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Cortar o no el cordón umbilical con la OEA

Cortar o no el cordón umbilical con la OEA
Por Carolina Pezoa / Agencias

Representantes de Chile, Panamá y República Dominicana sostuvieron necesidad de preservar funciones de la Organización de Estados Americanos. Estados Unidos dice no estar preocupado por nacimiento de instancia continental.

Foto: El nacimiento de una nueva organización regional está en el centro del debate de la XXI Cumbre del Grupo de Río.

Martes 23 de febrero de 2010

La II Cumbre de Unidad de América Latina y el Caribe que arrancó ayer en la Riviera Maya, tiene entre sus principales objetivos el lanzamiento de un entidad que agrupe a ambas áreas bajo un mismo techo, sin la membresía de Estados Unidos y Canadá.

Y aunque existe consenso entre los países asistentes sobre lo imperioso de encontrar una voz común ante el resto de los foros e instituciones internacionales, no hay unidad en torno a si el organismo que emane de la cita en México debe o no reemplazar a la Organización de Estados Americanos (OEA).

Una de las primeras jefas de gobierno en destacar la falta de consenso sobre el tema fue la Presidenta chilena, Michelle Bachelet, quien, pese a ser partícipe de la concreción de un organismo netamente latinoamericano, aboga porque la nueva entidad sea complementaria del hasta ahora máximo organismo continental.

Debe ser, dijo, un “espacio de concertación política, (que) no debe ser nunca visto como reemplazo de la OEA”.

La misma posición es compartida por Panamá, país que en 1826 fue sede de la primera reunión que intentó crear una confederación latinoamericana, cita a la que no invitó expresamente a Estados Unidos.

El Presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, en tanto, consideró ayer que la propuesta para crear un nuevo órgano de integración “aún no está madura” y se requiere “desentrañar el entramado institucional” para dar vida a dicha institución.

Por lo pronto, Washington ya aclaró que la creación de un nuevo bloque regional “no es un problema”, dado que está convencido de que “la mayoría de los países” no desean que el naciente ente reemplace a la OEA”, según palabras del encargado de Asuntos Hemisféricos de EEUU, Arturo Valenzuela.

Más bien “sería otro espacio para mayor cooperación entre los países para perseguir intereses comunes”, agregó.

RAZONES DE PESO

Entre los más fervientes defensores de la independencia total del proyecto están Bolivia, México, Venezuela, Brasil y Cuba, cuyos líderes no ven impedimento alguno para que América Latina y el Caribe corten el cordón umbilical con el organismo que preside el chileno José Miguel Insulza.

“Si esta cumbre pudiera tomar la decisión de crear una nueva organización, genuina y únicamente latinoamericana, se habrá dado un paso histórico”, recalcó ayer el canciller cubano Bruno Rodríguez, al diario mexicano La Jornada.

“Incluso para la derecha latinoamericana, la concepción de que América Latina y el Caribe son una región que debe tener vida y voz propia, que no es el traspatio de Estados Unidos, sería una razón suficiente para apoyar este proyecto”, agregó el ministro, cuyo país se encuentra suspendido de la OEA desde 1963, justamente a petición de Estados Unidos.

“MEJOR SIN EL IMPERIO”

En la misma línea, el Presidente boliviano Evo Morales recomendó a los países miembro de la OEA reflexionar sobre “hasta dónde podemos avanzar con o sin imperio, con tutelaje, controles, chantaje e intentos de golpe de Estado, estamos mejor sin el imperio”.

Entre los presidentes que apoyan la independencia total de Washington, pero se abstienen de declaraciones controversiales están Felipe Calderón (México) y Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil).

Según la analista mexicana María Cristina Rosas, el hecho de que ambas potencias -que concentran el 50% de la población de la región y el 70% de su Producto Interno Bruto (PIB), jalen el proceso hacia el nacimiento de la Unión de América Latina y el Caribe, no debe ser minimizado, menos por Estados Unidos.

HABRÁ QUE ESPERAR

Hace varias décadas que en el continente se vienen concretando instancias entre naciones para encarar diversidad de situaciones y desafíos tanto regionales como subregionales y al interior de los propios países.

En ello ha jugado un papel preponderante la Organización de Estados Americanos (OEA), pero luego surgieron espacios como la Cumbre Iberoamericana y posteriormente el Grupo de Río.

Una primera diferenciación fue que Estados Unidos y Canadá sólo estaban en la OEA. No fueron incluidos en las otras organizaciones.

Ahora la inmensa mayoría de países de la región llegó a la conclusión de que en términos políticos y de voz común, hay que dar nacimiento a la Unión de América Latina y el Caribe.

Según los mandatarios promotores, será fundamental para encarar con un criterio de comunidad las tareas democráticas, económicas, sociales, medioambientales y de otros ámbitos.

Esa es la idea esencial del paso que se da en estos días en la cumbre en México. En la reunión se ha visto una voluntad profunda para avanzar en este proyecto.

Pero como en otras ocasiones, se abre una incertidumbre respecto a que si finalmente se cumplirán los propósitos establecidos.

 

HONDUREÑO PORFIDIO LOBO NO FUE INVITADO AL ENCUENTRO

Porfirio Lobo, el Presidente electo en Honduras el pasado mes de noviembre, fue el gran ausente de la cumbre del Grupo de Río en México.

No fue por voluntad propia. Los países miembros del organismo regional tenían la decisión de no invitarlo, ya que muchos gobiernos del continente no han reconocido a la administración de Lobo, ya que con él se finiquitó la asonada contra el Mandatario Manuel Zelaya, Presidente constitucional sacado del cargo por militares y fuerzas de la derecha en junio de 2009.

En Honduras, Porfirio Lobo lamentó no haber podido asistir a la cumbre. Dijo que fue “el pueblo hondureño el excluido” a pesar del “ejercicio democrático de las elecciones del 29 de noviembre” donde él fue electo.

La situación de no participación de Honduras en las instancias regionales persiste.

RAÚL CASTRO Y HUGO CHÁVEZ LOS MÁS ESPERADOS

Como ocurre en los encuentros regionales, dos de los mandatarios más esperados y seguidos por la prensa en el hotel sede de la reunión continental de México, fueron el venezolano Hugo Chávez y el cubano Raúl Castro.

Ambos fueron esperados por gran número de periodistas y luego tuvieron encuentro con el Presidente mexicano, Felipe Calderón.

La nota anecdótica la puso Chávez, que llegó al aeropuerto entonando rancheras, entre ellas “México lindo y querido”.

El Mandatario de Venezuela se mostró complacido por el nacimiento de la Unión de América Latina y el Caribe y en su lenguaje habló de “hacer un nuevo esfuerzo en pos del sueño de Bolívar de tener una Latinoamérica unida”.

Raúl Castro asiste por segunda vez a una cumbre del Grupo de Río. La anterior fue cuando Cuba fue aceptada en el organismo.

JOSÉ MIGUEL INSULZA ATENTO A DEBATES

José Miguel Insulza, el ex canciller chileno que busca la reelección como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), ha estado muy atento a los contenidos de discusión en el seno del Grupo de Río.

Fundamentalmente por la inquietud generada en torno de la creación de la Unión de América Latina y el Caribe que, para varios dignatarios, tendrán más relevancia e incidencia política y diplomática en el hemisferio que la OEA.

De hecho, presidentes como Hugo Chávez y Evo Morales (ver nota adjunta), criticaron en México el papel de la OEA y se mostraron por dar mayor importancia al organismo que nace en estos días.

Insulza se ha reunido con cancilleres y miembros de las delegaciones, donde ha reivindicado el papel de la OEA, realizando un balance positivo del organismo.

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