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Una vida llena de familia y de pasiones...

Una vida llena de familia y de pasiones...

Alto, corpulento, de mirada amable y profunda, habla claro y pausado, recuerda como si todavía le pesara la historia del accidente de aviación que sufrió en la Cordillera cuando viajaba con familiares y amigos hacia Chile para jugar un partido de rugby, hace casi 37 años. Así, también, desandó su interminable odisea por heladas montañas, con temperaturas de hasta 30 grados bajo cero tras estar 72 días perdido. Nando Parrado (de 60 años), uno de los héroes del llamado "Milagro de los Andes".

El accidente tuvo lugar el viernes 13 de octubre de 1972. Tras el impacto y una posterior avalancha murieron 29 personas, entre ellas la madre y la hermana menor de Parrado.

Luego de que se agotaran los pocos alimentos con los que contaban, los jóvenes tuvieron que tomar la dolorosa decisión de alimentarse con los restos de los fallecidos, hecho que, sin dudas, les salvó la
vida.

A los diez días del accidente, tras estar tres días en coma, Parrado escuchó por la radio, que lograron hacer funcionar, que las patrullas de rescate habían abandonado la búsqueda de sobrevivientes. "Ahí me dije: yo acá no me muero. No quiero morir sentado mirándonos a los ojos. Si tengo que morir lo voy a hacer caminando o aplastado contra el hielo", recordó.

Tras unos cuantos días de preparación y luego de dos intentos fallidos, Parrado y su amigo Roberto Canesa partieron en busca de ayuda. "Cuando llegamos a la cima de la primera montaña vi más montañas y nieve. Sólo 30 segundos me bastaron para decidir seguir adelante. El amor a mi padre me dio el impulso. Quería que supiera que estaba vivo."

"Diez días de marcha, y encontramos la ayuda... Era el 22 de diciembre. Terminaba nuestro calvario".

"Aún tengo la vida". Parrado contó que hoy su vida "está llena de mi familia, de mis amigos, de mi trabajo, de mis pasiones. Mirar hacia atrás me hace pensar en cosas que no fueron demasiado gratas. Por eso es que me gusta siempre mirar hacia adelante. Hay gente que por cuidar demasiado sus trabajos, sus empresas, sus casas o sus autos se olvida que aún tiene la vida. Todos en la Argentina recuerdan lo terrible que fue el año 2001 y para el Uruguay fue exactamente igual. Mis cuatro empresas quebraron, pero afortunada o lamentablemente tuve que pasar cosas más difíciles que esas. Y me dije ésta es sólo la parte empresarial de mi vida. Tengo a mi familia, mi esposa y mis hijas, a mis amigos, a los seres que quiero.

Le dije a mi esposa, ¿qué haremos? Me compro una máquina de cortar pasto y me hago jardinero, pero los seguiré teniendo a ustedes. Como yo podía comparar, porque había perdido todo cuando tenía 22 años, la carencia material es algo accesorio. Aún tengo la vida y lo más
preciado, mis afectos.

"Soy un amante de la vida. Cada vez que uno respira se da cuenta que está bendecido por algo absolutamente fantástico. Mi pasión eran los motores, los autos de carrera y las motos, y siempre quise vivir esas experiencias, y eso me llevó a viajar mucho. Un día conocí a una chica que se transformó en lo más importante de mi vida, mi esposa Veronique."

"Esta historia debe dejar como enseñanza que no hay que aflojar nunca cuando pensás que estás cansado. Ese es el primer escalón de una escalera muy larga. No hay nada que se haga sin esfuerzo. Todo cuesta. Siempre digo hay que subirse a todas las calesitas y comerse todos los sándwiches. De algunas me voy a caer y otras me gustarán pero hay que vivir la vida y disfrutar cada vez que respirás, cada bocanada de aire. Hay momentos en que nadie lo va a ayudar a uno y tiene que decir «ésta es la mía, estoy solo y decido yo». Hay mucha gente que nunca hace ese click, siempre espera que alguien les solucione los problemas".

Fragmentos de la entrevista a Nando Parrado...
http://www.lacapita l.com.ar/ contenidos/ 2009/08/29/ noticia_0087. html

 

 

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