEGIA MILITAR CONTRA IRAN

El Pentágono recientemente efectuó simulacros de ataque norteamericano a las instalaciones nucleares de Irán, con juegos de guerra que incluían también una invasión terrestre. La operación proyectada se articularía así en tres fases: a) bombardeos aéreos sobre los elementos del orden de Teherán, y, en particular, las bases de los Guardias de la Revolución; b) bombardeos aéreos en los centros vinculados a los programas nucleares y de misiles iraníes, y también biológicos y químicos; c) luego ofensiva terrestre destinada a operar un cambio de régimen. Este anuncio no debe confundirse con una decisión estratégica: se practican algunos juegos de guerra que incluyen a miembros del Departamento de Defensa, del Departamento de Estado y de los servicios de inteligencia todo el año en los Estados Unidos.

Los mismos tienen por objeto comprobar conceptos de operaciones militares, además de que se dan en el marco de las tentativas de la comunidad internacional de suspender duraderamente el programa nuclear iraní, lo que permite explicar la publicidad otorgada a estas simulacros. La presión ejercida sobre Teherán implica necesariamente una fuerte dosis de disuasión. A pesar de eso, esta situación recuerda un elemento importante. Contrariamente a una opinión bastante extendida, las Fuerzas armadas norteamericanas conservan una libertad de acción estratégica suficiente para llevar ofensivas aéroterrestres de gran amplitud, a pesar de su compromiso principal en Irak (150. 000 hombres). El Pentágono tiene perfectamente la posibilidad de desplegar de 4 a 6 portaviones, 500 a 800 aviones de combate y de apoyo, y los 75.000 a 120.000 hombres necesarios para detener al régimen de los ayatollahs y poner término a la revolución islamica de 1979.

Aunque Irán no es Irak, ningún ejército puede actualmente superar a las Fuerzas Armadas estadounidenses. Pero la victoria militar no es más que un componente de los éxitos estratégicos, y la caída de los ayatollahs podría bien causar en Irán un caos del cual el triángulo iraquí pasaría a ser una zona de impulsión. Invadir Afganistán para derrocar al Talibán y hacer un país estable y democrático era un proyecto ambicioso; invadir Irak para derrocar a Saddam Hussein y hacer un país estable y democrático era un proyecto más ambicioso aún, y sin embargo concretándose para la mayoría de los iraquíes. En cambio, aplicar el mismo método y los mismos medios en Irán parece ciertamente destinado al fracaso.

Al dejar de lado los elementos de disuasión, se puede pensar que el Departamento de Defensa de los Estados Unidos quiere proporcionar opciones estratégicas al Gobierno, o al menos respuestas en cuanto a su viabilidad. No obstante, es también posible que la ofensiva militar sea la única opción válida a los ojos de la Casa Blanca. La duplicidad de Teherán ante la ONU y la amenaza de desarrollarse su arsenal no convencional sugieren que una guerra parezca inevitable a los ojos de Washington, habida cuenta de su proyecto en Oriente Medio.

Esto sobre todo teniendo en cuenta que Israel está dispuesto a actuar. Los israelíes ven hoy a Irán como su principal amenaza, y la perspectiva de perder el monopolio nuclear en la región les hace temer un hundimiento del equilibrio estratégico existente desde hace 30 años. Definen así un punto de no retorno, o sea el enriquecimiento de uranio a calidad militar, y no disimulan su determinación de utilizar todos los medios disponibles para impedir a Teherán alcanzarlo. No ignoran que la opción militar no conoce punto intermedio entre el éxito y el desastre, y no ocultan esta realidad a sus aliados norteamericanos. Es interesante destacar que los misiles iraníes susceptibles de llevar una carga nuclear pueden alcanzar el centro de Europa, Rusia e incluso China y la India.

Esta situacion tensionante entre Irán e Israel se intensifico en noviembre de 2004, cuando portavoces del ministro iraní de Asuntos Exteriores, Hamid Reza Assefi, informaron que se habia detenido a una decena de personas durante los últimos meses por realizar espionaje en relacion a las actividades nucleares iraníes y en favor de los servicios de información norteamericanos e israelíes. Declaraciones posteriores del ministro iraní de Inteligencia, Ali Younessi, citado por la agencia oficial IRNA, decia que los imputados "trabajaban para el Mossad y la CIA y fueron detenidos en Teherán y en Hormozgan (sur del pais)", luego añadió que alguno de ellos, quizás tres, "trabajaban para la organización iraní de energía atómica y otro ejercia la profesión liberal. Fueron entregados al tribunal revolucionario y su identidad no se revelará antes del comienzo de su pleito". Younessi reveló que sus servicios habían detenido a espías norteamericanos y que los israelíes los habían enviado para proponer la venta a Irán una bomba atómica o de uranio para dejar asi en falta y tender una trampa a los iranies al tener pruebas que los comprometan.

Declaró también que antes de la detención de un director de linea intermedia de la industria nuclear irani que "había proporcionado información a los norteamericanos" en viajes en el extranjero, a la vez que la Inteligencia iraní "lo había utilizado para dar falsa información a los norteamericanos" con el fin de confundirlos. También añadió que "algunos espías habían recibido orden de contaminar los centros nucleares". En este sentido, Basta con afectar un elemento de ua base nuclear con un pañuelo contaminado para a continuación afirmar que hay enriquecimiento de uranio. Los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) descubrieron un grado de contaminación muy elevado en algunos centros nucleares. Los iraníes siempre han afirmado que esta contaminación procedía de materiales de segunda mano importados del extranjero.

En agosto de ese año, Younessi había anunciado la detención de un "determinado número de espías que transmitían al extranjero información sobre el programa nuclear iraní". Cabe destacar que en julio de 2000, la justicia de ese pais había condenado a penas de prisión a diez judíos y dos musulmanes acusados de espionaje a favor de Israel pero fueron liberados finalmente en el 2003.

Por su parte, el general Mohammad Salimi, comandante supremo del ejército iraní, afirmó que las fuerzas armadas iraníes habían recibido orden de prepararse para defender los lugares nucleares contra todo ataque: "El ejército del aire recibió instrucción de proteger con todas sus fuerzas los lugares nucleares iraníes", declaró el general Salimi, citado por el diario gubernamental de Irán. "El ejército del aire suspendió todas sus maniobras por un tiempo y concentró sus medios sobre las patrullas de combate en el cielo", luego añadió. El general respondía a una cuestión sobre información de prensa relativa a una simulacro de ataque por fuerzas enemigas contra la central nuclear de Bouchehr, actualmente en construcción por los rusos en el sur del país. Estos últimos meses, diarios israelíes, norteamericanos y árabes han publicado información sobre un posible ataque estadounidense e israelí contra los centros nucleares iraníes. Los responsables norteamericanos e israelíes no obstante desmintieron la existencia de un plan de guerra contra Irán.

El Dr. Ramiro Anzit Guerrero es Especialista en Contraterrorismo y Seguridad. Abogado (USAL). Magíster en Estudios Estratégicos (INUN). Doctor en Derecho Penal y Ciencias Penales (USAL). Autor de los libros: ‘Terrorismo, Análisis de un Condicionante Critico’; Manual de Inteligencia y Seguridad Urbana; Triple Frontera ¿Terrorismo o Criminalidad? y Temas de Seguridad Internacional.

desde 
EL FARO DEL FIN DEL MUNDO
http://desdeelfarodelfindelmundo@blogspot.com

"La nuestra es un arma chica, como los cuchillos que los gauchos ataban a la punta de las tacuaras con tientos del país. Con esa poca cosa se hizo la Patria y en cambio con otras mejores se apuntaló a los que la vendieron. Con esta arma, chica, empezamos nosotros. Pero al salir, saldrá cortando y haremos Patria".
Arturo Jauretche

La satanización de los musulmanes y la batalla por el petróleo

Michel Chossudovsky
Global Research

En el curso de la historia, las “guerras de religión” han servido para encubrir los intereses económicos y estratégicos subyacentes a la conquista e invasión de territorios extranjeros. Las “guerras de religión” se han llevado a cabo invariablemente con el objetivo de asegurar el control sobre las rutas comerciales y los recursos naturales.

Los historiadores habitualmente presentan las Cruzadas, que se prolongaron desde el siglo XI al XIV, como una serie continuada de expediciones religioso-militares de los cristianos europeos con la esperanza de rescatar los Santos Lugares de manos de los “infieles” turcos. Pero el fin de la Cruzadas tenía poco que ver con la religión. En lo que consistieron las Cruzadas, en gran parte, fue en desafiar por medios militares el dominio de las sociedades mercantiles musulmanas que controlaban las rutas comerciales de oriente.

Las Cruzadas se sustentaban en el concepto de “guerra justa”, una guerra emprendida con el apoyo de la Iglesia Católica que servía como instrumento de propaganda y adoctrinamiento para el alistamiento en toda Europa de miles de campesinos, siervos y mendigos urbanos.

La Cruzada de Estados Unidos en Asia Central y Oriente Próximo

Para la opinión pública, es imprescindible disponer de una “causa justa” para iniciar una guerra y se dice que una guerra es justa si se lleva a cabo por razones morales, religiosas o éticas.

La cruzada estadounidense en Asia Central y Oriente Próximo no es una excepción. La “guerra contra el terrorismo” se afirma que pretende defender la patria de los estadounidenses y proteger al “mundo civilizado”. Se vende como una “guerra religiosa” o como un “choque de civilizaciones” cuando, en realidad, su objetivo principal es asegurar el control y la propiedad corporativa de la enorme riqueza petrolera de la región, al mismo tiempo que impone el rumbo marcado por el FMI y el Banco Mundial (ahora dirigido por Paul Wolfowitz), la privatización de las empresas estatales y la transferencia de los activos económicos de sus países a las manos del capital extranjero.

La teoría de la guerra justa defiende las guerras en cuanto que son “operaciones humanitarias” y sirve para camuflar los objetivos reales de las operaciones militares, mientras provee a los invasores de una imagen moral basada en principios. En su versión contemporánea, proclama la intervención militar basada en razones morales y éticas contra los “estados canallas” y los “terroristas islámicos” que amenazan la Patria.

El recurso a “una causa justa” para iniciar una guerra ha sido fundamental para que el gobierno Bush justificara la invasión y ocupación de Afganistán e Iraq.

Un versión moderna de la teoría sobre la “guerra justa se enseña en las academias militares estadounidenses y se ha incorporado a la doctrina militar de Estados Unidos. La “guerra contra el terrorismo” y el concepto de “prevención” se consideran como derecho “a la autodefensa” y define “cuando es aceptable iniciar una guerra: jus ad bellum1.

Este derecho a desencadenar una guerra se utiliza para conseguir el consenso en el seno de las estructuras de mando de las fuerzas armadas. Y sirve para convencer a los soldados de que el enemigo es “malvado” y que ellos luchan por una “causa justa”. En términos generales, la teoría de la guerra justa en su moderna versión actual forma parte de la propaganda bélica y de la desinformación de los medios de comunicación aplicada para conseguir el apoyo de la gente a los proyectos bélicos.

La batalla por el petróleo y la satanización del enemigo.

La guerra se basa en un proyecto humanitario. A lo largo de la historia, una y otra vez se ha recurrido a denostar al enemigo. Las Cruzadas se basaron en satanizar a los turcos como infieles y heréticos para justificar las acciones militares.

La satanización persigue objetivos geopolíticos y económicos. Y la campaña contra el “terrorismo islámico” (apoyada en secreto por los servicios de espionaje estadounidenses) lo que pretende es la conquista de la riqueza petrolera. El término “fascismo islámico” sirve para degradar las actuaciones, instituciones valores y tejido social de los países islámicos al mismo tiempo que predica los principios de la “democracia occidental” y del “libre mercado” como la única alternativa para esos países.

La guerra capitaneada por Estados Unidos en la extensa región de Oriente Medio y Asia Central persigue controlar más del sesenta por ciento de los suministros de petróleo y gas natural del mundo. Los gigantes anglo-estadounidenses del petróleo buscan también controlar las rutas de los oleoductos y gasoductos de la región. (Véase cuadro nº1 y mapas más adelante).

Los países islámicos, incluidos Arabia Saudí, Iraq, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Yemen, Libia, Nigeria, Argelia, Kazajstán, Azerbaiján, Malasia, Indonesia, y Brunei, tienen entre el 66,2 y el 79, 9 por ciento del total de las reservas de petróleo, según la fuente y la metodología empleada en las estimaciones.

Estados Unidos, por contraste, tienen escasamente el 2 por ciento de las reservas totales de petróleo y los países occidentales, incluidos sus mayores productores (Canadá, EEUU, Noruega, Reino Unido, Dinamarca y Australia), controlan aproximadamente el 4 por ciento de las reservas totales de petróleo . (En la estimación alternativa de Oil and Gas Journal que incluyen las arenas petrolíferas de Canadá el porcentaje sería del orden del 16,5 % (Véase cuadro nº1 )

La mayor reserva de petróleo del mundo se encuentra en una región que se extiende por el norte desde la punta de Yemen a la cuenca del mar Caspio y por el este desde las costas del Mediterráneo oriental al golfo Pérsico, escenario de la “guerra contra el terrorismo” que comprende según las estimaciones de World Oil más del sesenta por ciento de las reservas mundiales de petróleo.

Iraq tiene cinco veces más petróleo que Estados Unidos.

Los países islámicos poseen unas reservas de petróleo al menos 16 veces superiores a las de los países occidentales.

Los principales países no islámicos con reservas petroleras son Venezuela, Rusia, México, China y Brasil.

La satanización se aplica a un enemigo que dispone de las tres cuartas partes de las reservas mundiales de petróleo. “Eje del mal”, “estados canalla”, “países fracasados”, “terrorismo islámico”: la satanización y el insulto son los pilares ideológicos de la “guerra contra el terrorismo” que EEUU utiliza como cassus belli para llevar a cabo lo que es un lucha por el petróleo.

Lucha que requiere la satanización de quienes poseen el petróleo. Al enemigo se le caracteriza como el mal como forma de justificar las acciones militares, incluida el asesinato de civiles. La región de Oriente Próximo y Asia Central se encuentra muy militarizada (Véase mapa ). Los yacimientos de petróleo están rodeados: Los barcos de guerra de la OTAN se encuentran situados en el Mediterráneo oriental (como parte de una operación de “mantenimiento de la paz” de la ONU), con portaviones de ataque estadounidenses y escuadrones de destructores desplegados en los golfos Pérsico y Arábigo como parte de la “guerra contra el terrorismo”.

El objetivo final, mediante la combinación de acciones militares, operaciones secretas de los servicios de espionaje y propaganda bélica, es acabar con los estados nacionales y transformar la soberanía de los países en territorios económicos abiertos, donde las reservas naturales puedan ser expoliadas y confiscadas con la supervisión del “libre mercado”. Un control que se extiende a los estratégicos corredores de los oleoductos y gasoductos (por ejemplo, Afganistán).

La satanización es una operación psicológica para influir en la opinión pública y conseguir un consenso favorable a la guerra. El Pentágono y los dirigentes de los servicios de inteligencia estadounidenses patrocinan directamente la guerra psicológica. Una guerra que no se limita a asesinar o a ejecutar a gobernantes de países islámicos sino que se extiende a toda la población, y que también toma como objetivos a los musulmanes de Europa occidental y de Norteamérica. Con ella se pretende destruir la conciencia nacional y la capacidad de oponerse al invasor. Denigra al Islam y produce la división social. Se dirige a dividir a la sociedad de un país y en última instancia a provocar “guerras civiles”. Mientras tanto crea el ambiente que facilite la descarada apropiación de los recursos de esos países pero, al mismo tiempo, tiene un efecto boomerang ya que crea una nueva conciencia nacional, desarrolla la solidaridad entre etnias y une a la gente para enfrentarse a los invasores.

Merece la pena señalar que el desencadenamiento de divisiones sectarias y “guerras civiles” están previstos en el proceso de rediseñar el mapa de Oriente Próximo, donde se prevé la ruptura de ciertos países para convertirlos en territorios autónomos. El mapa del nuevo Oriente Próximo, aunque no es oficial, se ha usado en la Academia Nacional de la Guerra (US National War Academy) de Estados Unidos y recientemente se ha publicado en la Revista de las Fuerzas Armadas (Armed Forces Journal) de junio de 2006. En él, los estados nación se rompen, las fronteras internacionales se definen según líneas sectarias de carácter étnico, en gran medida de conformidad con los intereses de los gigantes del petróleo anglo-estadounidenses. Los mapas se han utilizado, asimismo, en un programa de entrenamiento para oficiales de alta graduación de la Escuela de Defensa de la OTAN.

Mapa del nuevo Oriente Próximo

 

Nota: El mapa es obra del teniente coronel Ralph Peters y se ha publicado en la Revista de las Fuerzas Armadas de junio de 2006. Peters es un oficial retirado de la Academia Nacional de Guerra. (El copyright del mapa pertenece al teniente coronel).

El petróleo se halla en territorios musulmanes.

El petróleo se encuentra en tierras islámicas así que la denigración del enemigo forma parte de las geopolíticas de energía de Europa y Asia. Supone un efecto directo de la distribución geográfica de las reservas mundiales de petróleo y gas. Si el petróleo se encontrara en países habitados mayoritariamente por budistas o hindúes, se podría esperar que la política exterior estadounidense se dirigiría contra los budistas y los hindúes, que serían también objeto de difamación.

En el escenario de Oriente Próximo, Irán y Siria, que forman parte del “eje del mal”, son los próximos objetivos según las manifestaciones oficiales de Estados Unidos.

Estados Unidos ha financiado “guerras civiles” en otros regiones estratégicas por su petróleo y gas, entre otras, Nigeria, Sudán, Colombia, Somalia, Yemen, Angola por no hablar de Chechenia y de otras repúblicas de la antigua Unión Soviética. La “guerras civiles” en curso, que habitualmente incluyen el canalizar el apoyo encubierto a través de grupos paramilitares, se han promovido en la región de Darfur en Sudán y en Somalia. Darfur tiene grandes reservas de petróleo. En Somalia, ya se han garantizado lucrativas concesiones a cuatro gigantes del petróleo anglo-estadounidenses.

Según documentos a los que ha tenido acceso The Times, cerca de las dos terceras partes de Somalia fueron asignadas a las grandes empresas petroleras estadounidenses Conoco, Amoco (en la actualidad perteneciente a BP), Chevron y Phillips en los años que precedieron al derrocamiento del presidente Mohamed Siad Barre, amigo de Estados Unidos, y antes de que el país se sumiera en el caos en 1991. Fuentes industriales afirman que las compañías poseedoras de los derechos sobre las concesiones más prometedoras esperan que el gobierno Bush decida enviar tropas estadounidenses para proteger los envíos de ayuda humanitaria a Somalia y también para proteger sus multimillonarias inversiones allí.” (America's Interests in Somalia, Global Research, 2002)

La globalización y la conquista de las fuentes de energía del mundo

Reservas de petróleo por países

Reservas acreditadas en miles de millones de barriles.

Cuadro nº 1

Puesto

País

Porcentaje Reservas diales

World Oil, diciembre 2004

Porcentaje Reservas mundiales

Oil &Gas Journal, enero 2006

1.

Arabia Saudí

24,2

262.100

20,6

266.800

2.

Canadá*

0,4

4.700

13,8

178.800

3.

Irán

12,1

130.800

10,3

115.000

4.

Iraq

10,6

115.000

8,9

115.000

5.

Kuwait

9,2

99.700

7,9

101.500

6.

Emiratos Árabes Unidos

6,5

69.900

7,6

97.800

7.

Venezuela

4,8

52.400

6,1

79.700

8.

Rusia

6,2

67.100

4,6

60.000

9.

Libia

3,2

33.600

3,0

39.100

10.

Nigeria

3,4

36.600

2.7

35.900

11.

EEUU

2,0

21.400

1,7

18.300

12.

China

1,4

15.400

1,4

18.300

13.

Qatar

1,8

20.000

1,2

15.200

14.

México

1,4

14.800

1,0

12.900

15.

Argelia

1,4

15.300

0,9

11.400

16.

Brasil

1,0

11.200

0,9

11.200

17.

Kazajstán

0,9

9.000

0,7

9.000

18.

Noruega

0,9

9.900

0,6

7.700

19.

Azerbaiján

0,6

7.000

0,5

7.000

20.

India

0,5

4.900

0,4

5.800

21.

Omán

0,4

4.800

0,4

5.500

22.

Angola

0,8

9.000

0,4

5.400

23.

Ecuador

0,5

5.500

0,4

4.600

24.

Indonesia

0,5

5.300

0,3

4.300

25.

Reino Unido

0,4

3.900

0,3

4.000

26

Egipto

0,3

3.600

0,3

3.700

28.

Malasia

0,3

3.000

0,2

3.000

29.

Gabón

0,2

2.200

0,2

2.500

30.

Siria

0,2

2.300

0,2

2.500

31.

Argentina

0,2

2.300

0,2

2.300

32.

Guinea Ecua.

0,2

1.800

0,0

0.000

33.

Colombia

0,1

1.500

0,1

1.500

34.

Vietnam

0,1

1.300

0,1

600

35.

Chad

0.0

0.0

0,1

1.500

36.

Australia

0,3

3.600

0,1

1.400

37.

Brunei

0,1

1.100

0,1

1.400

38.

Dinamarca

0,1

1.300

0,1

1.300

39.

Perú

0,1

900

0,1

1.000

Total países islámicos

75,9

822.100

66,2

855.600

Total mundo occidental (EEUU, Canadá, Australia)

4,1

44.100

16,5

213.300

Otros países

20,6

214.900

17,3

223.600

Total mundial

100,0

1.081.100

100,0

1.292.500

 

Fuente: EIO: Energy Information Administration.

Notas sobre el cuadro de distribución de las reservas de petróleo.

Se indican los principales países con reservas de petróleo del mundo. Los países con menos de un 0,1% del total de las reservas no se recogen aquí.

Las cifras del Oil Gas Journal se basan en reservas de petróleo comprobadas y en ellas se incluyen los yacimientos de petróleo bituminoso (lodos de petróleo o alquitrán). Las del World Oil registran las reservas sin tener en cuenta las arenas con alquitrán) La diferencia entre las dos cantidades afectan en gran medida a los puestos que ocupan Canadá y Venezuela. Muchos expertos consideran que las arenas de alquitrán no son explotables con la tecnología y los precios actuales, aunque este asunto es objeto de acalorados debates.

Los países islámicos van en negrita y los porcentajes se expresan con un decimal.

Canadá , según esta estimación aparece como el segundo país por el tamaño de sus reservas comprobadas debido al tamaño de sus yacimientos bituminosos. La estimación del Oil &Gas Journal de las reservas petrolíferas para Canadá incluye 4.700 millones de barriles de crudo convencional y 174.100 barriles de reservas de arenas petrolíferas.

En otras estimaciones dignas de crédito, en las que el petróleo arenoso no se tiene en cuenta, las reservas de Canadá son muy inferiores (en miles de millones de barriles):

BP Statistical Review

16.802

Oil&Gas Journal

178.792

World Oil

4.700

BP indica que la “cifra de las reservas canadienses incluye una estimación oficial de las arenas petrolíferas “actualmente en desarrollo”. BP afirma de sus fuentes de datos que “las estimaciones de este cuadro se han basado en una combinación de fuentes oficiales, datos de la Secretaría de la OPEC, World Oil, Oil &Gas Journal y de un cálculo independiente de las reservas rusas basado en información dominio público.

La estimación de World Oil sobre las reservas de petróleo canadienses “no incluye los

174.000 millones de barriles de la reserva de arenas bituminosas.”

Anejos

Cuadro nº 2. Escenarios de guerra en Oriente Próximo. Mapa de Eric Waddell, Global Research, 2003



1 NT.: Derecho a la guerra
Por , 4 de enero de 2007 Traducido del inglés para La Haine por Felisa Sastre

http://www.globalresearch.ca/index.php?context=viewArticle&code=CHO20070104& articleId=4347

 

 

Muqtada al Sadr: La única solución a la violencia es que EEUU se retire

Muqtada al Sadr: La única solución a la violencia es que EEUU se retire

Entrevistas - 20/01/2007

Por  Renato Capriler    

Fuente: La Reppublica - El País

Fotoi:  Muqtada al Sadr

Se siente acosado y se esconde. No duerme nunca más de una noche en la misma cama. Alguno de sus hombres de más confianza ya le ha dado la espalda. Hasta ha enviado a su familia a lugar seguro. Múqtada al Sáder siente que el fin está cerca. Demasiados enemigos, demasiados infiltrados entre los suyos. Sin embargo, no está enfadado tanto con Nuri al Maliki, el primer ministro iraquí, a quien considera poco menos que un títere, como con Ayad Alaui, el ex primer ministro por el que los norteamericanos nunca han dejado de apostar. Él sería el verdadero artífice de la operación para eliminar a Sáder y su ejército del Mahdi.

 

Pregunta. ¿Cómo es que Maliki, en cuyo Gobierno usted tenía hasta hace poco seis ministros, ha llegado de repente a la conclusión de que son las milicias religiosas, y sobre todo la suya, el verdadero problema que hay que resolver?

 

Respuesta. Nunca he confiado en él. Nos encontramos en un par de ocasiones solamente. En la última me dijo: "Sois la espina dorsal del país", y luego me confesó que estaba "obligado" a combatirnos.

 

P. El hecho es que se plantean utilizar la mano dura contra su gente.

 

R. Ya se está utilizando. Ayer por la noche [por el jueves] arrestaron a 400 de los míos. No sólo quieren destruirnos a nosotros, sino también al islam. De momento, no opondremos resistencia.

P. ¿Quiere decir que entregarán las armas?

R. Durante el muharram [el mes sagrado en el que se rememora el martirio de Husein, nieto de Mahoma y tercer califa de los chiíes], el Corán nos prohíbe matar. ¡Que nos maten! Para un verdadero creyente no hay momento mejor para morir: el Paraíso está asegurado. Pero Dios es generoso: no moriremos todos. Volveremos a hablar de esto después del muharram.

P. Hay quien afirma que el ejército y la policía están infiltrados por sus hombres y que los marines solos nunca lograrán desarmarlos.

R. Todo lo contrario. Nuestra milicia está plagada de espías, y esto no es raro porque en un ejército popular no es difícil infiltrarse. Esta gente actúa como milicianos nuestros y lo que hace es desacreditar al ejército del Mahdi. Al menos hay cuatro ejércitos preparados para lanzarse contra nosotros. Uno en la sombra, del que nunca se habla, que está siendo adiestrado en secreto en el desierto jordano por los norteamericanos. Luego está el ejército privado de Alaui, el infiel que pronto sucederá a Maliki, que se está preparando en el antiguo aeropuerto militar de Al Muthanna. Además, están los peshmerga kurdos y, finalmente, las tropas del Ejército de EE UU.

P. Si es cierto lo que dice, no tiene esperanza alguna de resistir.

R. Nosotros también somos muchos. Representamos la mayoría del país. La que no quiere que Irak se convierta, como soñaba Alaui, en un Estado laico, esclavo de las potencias occidentales.

P. Desde hace una semana está oficialmente en el punto de mira. El Gobierno afirma que las milicias religiosas serían más débiles sin sus líderes.

R. Me doy cuenta de ello. Por esta razón he enviado a mi familia a un lugar seguro. He hecho incluso testamento y me muevo continuamente intentando que pocos sepan exactamente dónde me encuentro. De todas formas, si tuviera que morir, el ejército del Mahdi seguiría existiendo. Se puede matar a los hombres, pero no la fe y las ideas.

P. Se ha dicho que presenció la ejecución de Sadam. ¿Es cierto?

R. Es una tontería. Si hubiera estado allí me habrían matado también. En cuanto a Sadam, puedo asegurar que no he llorado por un hombre que masacró a mi familia y a decenas de miles de los míos. Yo lo habría ajusticiado en una plaza pública, para que todo el mundo viera.

P. Si usted no estuvo allí, ¿niega que en aquella sala de ejecución estuviera alguno de los suyos?

R. No eran mis hombres. Era gente pagada para desacreditarme. Para hacerme aparecer como el verdadero responsable de aquella ejecución. La prueba es que si se escucha la grabación, cuando recitan mi plegaria omiten pasajes fundamentales. Una cosa que ni un niño de Ciudad Sáder habría hecho. El objetivo era hacer pasar a Múqtada por el verdadero enemigo de los suníes. Y lo han logrado. Hace tiempo me recibieron en Arabia Saudí con todos los honores. Pero justo después de aquella farsa al pie del patíbulo, mi portavoz, Al Zarqaui, que estaba de peregrinación en La Meca, fue detenido. Una forma demasiado explícita de hacerme entender que ya no estaba en la lista de los amigos.

P. De todas formas, la guerra entre chiíes y suníes continúa.

R. Es verdad que somos todos musulmanes e hijos del mismo país, pero los suníes deben alejarse de los seguidores de Sadam, de los grupos radicales, de los hombres de Bin Laden, además de reiterar su oposición a los estadounidenses.

P. ¿Es posible que sólo se vea sangre en el futuro de Irak?

R. Si el futuro es un país dividido en tres, no me parece que haya más alternativas. Es lo que quiere Bush para controlarnos mejor. Seguramente no es lo que desean los iraquíes. En mi opinión, sólo hay una posibilidad de que se llegue a una solución: la retirada inmediata de EE UU de Irak.

 

 

Opinión: El lobby y la invasión israelí de Líbano:

Opinión: El lobby y la invasión israelí de Líbano:
sus datos y los nuestros
OPINION… ARGOS: SEPTIEMBRE 4 DE 2006
Por: James Petras
Traducido del inglés para Rebelión y Tlaxcala por S. Seguí
Todas las organizaciones judías estadounidenses, a escala nacional, estatal y local, han lanzado una campaña de propaganda y recogida de fondos de 300 millones de dólares en apoyo de los 21 civiles y 116 soldados judíos muertos durante la invasión israelí de Líbano (pero entre los beneficiarios no se incluirán los 18 árabes israelíes a los que se impidió el acceso a los refugios reservados sólo a los judíos). Actuando como adjuntas al Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, ni una sola de las 52 organizaciones que forman la presidencia de la cúpula de organizaciones judías en EE UU ha alzado una sola voz en público contra la destrucción masiva de hogares, hospitales, oficinas, supermercados, convoyes de refugiados, iglesias y mezquitas, ni contra el asesinato deliberado de civiles, fuerzas de paz de la ONU y trabajadores en misiones de rescate, realizados por medio de bombardeos de precisión. Por el contrario, todo el lobby judío se ha hecho eco con lujo de detalles de la mentira oficial israelí de que las muertes libanesas fueron debidas a la utilización por la resistencia libanesa de “escudos humanos”, a pesar de la total devastación de los suburbios meridionales de Beirut, densamente poblados, totalmente fuera del alcance de los cohetes de Hezbolá.
La magnitud de la operación de enmascaramiento realizada por el lobby judío es mensurable en detalle. El ejército israelí lanzó sobre Líbano cada día durante 27 días 5.000 cohetes, bombas revientabúnkeres de 5 toneladas, y bombas de racimo, así como bombas de fósforo antipersonal, lo que asciende a 135.000 cohetes, bombas y proyectiles de artillería. Durante los últimos siete días de la guerra, Israel lanzó 6.000 bombas y proyectiles por día, es decir, 42.000 en total, lo que sumado a lo anterior supone 177.000 unidades, todo ello concentrado en un territorio densamente poblado de un tamaño equivalente al más pequeño de los Estados Unidos. Por su parte, la resistencia nacional libanesa lanzó 4.000 cohetes durante los 34 días, lo que arroja un promedio de 118 por día. La relación es pues de 44 a 1, para no mencionar las diferencias de tamaño, los efectos letales a largo plazo de los miles de bombas de racimo que no explotaron (casi 50 víctimas, muertos y mutilados) desde el final de las hostilidades), ni la política de tierra calcinada puesta en práctica por Israel en su incursión militar.
Los activistas del lobby judío han publicado la cifra de 41 civiles israelíes muertos, aunque olvidan mencionar que sólo 23 eran judíos, y los 18 restantes miembros de las minorías árabe musulmana y cristiana, que forman en torno al 20% de la población. La desproporcionada cifra de víctimas árabe-israelíes es el resultado de la política del Gobierno de Israel de proporcionar refugios y sirenas de alarma a los judíos, mientras pasaba por alto las necesidades de seguridad de sus ciudadanos árabes. La proporción de civiles muertos en relación con los soldados fue de 41 a 116, es decir, el 26% del total de víctimas israelíes (pero si sólo tomamos en consideración los israelíes judíos y los miembros del ejército, la proporción fue de 23 a 116, es decir, que el 16% de las víctimas judías fueron civiles.) Es evidente que la resistencia libanesa dirigió la mayor parte de su fuego al ejército israelí invasor. En cambio, en Líbano, de las 1.181 víctimas contabilizadas hasta hoy, 1.088 fueron civiles y sólo 93 combatientes. En otras palabras, el 92% de los muertos libaneses fueron civiles, es decir más de tres veces la proporción de civiles víctimas de la resistencia libanesa, y casi seis veces la proporción de civiles muertos (los únicos que cuentan para la máquina propagandística del lobby). Dicho de una manera más clara y brutal: se han registrado más de 47 víctimas libanesas por cada civil judío-israelí muerto.
La pretensión del lobby judío de una superioridad moral y militar israelí en Oriente Próximo, mientras que al mismo tiempo se afirma, paradójicamente, que la supervivencia de Israel está en juego, ha sido plenamente desmentida como resultado de su fracaso en la aniquilación de Hezbolá.
El eco que el lobby proporciona a las pretensiones de invencibilidad militar de las Fuerzas Armadas de Israel se basa en los “combates” de éstas contra escolares palestinos que arrojan piedras. Hoy, su vulnerabilidad es evidente cuando deben enfrentarse a combatientes guerrilleros como los libaneses, veteranos y bien armados. Según un Informe de las Naciones Unidas, desde junio 26 hasta agosto 26 del presente año, Israel mató a 202 palestinos, 44 de los cuales eran niños pequeños; las bajas de Israel fueron de un soldado. Durante su intervención en Líbano, Israel perdió 116 soldados, contra 93 combatientes libaneses en 34 días (casi la mitad del periodo anterior). En otras palabras, los muertos israelíes como resultado de la invasión de Líbano, en un mes, superan en 157 veces las bajas sufridas en Palestina en dos meses (Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios, ONU, 26.8.2006). La campaña de propaganda del lobby judío ante el Congreso de Estados Unidos, en todos los grandes medios de comunicación favorable a la operación “Lluvia de verano” (lluvia de bombas sobre la población civil) contra los palestinos, ha sido desenmascarada plenamente revelando su carácter de política de tierra calcinada por el citado Informe de las Naciones Unidas, recogido en el diario israelí Haaretz (27.8.2006). Según este diario, la campaña estaría teniendo graves repercusiones para 1.400.000 palestinos. Miles de ellos han debido abandonar sus hogares a raíz de las continuas agresiones del ejército israelí en la Franja de Gaza y de los bombardeos de la Fuerza Aérea israelí, que ha efectuado 247 ataques aéreos; asimismo, más de un millón de personas se han visto privadas del suministro de agua potable y electricidad. El lobby israelí, en el mejor estilo totalitario, hace una inversión de papeles y llama terroristas a las víctimas palestinas (los 202 muertos), y denomina víctimas a los ejecutores (Ejército israelí, que ha sufrido 1 baja, probablemente por “fuego amigo”.)
George Orwell podría haber escrito un vitriólico ensayo sobre la versión del lobby judío de Rebelión en la Granja (Animal Farm), según la cual una muerte israelí vale más que 202 palestinas.
Cuando se analiza la publicación Daily Alert, un panfleto propagandista elaborado por el Jerusalem Center for Public Affairs (una agencia propagandista semioficial del Gobierno israelí) para la Conferencia de presidentes de grandes organizaciones judías de EE UU (Conference of Presidents of Major America Jewish Organizations - CPMAJO) es imposible hallar la mínima mención al hecho de que el Estado judío ha estado matando casi diez civiles libaneses por cada combatiente, mientras que la resistencia de Hezbolá ha matado a cuatro veces más soldados israelíes que civiles de esta nacionalidad (judíos y gentiles). Ni un sólo artículo de opinión, editorial o comentario reproducido por Daily Alert, recogido de The Wall Street Journal, The Washington Post, The National Telegraph, The New York Sun, USA Today, The Boston Globe, The New York Times, Haaretz, The Jerusalem Post or The Times británico menc¡ona el hecho de que los tan cacareados bombardeos “de precisión” tuvieron un gran éxito en la matanza de civiles, mientras que las armas mucho menos sofisticadas de los defensores libaneses hicieron blanco principalmente en los miembros del ejército invasor.
Estas omisiones de parte del lobby judío y sus miembros y activistas en los respetables y “amarillos” medios de comunicación anglo-usamericano-israelíes, tanto en las publicaciones impresas como en las electrónicas, han sido absolutamente indispensables para perpetuar el mito de que Israel estaba luchando una guerra “defensiva”, “de la que dependía su existencia” (sic), de supervivencia contra los terroristas islámicos personificados en Hezbolá y la Resistencia nacional libanesa.
¿Fue fruto de acciones defensivas la destrucción de 15.000 hogares, hasta Beirut y más al Norte, como asegura la citada Conferencia (CPMAJO)? ¿Creen realmente todos estos ricos, inteligentes y cultos apologistas de la invasión israelí –cultivados en las universidades de Princeton, Yale, Harvard, Johns Hopkins y Chicago— que el bombardeo de hospitales, supermercados, plantas de tratamiento de aguas, iglesias y mezquitas de la zona sur de Líbano, refinerías de petróleo y plantas lecheras, industrias alimentarias y farmacéuticas de Beirut, medios de transporte, carreteras y puentes de Líbano septentrional, creen realmente, decimos, que se trataba de actos indispensables para la “supervivencia” del Estado judío? ¿No comprenden las sencillas matemáticas presentadas más arriba? ¿No comprenden las matemáticas del genocidio? ¿Acaso los banqueros inversionistas, los profesores universitarios, los dentistas y los ejércitos de rabinos doctos en talmúdicas lecturas creen que Israel es la víctima inocente de una agresión que justificó el sacrificio de más de 90% de civiles libaneses entre los muertos? Todas estas personas tan cultas tienen que saber que desde enero de 1996 hasta agosto de 2006 ha habido semanalmente incidentes a lo largo de la frontera israelo-libanesa, con acciones como incursiones israelíes, asesinato y secuestro de civiles libaneses, y lanzamiento de cohetes en ambas direcciones. ¿Desconocen todos esos magnates de Hollywood que con tanta generosidad contribuyeron a la máquina de guerra israelí, que Elliot Abrams –asesor principal del presidente Bush sobre Oriente Próximo y acérrimo defensor de la pureza judía, a la vez que estrecho colaborador con el alto mando militar israelí— dio pleno apoyo, a comienzos del verano, a un plan israelí para destruir a Hezbolá, al menos un mes antes del incidente fronterizo (cf. Seymour Hersch, The New Yorker, 21.8.2006).
Es evidente que estas élites intelectuales conocen muy bien las ansias israelíes de poder y dominación. A diferencia de los buenos alemanes de los años 40, que aseguraron que nunca ser percataron de las humeantes chimeneas o de los siniestros trenes, las imágenes de hoy de viviendas devastadas y niños asesinados eran visibles y fácilmente accesibles y fueron seguidas de informes bien difundidos elaborados por todos los grupos de derechos humanos sobre los crímenes de Israel contra la humanidad. Lo sabían, y apoyaron los crímenes de Israel antes y después del alto el fuego, y orgullosamente decidieron respaldar la guerra, las políticas y el Estado, constituyéndose en auténticos cómplices a posteriori.
Sin embargo, el lobby judío afirma que el secuestro de dos soldados por parte de Hezbolá en la frontera fue el detonador de una invasión a gran escala. Numerosas fuentes de todo el mundo incluso discuten el relato israelí del ataque transfronterizo de Hezbolá. Según la gran revista de negocios estadounidense Forbes (12.7.2006), el servicio francés de noticias AFP (12.7.2006), el respetable Asia Times (15.7.2006), y la policía libanesa, los soldados israelíes fueron capturados en el interior de Líbano, en la zona de Ai'tu Al-Chaarb, una población libanesa situada a algunos kilómetros de la frontera israelí.
Mientras el lobby israelí recoge fondos exclusivamente para los soldados y civiles judíos israelíes, Hezbolá ha iniciado un programa de reconstrucción no sectario, que abarca todas las comunidades y hogares libaneses, con independencia de sus preferencias religiosas o étnicas. La razón reside en el hecho de que la resistencia libanesa es un movimiento nacional. Contra lo que afirma la propaganda del lobby, la resistencia libanesa no es exclusivamente chií, ni siquiera solamente musulmana. La invasión de Israel ha conseguido unir a las diferentes facciones libanesas en defensa de su patria. De los 93 combatientes libaneses muertos, 20% pertenecían a organizaciones distintas de Hezbolá, aspecto que los ideólogos del lobby pro israelí prefieren ignorar, mientras defienden e impulsan la política israelí de llevar a EE UU a un ataque contra Irán, Siria y otros Estados de Oriente Próximo hostiles a las ambiciones hegemónicas de Israel
Consecuencias de la guerra israelí
Tanto en Israel como en todas las redes judías pro israelíes, el fracaso militar de Israel en su intento de derrotar y eliminar la resistencia libanesa, en particular Hezbolá, ha tenido importantes repercusiones. En Israel, el principal reproche que se hace al tándem Olmert-Peretz y al general Haluz, tanto por parte de civiles como de soldados, es que el gobierno fue muy débil, que hubo unos bombardeos insuficientes, que el número de tropas de tierra no fue suficiente y que se dio una preocupación excesiva a la cuestión de los civiles libaneses. El alto el fuego, afirman, fue prematuro y el territorio ocupado demasiado limitado. El Likud y otros partidos con representación en el Knesset (Parlamento israelí) pidieron el bombardeo de Siria e Irán.
Mientras que muchos progresistas estadounidenses e israelíes consideran la “agitación”, la “discordia” y las acerbas críticas posteriores a la guerra como algo típico del estilo bullanguero y beligerante de la democracia israelí, no prestaron la debida atención al sustrato militarista y la dirección ultraderechista de la opinión pública de Israel. La polémica en torno a “quién perdió la guerra” tiene su base en los preparativos para un nuevo ataque, más violento, a Líbano y otros adversarios de Israel.
El furor militarista se manifiesta en los brutales ataques diarios a los palestinos en Gaza y Cisjordania, donde la aviación militar israelí bombardea viviendas y las fuerzas de tierra asesinan y hieren a docenas de civiles, entre otros a escolares que arrojan piedras. Además, dicho furor se ha transmitido ya a algunas personalidades religiosas judías. El Consejo rabínico de Estados Unidos ha pedido a los militares israelíes una revisión de sus normas de actuación en situación de guerra, a la luz del uso por parte de Hezbolá de “civiles, hospitales, ambulancias, mezquitas, entre otros, como escudos humanos”, según afirmaba The Jerusalem Post (21.8.2006) El citado Consejo y la moderna organización de mujeres ortodoxas, Eminah, representan más de un millón de judíos, y piden que aumenten las víctimas civiles a fin de reducir el “riesgo” de “nuestros soldados”, en el mejor espíritu de los capellanes nazis que incitaban a la Wehrmacht a perpetrar su política de tierra calcinada durante la II Guerra Mundial. Sus correligionarios israelíes, los rabinos Eliyahu y Drori, se han hecho eco de las “delicadas críticas” del Consejo en términos más drásticos y desinhibidos: “Nuestros corruptos mandos militares, que nos dicen que nuestros soldados deben poner en peligro sus vidas para proteger las de nuestros enemigos, son la razón de que hayamos perdido esta guerra”, en palabras del amable rabino Eliyahu, que considera a todos los civiles no judíos que se oponen a la política de Israel como enemigos dignos de ser incinerados. Para no ser menos, el buen rabino Drori acusó al resto de la humanidad occidental de “antisemitas” por sentirse horrorizados ante la salvaje destrucción realizada por Israel: “Los antisemitas nos exigen que utilicemos la moral cristiana, mientras nuestros enemigos actúan como bárbaros”, (The Jerusalem Post, 21.8.2006). Aparentemente matar y mutilar a más de mil civiles libaneses, en su mayor parte mujeres y niños, no llega a satisfacer a este rabioso rabino.
Como muestra de que estos rabinos estadounidenses e israelíes no son simples casos psicopáticos aislados, tres semanas antes, un rabino llamado Dov Lior, en nombre del Yesh Council of Rabbis (que cuenta con miles de seguidores israelíes) anunciaba que “cuando nuestros enemigos sostienen con una mano a un niño y nos disparan con la otra, o cuando se disparan cohetes dirigidos a la población civil de la Tierra de Israel, con desprecio evidente de criterios morales, nos vemos obligados a actuar con arreglo a la moral judía que nos dice: “A aquél que se alce para matarte, álzate tu también y mátalo antes” The Jerusalem Post (25.8.2006). Los Hombres Santos de Tierra Santa proporcionan su bendición religiosa a los más de trescientos niños libaneses muertos y piden que en el futuro se mate un número aún mayor. Todo lo cual, dicen, se ajusta a la “moral judía”. No cabe duda de que muchos judíos estadounidenses, especialmente los progresistas, pero incluso algunos conservadores, rechazan estas bendiciones rabínicas al asesinato de niños, pero su silencio resulta clamoroso. El lobby hace oídos sordos, como conviene, a este jueguecito moral judío, aún cuando defiende la argumentación seglar “moderada” de las muertes de civiles israelíes víctimas de Hezbolá, que utiliza bebés y abuelitas libaneses como escudos para cometer sus crímenes. Así pues, tenemos un vivo debate abierto entre los rabinos estadounidenses e israelíes, y los apologistas seglares y religiosos sobre si matar a civiles y niños libaneses se basa en tácticas militares o en consideraciones ético-religiosas.
El Director Ejecutivo del American Jewish Committee, David A. Harris, añade a la mentira un repugnante añadido propagandista de parte de los sionistas estadounidenses “de izquierda”, que pretenden quitar importancia al papel del lobby judío en la consecución del apoyo total de la Casa Blanca y del Congreso a la destrucción de Líbano por parte de Israel. Al glosar la sumisión de EE UU a Israel, Harris manifiesta: “Ninguna otra nación ha estado dispuesta a definir una relación tan íntima con Israel en todas las esferas bilaterales, desde la venta de armas, la ayuda exterior y la puesta en común de inteligencia hasta la creación de una zona de libre cambio, la cooperación científica y el apoyo diplomático. Ninguna otra nación tiene la capacidad, por su tamaño y estatura, de ayudar a Israel a conseguir una paz segura y duradera (sic). En el reciente conflicto con Hezbolá, los Estados Unidos demostraron una vez más su decisión de mantenerse junto a Israel, proporcionar un apoyo vital y resistir las presiones de muchos aliados que hubieran deseado que la lucha terminara mucho antes, aunque ello hubiera supuesto dejar a Hezbolá en gran parte intacta sobre el terreno. Sea cual sea la razón fundamental, no cabe duda que los judíos estadounidenses son una parte esencial de la ecuación (de uncir EE UU a Israel). Esta es otra razón para que los judíos estadounidenses trabajen día tras día para asegurar que este vínculo, mutuamente beneficioso (sic) se mantenga y se refuerce”, (The Jerusalem Post, 21.8.2006).
Dicho de otra manera, más simple, las redes y lobbies judíos consiguieron un apoyo del 98% del Congreso a una resolución de apoyo a la invasión de Líbano por Israel, aún cuando el 54% de los votantes demócratas y el 39% de los republicanos están a favor de una política de neutralidad, opuesta al alineamiento con Israel (Encuesta Times-Bloomberg, 25 julio-1 agosto 2006, publicada en la Jewish Telegraph Agency el 15 agosto 2006). El lobby convenció, presionó y amenazó a la Casa Blanca a fin de prolongar los bombardeos terroristas israelíes, como Harris anunció orgullosamente. El lobby judío trabaja sin duda “día tras día” para garantizar que Israel pueda hacer su limpieza étnica en Palestina, lanzar bombas de cinco toneladas sobre edificios de apartamentos libaneses, derribar pueblos enteros con bulldozers y aislar a EE UU hasta de sus más cercanos aliados, a expensas del contribuyente estadounidense, de nuestros ideales democráticos y de nuestra soberanía. Y el American Jewish Committee tiene la arrogancia de decir que se trata de un “vínculo mutuamente beneficioso”. ¡Qué muestra de falta de honradez política!


Marcos Jesus Concepcion Albala
Presidente de Argos Is-Internacional
MIEMBRO DE LA 'CAMACOL' Y DE LA 'FELAP'
argosisserviciosinformativos@yahoo.com
http://espanol.groups.yahoo.com/group/ArgosIs-Internacional
http://groups.yahoo.com/group/ArgosIsUnitedStates

Europa cómplice del terrorismo de Estado israelí, apoyado por Estados Unidos

Caminando a paso ligero (militar) hacia el 'Choque de Civilizaciones'

Por: Ramón Fernández Durán  www.argenpress.info

Un país bombardea dos países (Palestina y Líbano). La impunidad podría resultar asombrosa si no fuera costumbre. Algunas tímidas protestas dicen que hubo errores. ¿Hasta cuándo los horrores se seguirán llamando errores? Esta carnicería de civiles se desató a partir del secuestro de un soldado. ¿Hasta cuándo el secuestro de un soldado israelí podrá justificar el secuestro de la soberanía palestina? ¿Hasta cuándo el secuestro de dos soldados israelíes podrá justificar el secuestro del Líbano entero?

La cacería de judíos fue durante siglos el deporte preferido de los europeos. En Auschwitz desembocó un antiguo río de espantos, que había atravesado toda Europa ¿Hasta cuándo seguirán los palestinos y otros árabes pagando por crímenes que no cometieron?
Eduardo Galeano, “¿Hasta cuándo?”

Cuando se escriben estas líneas, tras más de un mes de bombardeos del ejército israelí sobre Gaza y Líbano, y recién aprobada la resolución 1701 de NNUU de “alto el fuego”, se está produciendo un cambio verdaderamente cualitativo en el escenario de Oriente Próximo: la implicación militar de países de la Unión en la región, con apoyo de la UE. Eso sí, con el aval de las ONU. Este hecho va a tener profundas repercusiones en el futuro de Europa, y en el camino hacia las tinieblas, o hacia la locura colectiva, al que nos quieren conducir las estructuras de poder occidental, y en especial EEUU (y Gran Bretaña). La dinámica desquiciada de Israel (de mil ojos por ojo, y mil dientes por diente), apoyada por sus socios occidentales, no hace sino potenciar aún más el Islam político, en especial a sus sectores más fanáticos, y en definitiva el “Choque de Civilizaciones”. Estamos a un paso del abismo, si es que no estamos entrando ya en él. Analicemos brevemente estos hechos, y el porqué de esta aseveración.

La respuesta brutal, inhumana e inmoral, absolutamente desproporcionada (por decirlo suavemente) de Israel a dos agresiones, una de sectores de Hamás y otra, posteriormente, de Hezbolá, ha provocado una gravísima crisis regional, de alcance mundial, con consecuencias imprevisibles. Sobre todo la guerra contra el Líbano, pues la agresión contra Gaza y Cisjordania, muy lamentablemente, es cosa casi de todos los días, y parece que está ya más interiorizada por una adormecida “opinión pública” mundial (por supuesto, no por el mundo árabe-musulmán). La principal afectada por toda esta locura es la población civil, en especial palestina y libanesa, pero también israelí. La acción incontrolada del Ejército de Israel (que marca el paso al gobierno Olmert) se vio no sólo apoyada, sino jaleada, por EEUU desde el principio (¿estaba previamente planificado algo así?). Era una ocasión perfecta (eso les parecía a Washington y a Tel Aviv) para acabar con Hezbolá, en Líbano, y de paso lanzar un mensaje fuerte a Siria, y en concreto a Irán.

Todo esto se inicia poco antes de la cumbre del G-8, bajo la presidencia de Rusia. En dicha cumbre EEUU, a pesar del apoyo de Gran Bretaña, se queda solo, y los ocho dirigentes mundiales suscriben un comunicado en el que finalmente piden el cese de las “hostilidades”, tanto de Israel como de Hezbolá. EEUU ya no controla el G-8, y Occidente pierde peso en él ante el auge de Rusia, y la presión externa de China e India (invitados como observadores a la cumbre). Eso sí, EEUU logró eliminar el calificativo “desproporcionada” con el que se calificaba la respuesta de Israel en el borrador de declaración ruso. Francia, la antigua potencia colonial en Líbano y con fuertes intereses en la zona, estaba a favor de incluirlo. Y Gran Bretaña lanza en ese foro la idea de una fuerza de interposición, que garantizase la “paz” futura. Fuera de la cumbre, hasta se llega a hablar de la OTAN como posible fuerza de “paz” (la opción de EEUU y Gran Bretaña, con el apoyo de Israel). Una fuerza de “paz” robusta, según Condoleeza Rice (es decir, que pudiera desarmar y desarticular a Hezbolá). Posteriormente, tanto EEUU como Gran Bretaña descartaron participar (directamente) en esa fuerza de “paz”, y la OTAN quedó desechada por la oposición sobre todo de Francia, pero también de otros socios europeos; pues la OTAN se percibe en el mundo árabe-musulmán como el brazo armado de Occidente, y en concreto como la prolongación del poder militar de EEUU, aparte de la oposición y desconfianza que suscita también en Rusia, China e India.

Pero el Consejo de Seguridad de NNUU ha tardado casi un mes en llegar a un acuerdo de resolución de “alto el fuego”, que aceptasen en principio todos los implicados (que son muchos, no sólo los directamente afectados). La responsabilidad principal del retraso ha sido una vez más de EEUU, pues hasta la UE (los veinticinco) se pronunció “rápidamente” por la necesidad de un “alto el fuego”, a pesar del bloqueo que caracteriza su posición respecto de la actitud agresiva cotidiana de Israel, y a pesar de no disponer todavía de un mecanismo fluido para tomar decisiones en política exterior (le falta la Constitución). Y eso hace que NNUU haya quedado absolutamente ninguneada, como denunció Kofi Annan; y no sólo eso, ha quedado también masacrada, pues el ejército israelí bombardeó consciente e impunemente a los “cascos azules”, como asimismo denunció su secretario general. La ONU no ha podido hacer frente a sus responsabilidades (teóricas) de mantener la paz global y el orden internacional. Es más, se ha llegado a instalar la posibilidad de escenarios de Guerra Total, cuya renuncia ha dejado de ser ya un principio jurídico y moral. La población civil, y las ciudades e infraestructuras, han pasado a ser el principal objetivo de la guerra. El marco jurídico-político internacional de la posguerra mundial está saltando por los aires.

Parece que todo es válido ya en el nuevo marco post-11-S, en el nuevo mundo de la “guerra permanente contra el terror”, y de la “globalización armada”. El EEUU de Bush ha dejado hacer a Israel como ninguna presidencia previa lo había hecho. Como se ha llegado a afirmar, esto no lo hubiera permitido ni Bush padre, artífice de la Conferencia de Madrid y de los acuerdos de Oslo, de Paz por Territorios, ni Clinton, que presionaba denodadamente por la negociación (trucada) de Israel con Arafat. Se está produciendo una confluencia cada día mayor entre el sector “neocon” y el fundamentalista evangélico (este último hasta hace poco antisemita encarnizado) con el poderoso lobby proisraelí y sionista de EEUU. Alianza previamente inexistente (1), que se está convirtiendo en un verdadero “poder absoluto”, como ha sido denunciado por los profesores Mearsheimer y Walt (Birnbaum, 2006). ¿Para defender quizás la hegemonía estadounidense en el mundo, el control del grifo estratégico global del petróleo (en Oriente Medio y Asia Central) y el dólar manu militari? Israel es la cabeza de puente perfecta para esos propósitos en la región. De hecho, unos días antes de esta “crisis” se inauguraba el mayor oleoducto del mundo Baku-Tiblisi-Ceyhan (en Turquía), que permite transportar petróleo del Caspio a Occidente, a través del Mediterráneo, sin pasar por la Federación Rusa, y que atraviesa sólo países en la órbita occidental. En él participan empresas como BP, Chevron, Total-Fina-Elf y Eni (de nacionalidad británica, estadounidense, franco-belga e italiana, respectivamente). Israel recibirá también petróleo de este oleoducto, y a través suyo se quiere exportar, desde el Mar Rojo, al Lejano Oriente (Japón, Corea del Sur, etc)(es decir, garantizar el acceso al crudo de los “amigos”, llegado el caso). ¿Quizás el control del Líbano sea una pieza importante asimismo para garantizar la seguridad de estos flujos de petróleo? (Chossudovsky, 2006).

De cualquier forma, EEUU se ha visto obligado también a recular, y a aceptar un acuerdo en el marco de NNUU, mucho antes de lo que hubiese deseado, obligando a Israel a dejar su “misión” inacabada. Las presiones internas (disensiones en el partido republicano y en el propio ejército de EEUU) (2) y sobre todo internacionales han sido fortísimas (incluidas las de la Liga Arabe, azuzada por las propias teocracias y regímenes autoritarios prooccidentales existentes en su seno, que temen el estallido de sus poblaciones), aparte de las movilizaciones ciudadanas de rechazo en todo el mundo, a pesar del mundial de fútbol y del verano. Se puede decir que ha habido un clamor general contra la guerra. Y no han sido sólo las discrepancias políticas las que han obligado a echar el freno, sino que la situación fuera de control estaba afectando seriamente a la economía internacional (precio del petróleo, caída de las bolsas, etc). A los sacrosantos mercados. Además, se está empezando a fraguar una amalgama cada vez más sólida entre la “crisis árabe-israelí” y la “crisis del Golfo”, incluida la candente cuestión nuclear de Irán, lo cual es un desafío de enorme trascendencia, pues si no se desactivan de alguna forma estos conflictos, no se podrán evitar enfrentamientos militares futuros que afectarían a toda la región y al mundo entero, y por supuesto a Occidente, y sobre todo al propio EEUU (aunque éste pueda creer lo contrario). Además, EEUU ha dejado caer a Líbano en esta crisis (3), la última “democracia” en pie del mundo árabe (si excluimos por supuesto la farsa de Irak), sobre todo después de que se está torpeando a todos los niveles al gobierno democrático de Hamás, en Palestina. No sólo literalmente por parte Israel, sino económica y políticamente por EEUU y la propia UE, haciendo inviable su funcionamiento.

Todo lo cual está generando un arco chiíta desde Irán al Líbano, pasando por Irak, y una interconexión además entre Hezbolá (chií) y Hamás (suní), que está suscitando el pánico en las prooccidentales teocracias y regímenes autoritarios laicos suníes. Hezbolá, que surgió como consecuencia de la invasión israelí del Líbano en 1982, ha salido claramente reforzado de esta última guerra israelí-árabe, al haberle podido plantar cara durante más de un mes a un enemigo enormemente superior, y además apoyado sin condiciones por EEUU. Los regímenes árabes no sobrevivieron seis días en 1967 al ataque de Israel. Por otro lado, Líbano no se ha dividido a causa de Hezbolá, es más, ha reaccionado en gran medida en bloque contra el ataque y la ocupación de Israel, sobre todo la población civil, y en especial las mujeres. Las grandes olvidadas y afectadas de todas las guerras (aparte de los niños y los ancianos). Y el millón de refugiados (un cuarto de su población) ha vuelto a sus ciudades en ruina esbozando sonrientes la V de la victoria, y enarbolando la imagen del líder de Hezbolá, Nasralá, a pesar de los más de mil muertos que ha tenido el Líbano, la mayoría civiles. La estatura de Hezbolá en todo el mundo árabe-musulmán, tanto chií como suní, ha adquirido ya carácter de leyenda.

Se puede pues afirmar que EEUU e Israel han sido los grandes derrotados de esta guerra tremenda y absurda (como todas, pero en este caso mucho más). El poder de Tel Aviv es la primera vez en sus casi sesenta años de existencia que tiene que enfrentar una derrota; además, ni siquiera ha logrado conseguir la liberación de los tres soldados secuestrados, a pesar de toda la destrucción y el dolor causados, ajeno y propio, debiendo contabilizar más de ciento cincuenta muertos, la mayoría militares, luchando en tierra contra Hezbolá. Por otro lado, la influencia e imagen de Siria y sobre todo Irán en la zona han salido reforzadas, lo contrario de lo que se pretendía. Y han logrado convertir a Hezbolá, y a Nasralá, en verdaderos iconos del mundo árabe-musulmán. Un desastre total. Israel, y EEUU, son una muestra palpable de la tremenda debilidad del fuerte (chulo y despótico). Su soledad mundial es patética. El rechazo planetario que suscita su actuación es palmario. Su imagen internacional ha salido aún más hecha trizas. Y la victoria política ha caído, pues, claramente del lado de Hezbolá, y de la resistencia árabe en general. Y el odio y el sentimiento antioccidental están creciendo como la espuma en todo el mundo árabe-musulmán. Eso va a provocar, sin duda alguna, un ascenso aún mayor del Islam político en toda la región (su auge en las consultas electorales habidas –muchas de ellas controladas- así lo demuestra), y en especial de sus sectores más radicales. Lo cual va a ocasionar que la “democratización” de este espacio del mundo deje de ser una prioridad para Washington, si es que alguna vez lo fue. Los regímenes prooccidentales pueden venirse abajo, ante el ecumenismo en ciernes chií y suní contra el enemigo sionista, y contra su mentor el Gran Satán estadounidense (y su mamporrero británico). La situación en Irak puede deteriorarse aún mucho más (si es que ello es posible), auspiciada por la resistencia suní, y por esa carnicería y caos diarios provocados por una guerra civil interconfesional en marcha, vinculada también con la ocupación. Ali Sistani, el líder moderado de la comunidad mayoritaria chií en Irak, ha criticado abiertamente la posición de EEUU en Líbano. Y el levantamiento de los chiíes iraquíes puede suponer la peor pesadilla para EEUU (y Gran Bretaña), y para la gobernabilidad de una ocupación hace tiempo ya inviable. Y por si todo esto fuera poco el odio alcanzará (lo está haciendo ya) a las poblaciones arabo-musulmanas que habitan en las metrópolis de Occidente (principalmente en Europa), en especial a sus cachorros.

Las últimas encuestas muestran un claro sentimiento de no pertenencia al Reino Unido de los jóvenes musulmanes británicos, aún más que sus congéneres en Francia, que manifiestan abiertamente que la “guerra global contra el terror” no es sino una “guerra global contra el Islam”, y culpabilizan directamente a Blair como uno de sus máximos responsables. El modelo de integración multicultural británico está implosionando, incitado por el “Choque de Civilizaciones” que impulsa Occidente, en especial EEUU y Gran Bretaña, y muy en concreto Israel, el ángel exterminador, y que se ve incentivado también, cómo no, por los sectores más fanáticos del Islam político. El reciente episodio promovido por el gobierno británico en sus aeropuertos ante una pretendida amenaza terrorista islámica, con medidas desproporcionadas de control que han provocado un caos generalizado de repercusión mundial, justo cuando se negociaba la resolución 1701 en NNUU, parece un más que probable montaje policial para inculcar el miedo masivamente en la población autóctona, y poder proyectar internacionalmente lo malos que son los terroristas islámicos, y entre ellos (se deduce) Hezbolá. Estas medidas fueron inmediatamente saludadas desde el otro lado del Atlántico por Bush (el eje funcionó al unísono), que necesitaba como agua de mayo apoyo a sus posturas en el seno del Consejo de Seguridad (¿están pensando los dos también en la futura gestión del conflicto con Irán?). Blair y Bush se saben perdedores en la batalla por la imagen internacional (y doméstica), e intentan como sea recuperarla, en base al miedo. Pero los representantes de las comunidades musulmanas de Gran Bretaña han denunciado públicamente el acoso y la criminalización generalizada de la que vienen siendo objeto, y cómo se utilizan también las medidas y prácticas “antiterroristas” (que suspenden todo tipo de derechos y garantías) con fines de política interna, para recabar el apoyo de la población de “centro” a un gobierno cada día más antipopular y contestado. La rebelión de las distintas comunidades étnicas foráneas en Occidente no ha hecho sino comenzar, sobre todo si se utilizan métodos como los impulsados en relación con las comunidades arabo-musulmanas, con fuerte sentimiento propio de identidad. Por cierto, al calor de estos acontecimientos, la UE quiere imponer un endurecimiento de los controles aeroportuarios, y de los datos personales, como funcionan ya en Gran Bretaña y EEUU, en donde el perfil étnico se vuelve determinante.

Pero volvamos a analizar sintéticamente el escenario que promueve la resolución de “alto el fuego” 1701, y cuál va a ser el complejísimo papel que le depara a Europa, y que ejecutarán militarmente determinados Estados de la Unión, bajo el mandato de NNUU, en territorio libanés. Por cierto, ¿por qué no desplegar la fuerza de interposición también en territorio israelí? La resolución en cuestión es enormemente desequilibrada en beneficio de Israel, aunque conmina a éste a abandonar Líbano. Pero eso sí, sin establecer una fecha precisa, es decir, cuando se haya desplegado el ejército libanés y la fuerza multinacional de apoyo, y se den las condiciones para la retirada israelí. El gobierno de Tel Aviv ya ha hablado de meses para retirarse totalmente. Al contrario que la reciente resolución de NNUU sobre Irán que sí establece una fecha concreta, el 31 de agosto, para que se pliegue a las exigencias fundamentalmente de Occidente. Además, no se especifica nada en cuanto a las posibles incursiones aéreas de Israel en territorio libanés. Israel ya ha afirmado que los jefes de Hezbolá están en su punto de mira, y que irá a por ellos allí donde se encuentren. Por otro lado, la resolución 1701 establece un embargo de armas al Líbano, para que éstas no lleguen a Hezbolá, pero por supuesto no hace lo propio con Israel, armado hasta las cejas con tecnología de última generación por EEUU, y que además posee más de doscientas armas nucleares. Asimismo, condena las “ofensivas militares” israelíes, pero ello permite deducir la posibilidad de llevar a cabo “acciones defensivas”, si Israel se sintiese atacado o amenazado. Por último, la resolución es deliberadamente ambigua en relación con el papel de la fuerza multinacional de “cascos azules”. No está claro si ésta tiene capacidad para desarmar a Hezbolá, aunque ése sea el deseo de algunas potencias occidentales, y por supuesto de Israel, ya que sólo se contempla que dicha fuerza apoye al ejército libanés en esa labor potencial, que deberá decidir el ejecutivo del país de los cedros, en el que participa Hezbolá. La ambigüedad del mandato, y las enormes dificultades de la misión, está dificultando el reclutamiento y el despliegue de las fuerzas necesarias. Lo que a su vez está poniendo en cuestión toda la operación, pues las fuerzas internacionales de “cascos azules” actuarán como puente entre el abandono israelí y el despliegue del ejército libanés.

Por otro parte, con la anuencia de EEUU y Europa, en la resolución no se menciona para nada la situación desesperada de Gaza y Cisjordania, en donde Israel, después de destruir las infraestructuras civiles (por cierto, pagadas con dinero de la UE), masacrar diariamente a su población, y construir un muro de separación que implica nuevas anexiones de territorios y recursos palestinos, mantiene prisioneros a ocho ministros del gobierno democráticamente elegido de Hamas, al presidente del Parlamento de la Autoridad Nacional Palestina, y a más de dos decenas de sus diputados. Y este es el nudo gordiano del conflicto árabe-israelí. El cumplimiento de la ya antiquísima resolución 242, de devolución de los territorios ocupados por Israel en 1967 (Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este y los Altos del Golán) sigue brillando por su ausencia. Es decir, en ningún sitio del planeta quedan más meridianamente clara la existencia de dos pesos y dos medidas, en cuanto al derecho internacional. De cualquier forma, lo que queda nítido en la resolución 1701 es que habrá una nueva conferencia internacional para financiar la reconstrucción, para regocijo de bancos y empresas occidentales, que volverá a endeudar al Líbano.

En definitiva, es en este complejo panorama que va a tener que operar la fuerza multinacional, que va a estar comandada, no lo olvidemos, por Francia, y en la que van a participar (por lo que se sabe hasta el momento) Italia, España, Grecia, países nórdicos y algunos países del Este de la Unión (todavía por concretar, según Solana), así como fuerzas militares de países islámicos como Turquía, Indonesia y Malasia, aparte de las de otros países del mundo. Israel ya ha dicho que no aceptará tropas de Indonesia y Malasia. Primer problema. De cualquier forma, la fuerza multinacional va a estar estructurada fundamentalmente en torno a los ejércitos europeos (un deseo explícito de Israel, que hubiese preferido que éstos no operaran condicionados bajo el paraguas de la ONU, y junto con otras fuerzas de países islámicos que pudieran, llegado el caso, dividirlas y “debilitarlas”). Pero esto plantea una serie de graves problemas, sobre todo porque los que tienen la llave fundamental para solucionar los conflictos de la zona, EEUU, y en menor medida Gran Bretaña, no están presentes en la fuerza multinacional, y con su actuación y decisiones condicionan todo el marco en que ésta operará. Así pues, unos se implican militarmente y otros son los que definen las reglas de un juego, en el que Israel actúa también por libre. Los ejércitos de la Unión, y en definitiva Europa, aparecerá como aliada de Israel si tiene que imponer el desarme, lo cual regocijará a los islamistas radicales de todo el mundo, y puede verse implicada militarmente en un conflicto de duración y consecuencias imprevisibles. No es de descartar, llegado el momento, una guerra abierta entre la milicia armada chií y los ejércitos europeos. Las fuerzas internacionales (de EEUU y Francia) tuvieron que abandonar Líbano en 1983 después de graves atentados suicidas (¡los primeros!). Pero también podremos ver, probablemente, soldados del “Tercer Mundo” muriendo en guerras promovidas por Occidente, y bajo el mando de tropas europeas, como en el siglo XIX. Oriente Próximo es un terreno minado, nunca mejor dicho, y Europa puede arruinar definitivamente (ya lo ha hecho en gran medida) sus relaciones con el mundo árabe y musulmán. Aunque por ahora, mantiene un cierto contacto con Hezbolá, pues la UE, al contrario que EEUU, no ha incluido a esta organización en el listado de grupos terroristas internacionales, y hasta con Siria e Irán, al contrario también que la hiperpotencia.

Pero la asimetría de la resolución 1701 respecto de Israel, la no exigencia de contrapartidas a Tel Aviv respecto a Palestina (cumplimiento de la resolución 242 y posteriores), y el hecho de que la propia actuación de Israel, o de EEUU y Gran Bretaña, puedan empeorar aún más la situación en toda la región, va a hacer que Europa lo quiera o no lo quiera, vaya a aparecer como cómplice de toda esta sinrazón (lo está siendo ya en gran medida). La causa de ello es que la Unión es incapaz de distanciarse mínima y claramente de la política de EEUU (y Gran Bretaña) en la región, por sus intereses económicos, sus tensiones y divisiones internas, y sus distintos vínculos con Washington, así como por su debilidad institucional, y es absolutamente contraria a utilizar los poderosos instrumentos comerciales de los que dispone, y que utiliza en numerosas ocasiones en otras partes del mundo, para hacer entrar en razón a un Israel que viola los derechos humanos fundamentales sistemáticamente. Además, los países europeos se encuentran ya al límite de sus capacidades militares permanentes (4) y, con toda seguridad, se van a producir problemas con la cadena de mando en una misión tan ambigua y tan compleja, y con tropas de tan distintos lugares del mundo (sobre todo, probablemente, con aquellas del mundo islámico). Y hasta se pueden producir fuertes tensiones entre las cadenas de mando de las distintas fuerzas de los ejércitos de la Unión ante situaciones de crisis, al no haber un mando europeo unificado. Las distintas tropas europeas responden ante sus Estados, y están condicionadas, se quiera o no se quiera, por el sentimiento también de sus “opiniones públicas”.

Todo ello podría tener una fuerte repercusión en la propia integridad del proyecto europeo, si es que la dinámica de crisis deriva en una situación de guerra generalizada en Oriente Próximo y Medio. No olvidemos que el 31 de agosto acaba el plazo dado por el Consejo de Seguridad para que Irán cumpla con unas exigencias, que Teherán ya ha dicho que no va a acatar. Se habla de imponerle medidas de embargo económico y comercial, pero EEUU ha llegado también a amenazar a Irán con una posible respuesta “contundente” (hasta se ha llegado a mencionar la eventualidad de un ataque nuclear), lo que tendría repercusiones regionales y globales. Irán, a su vez, ha retado a Occidente con el posible cierre del Estrecho de Ormuz, por donde discurre una parte muy importante del petróleo que consume el mundo. Lo cual generaría una crisis planetaria. En ese caso extremo (pero no irreal), se podría entrar en un escenario de guerra ampliada a gran parte de la región, al que tendrían que hacer frente las tropas desplegadas, lo que cambiaría absoluta y bruscamente el mandato del Consejo de Seguridad. En este supuesto, al carecer la UE de instrumentos propios para ejercer el mando unificado de dichas tropas (falta la Constitución), habría que recurrir probablemente a hacer uso de los acuerdos “Berlín Plus” (OTAN-UE), con lo que la operación pasaría a ser dirigida desde el Cuartel General de la Alianza Atlántica, y Europa perdería cualquier tipo de autonomía propia, si es que la quisiera tener, convirtiéndose en un rehén aún mayor de la política militar de EEUU. Esta situación dinamitaría también, por supuesto, la propia fuerza multinacional bajo el mandato de la NNUU. Por supuesto, son sólo hipótesis sobre futuros posibles, pero dignos de ser tenidos en cuenta.

De lo comentado hasta ahora, se podría llegar a pensar que si Europa tuviese una Constitución, ésta le permitiría actuar con mayor equidad en este escenario tan conflictivo. Pensamos que para nada es así. Como hemos reflejado a lo largo del libro, caminamos hacia un nuevo capitalismo multipolar, crecientemente militarizado, y con rivalidades intercapitalistas en ascenso (5), que en absoluto va a ser más seguro que un mundo unipolar. Y la UE es uno de los polos económicos principales globales, que intenta construirse como superpotencia mundial, a fin de reforzar su poderío y permitir una mayor expansión y defensa a escala global de los intereses del capital (continental) europeo. El nuevo capitalismo global genera un mundo de crecientes desigualdades e injusticias a todos los niveles, que hace que el planeta y la humanidad entera sean y se sientan cada día más inseguros. Los países de la Unión han tenido durante décadas la posibilidad de intervenir en Oriente Próximo para desactivar los conflictos en ascenso, y no lo han hecho, pues tan sólo han adoptado medidas como mucho cosméticas. Y no lo van a hacer porque tengan una Constitución, de fuerte contenido militarista y securitario, que les permitiera un mayor poder y proyección mundial.

Además, Europa también quiere participar en el acceso y control de las reservas estratégicas de crudo y gas de Oriente Medio y Asia Central, de ahí tal vez su seguidismo respecto de EEUU y Gran Bretaña, ante la incapacidad (por ahora) de desarrollar una potente estructura militar propia. Es preciso recordar que Francia junto con EEUU han sido los principales impulsores de la resolución 1701, con el apoyo de Gran Bretaña. Los tres, miembros permanentes del Consejo de Seguridad, y con capacidad de veto. Es más el borrador de resolución fue “dulcificado” por la negativa de Líbano a suscribirlo en los términos que estaba, y por la presión de la Liga Arabe. En la resolución para nada se critica la actuación de Israel, no hay ninguna condena a pesar de los “crímenes contra la humanidad” que ha cometido, y está cometiendo, y que quedarán impunes. Es más, dichos miembros de la Unión han reconocido el derecho de Israel a defenderse. Y esta postura la ha apoyado también la “Europa defensora de los derechos humanos”. Por otro lado, en la resolución para nada se habla de reparaciones de guerra al Líbano, y por supuesto, como ya hemos apuntado, a la Autoridad Nacional Palestina, a pesar de que entre la amplia destrucción ocasionada, hay infraestructuras ejecutadas con dinero comunitario. Lo que sí es verdad es que la Unión ha promovido activamente un acuerdo de “alto el fuego”, pues sus miembros pueden ser los principales perjudicados en Occidente por la desestabilización de la región, porque también piensan que hay que darle una oportunidad a la diplomacia, eso sí con la amenaza de la fuerza, y porque sus “opiniones públicas” son fuertemente contrarias a esta guerra, pero en cualquier caso van a aportar tropas que seguramente se comportarán como fuerzas de ocupación (lo que son). En los últimos días se ha mencionado que la UE promovería (Solana dixit) una segunda conferencia de Madrid para buscar una salida negociada a los conflictos de la zona, pero no parece que Israel, ni EEUU, ni probablemente la propia Gran Bretaña estén por la labor, con lo que si se llegase a celebrar, cosa muy dudosa, estaría condenada al fracaso. Y la UE, además, no tiene capacidad para imponerla.

De cualquier forma, la aventura imperial de EEUU puede quizás acabar abruptamente, más bien pronto que tarde, a pesar de todo su poderío militar. Una serie de elementos ya señalados en este libro así lo sugieren (desequilibrios económicos y financieros crecientemente inmanejables, crisis en marcha del dólar como moneda mundial, erosión en ascenso de la hegemonía estadounidense, etc). La voluntad irrestricta de dominar el mundo, y en concreto Oriente Próximo y Medio, le puede estallar en las manos. Ya le ha estallado ese invento de construir un Gran Oriente Próximo y Medio “democrático”, y ahora queda la cruda realidad, su voluntad de dominar esta región manu militari. Pero lo único que EEUU ha conseguido es que la situación en la región sea cada día más insegura, más inestable, y más radicalizadamente antioccidental. Ahora bien, el desmoronamiento imperial estadounidense, cuando se dé, se convertirá en un tremendo problema para Israel. Estaría en peligro su propia existencia. Israel no puede sobrevivir sin el apoyo económico, político y militar diario de EEUU. La dinámica militarista de Occidente en esta zona tan caliente del mundo, puede ser verdadero boomerang para EEUU, Israel y hasta para la propia Europa, que se puede ver arrastrada e involucrada en toda esta vorágine. Y todo va apuntando a que el boomerang le impactará también a ella.

Así pues, esta “crisis”, por grave que nos pueda parecer, puede ser sólo un anticipo de escenarios aún mucho más siniestros, si las dinámicas en curso continúan su devenir enloquecido. Los incendios hay que apagarlos al principio, antes de que puedan producir desastres inimaginables, especialmente en zonas muy inflamables. El fuego no se apaga con más fuego, al contrario se aviva. No puede haber una paz real y duradera sin abordar el reconocimiento, por los países y los pueblos enfrentados, de todos los errores y brutalidades del pasado, al tiempo que se entiende y se acepta al “otro”. Pasos previos para la resolución pacífica (aunque dolorosa y compleja) de los conflictos. Y Europa tiene un tremendo poso de culpa histórica que también habrá que sacar a la luz, algún día. Después de siglos de persecución, marginación, pero también utilización de los judíos, el nacionalismo europeo del siglo XIX generó el sionismo, al no aceptarse a los judíos dentro de los Estados nación europeos. Y, a principios del siglo XX, desde Gran Bretaña se propició (a través de la declaración Balfour) que los judíos pudieran disponer de una nueva patria, y se les prometió Palestina: “Una tierra sin pueblo, para un pueblo sin tierra” (se decía falsamente). Esa promesa se convirtió en realidad después de la segunda guerra mundial, a través de la partición de Palestina, bendecida por la ONU en 1947, que dio paso al Estado de Israel en 1948 (y a la primera guerra árabe-israelí). Dicha resolución fue promovida principalmente por EEUU, una vez que desaparece el dominio colonial británico en la zona, utilizando también el remordimiento europeo (y mundial) ocasionado por el Holocausto, generando un conflicto histórico, que ha ido en ascenso, con amplias repercusiones en todo el mundo árabe-musulmán. Y de esos polvos vienen estos lodos. Más tarde, y tras varias guerras árabe-israelíes (la última ha sido la sexta), y especialmente tras la guerra de expansión de 1967, se ha creado una situación cada día más injusta y brutal, que amenaza con desestabilizar no sólo la región, sino el mundo entero, pues no hace sino echar cada día más leña al fuego del “Choque de Civilizaciones”. La ocupación de Gaza y Cisjordania es un cáncer que corroe Oriente Próximo, y el conjunto del mundo musulmán desde hace décadas. Es hora ya de que entre todos paremos esta dinámica demencial. No lo harán los Estados, ni los ejércitos, tendrán que ser las sociedades civiles (organizadas) de los distintos bandos las que se impliquen y presionen a todos los sectores armados, para frenar la caída en el abismo, y poder caminar poco a poco hacia otros mundos posibles, justos y sin opresión, y en equilibrio con el entorno, que permitan un paulatino desarme generalizado. La única garantía para una convivencia y paz duradera. Ese es uno de los retos principales de cara al futuro mundial, y de Europa en particular, como ya se ha apuntado en este libro.

PD: Cuando se cierra este texto (19 de agosto de 2006), los informativos están resaltando que Israel ha llevado a cabo dos acciones. Una incursión aérea en Líbano contra Hezbolá, cerca de la frontera de Siria. Y un nuevo secuestro de un representante del gobierno de Hamás, su vicepresidente. La situación es enormemente tensa y fluida, y la “paz” (armada) pende de un hilo.

Notas:
1) Hasta hace poco los apoyos principales a Israel se vehiculizaban en EEUU a través del Partido Demócrata.
2) Denunciando como se estaba viniendo abajo la imagen de EEUU en el mundo árabe-musulmán, y las consecuencias estratégicas que se podrían derivar de ello, aparte de su posible repercusión en Europa.
3) Después de presionar, junto con Francia, para que salieran las tropas sirias que lo “protegían” de Israel.
4) Pues se requiere un importante número de efectivos, y los países de la Unión ya participan en otras operaciones bajo el paraguas de la OTAN o bajo cobertura europea (Afganistán, Bosnia, Kosovo, Congo), aparte de otros despliegues conjuntos (en el Mediterráneo) o propios.
5) El reciente fracaso de la Ronda de Doha así lo atestigua, con cruces de acusaciones mutuas de EEUU y UE por la ruina de las negociaciones. Los distintos bloques se aprestan para defender sus intereses y mercados como sea, seguramente a través de acuerdos bilaterales regionales, acompañados de acuerdos geoestratégicos y securitarios, y si es preciso, llegado el caso, manu militari.

Bibliografía:
- BIRNBAUM, Norman: “¿Es bueno Israel para los judíos?”. En EL PAIS, 14-8-06.
- CHOSSUDOVSKY, Michel: “The War on Lebanon and the Battle for Oil”. July, 2006. www.globalresearch.ca

A ACCIONES NO-VIOLENTAS DE RESISTENCIA CIVIL PARA PONER FIN A LA OCUPACIÓN MILITAR DE IRAK

Convocatoria Mundial

www.GlobalCallIraq.org


Este año, al preparar nuestras conmemoraciones del aniversario 61 del bombardeo nuclear de Hiroshima y Nagasaki (6 y 9 de agosto), es necesario que el movimiento mundial por la paz subraye las conexiones entre ese acto de genocidio y las matanzas de civiles inocentes llevadas a cabo por los militares estadounidenses en su guerra "convencional" en Haditha, Fallujah y en otras partes de Irak. Mientras denunciamos la matanza horrible y criminal de decenas de miles de civiles japoneses hace 61 años, tenemos que condenar también la matanza actual de hombres, mujeres, y niños iraquíes y utilizar todas las medidas noviolentas posibles para poner fin a la ocupación de Irak. Sin lograr esta meta de la paz, el número de civiles víctimas de la agresión estadounidense en Irak pronto podría ser más que el número de civiles incinerados en Hiroshima y Nagasaki.

Además, nuestra resistencia fuerte y decisiva es especialmente urgente ahora en vista de la consideración de parte del gobierno de Bush de un posible "primer golpe" que podría incluir la utilización de bombas nucleares contra Irán u otros países. Debemos gritar fuertemente y poderosamente "NO" al genocidio ayer en Japón, hoy en Irak, y mañana en Irán, Venezuela, o cualquier otro país que USA podría atacar en su campaña a reducir el mundo entero a un "area de libre comercio" sin ningunas protecciones nacionales contra la avaricia de las corporaciones multinacionales.

Nuestra Campaña Convocatoria Mundial Irak, mirando hacia el 6 y el 9 de agosto, está ayudando a grupos locales en diferentes partes del mundo a organizar acciones noviolentas en relación con el tema: "Fin a la Matanza de Inocentes; Fin a la Ocupación de Irak!" Esperamos que ustedes y sus grupos locales puedan unirse con nosotr@s en la organización de acciones enfocando en la hipocresía de las amenazas estadounidenses contra Irán tal como el papel de las corporaciones transnacionales (como Bechtel entre muchas) en fomentar una crisis nuclear. Posibles lugares para las acciones de resistencia civil en agosto son las representaciones de esas empresas en el mundo y, como siempre, embajadas, consulados, y bases militares de EE.UU.
 
Favor de avisarnos si podríamos ayudarte en tu organización y planificación de acciones para el 6-9 de agosto. Dentro de poco habrá materiales promocionales en nuestro sitio web -- www.GlobalCallIraq.org . Nos gustaría mucho enviarte algunos materiales en castellano, si quieres, para ayudar en tu trabajo organizativo.

Esperamos tus respuestas con respecto al trabajo organizativo para el 6-9 de agosto. Podrías escribir información sobre tu acción en nuestro sitio web, www.GlobalCallIraq.org, o enviar la información a info@globalcalliraq.org para que la pongamos en la página.

Mientras crezcan la exigencia y la presión para poner fin a la ocupación de Irak, crece también la necesidad de intensificar la resistencia no-violenta mundial. Miramos hacia adelante con mucha confianza en tu colaboración y compromiso permanente. Favor de avisarnos si podemos ayudarles en algo.

En solidaridad,

Comité Coordinador de la Campaña Convocatoria Mundial Irak
Patricia Adams, Jerimarie Liesegang, Danny Malec, José Mulligan, S.J., y Mary Novak

www.GlobalCallIraq.org

Hizbulá rechaza propuestas de Rice y Casa Blanca dice que alto el fuego inmediato es impracticable

Hizbulá rechaza propuestas de Rice y Casa Blanca dice que alto el fuego inmediato es impracticable
www.latrcera.cl

Fecha edición: 24/07/2006 14:18

El primer ministro libanés, Fuad Saniora, junto a la secretaria de estado de EEUU, Condoleezza Rice.

El presidente del parlamento libanés, el negociador de facto por Hizbulá, rechazó las propuestas formuladas por la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice.

Rice se reunió hoy con el presidente del parlamento, Nabi Berri, pero las consultas fueron infructuosas debido a que "Rice insistió en un paquete global para poner fin a la violencia", afirmó una fuente a la agencia AP.

La reunión de Rice con el primer ministro Fuad Saniora al parecer también fue tensa. Saniora dijo a Rice que la ofensiva israelí "nos va a hacer retroceder 50 años" y pidió "un cese al fuego pronto", según indica una declaración del gobierno.

La Casa Blanca aseguró hoy que un cese al fuego inmediato en los combates entre Israel y Hizbulá en el sur del Líbano sería impracticable.

El portavoz del gobierno norteamericano, Tony Snow, señaló además que ayuda humanitaria "significativa", proveniente de Estados Unidos, comenzaría a llegar al Líbano mañana en helicópteros y barcos.

La secretaria de Estado de EEUU arribó hoy sorpresivamente a la capital de Líbano, en una muestra de apoyo al débil gobierno del país, que no ha podido detener los enfrentamientos entre Hizbulá e Israel.

Rice se reunió en Beirut con el primer ministro, otros dirigentes libaneses y parlamentarios para analizar los combates en el sur del país.

Saniora recibió a Rice con un beso en cada mejilla y Rice le dijo: "Gracias por su coraje y perseverancia".

El primer ministro libanés le expresó a Rice que estaba complacido de su visita y agregó que su gobierno busca "poner fin a la guerra que se está librando en el Líbano".

La visita de Rice, la tercera al Líbano, busca demostrar el apoyo de la administración norteamericana tanto al gobierno de Saniora como a la población libanesa, dijeron funcionarios gubernamentales.

Posteriormente, la secretaria arribó a Israel, donde tiene previsto reunirse hoy con la ministra de Relaciones Exteriores, Tzippi Livni, y mañana con el primer ministro Ehud Olmert. Asimismo, en los territorios autónomos dialogará con el Presidente palestino, Mahmoud Abbas. 

SIRIA E IRAN

Camino a la región, Rice analizó el papel de Siria, que Estados Unidos considera uno de los principales patrocinadores mundiales del terrorismo.

En las últimas semanas, el gobierno del Presidente George W. Bush responsabilizó a esa nación, junto con Irán, de avivar la reciente violencia en Medio Oriente alentando a Hizbulá a atacar el norte de Israel.

Egipto y Arabia Saudí están trabajando para que Siria deje de apoyar a Hizbulá, una medida fundamental para resolver el conflicto en el Líbano.

La violencia estalló después que guerrilleros de Hizbulá mataron a ocho soldados y secuestraron a otros dos en un ataque fronterizo del 12 de julio que provocó la mayor campaña militar israelí contra el Líbano en 24 años. En los enfrentamientos han muerto cientos de civiles, la mayoría en el Líbano.

Rice y Bush se han resistido a avalar un cese del fuego inmediato, al considerar que cualquier acuerdo de paz debe llegar con las condiciones apropiadas para asegurar que sea sustentable. Quieren que el acuerdo ayude al Líbano a controlar todo su territorio, incluyendo el sur, dominado hasta ahora por los milicianos chiíes de Hizbulá.