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Centros Chilenos en el Exterior

Chávez llevó a Fidel al estadio

Chávez llevó a Fidel al estadio

Domingo 11 de noviembre de 2007   

Por Beatriz Michell / La Nación Domingo 

En el cierre de la "cumbre chica"

Chávez no suele quedarse callado, por lo que en la Cumbre de la Amistad e Integración de los Pueblos todos esperaban un desquite contra el Rey de España. Sin embargo, el venezolano no dijo ni una sola palabra contra el monarca en más de dos horas de discurso. A cambio hizo reír, emocionó y exaltó a los presentes. Incluso recibió un llamado en vivo que atribuyó a Fidel Castro.

La estrella de la Cumbre de los Pueblos fue Hugo Chávez. La misma expectativa que produjo al no confirmar su asistencia a la Cumbre Iberoamericana se produjo en el velódromo del Estadio Nacional entre los organizadores del evento de la izquierda y el público. Todos esperaban ansiosos para ver y escuchar al Presidente venezolano, que tampoco había confirmado su asistencia a la cita popular.

Alrededor de 10 mil personas lo esperaban desde las once de la mañana en el estadio, bajo un sol intenso y bailando al son de Sol y Lluvia, la Banda Conmoción y Leguayork. Las poleras, carteles y, sobre todo, banderas inundaban de rojo el lugar. Los lienzos terminaban de completar la escena con frases que pedían mar para Bolivia y apoyo a los presidentes "alternativos".

La espera fue larga. Cerca de las 15 horas los organizadores comenzaron a preparar la llegada de Chávez y reforzaron la seguridad de la entrada de los mandatarios con barreras humanas de las JJCC y dirigentes sindicales. Una seguridad muy distinta a la de Carabineros, que resguardó la cumbre oficial.

Una van dejó al Presidente venezolano y al nicaragüense Daniel Ortega (los primeros en llegar) a pocos pasos de la carpa que los llevaría al escenario. Cerca de 50 personas, con permiso especial para estar ahí, intentaron obtener una foto o un apretón de manos de Chávez.

El anuncio de su llegada hizo estallar los aplausos, acompañados de gritos, movimientos de banderas y saltos, tal como si hubiese llegado el Mesías. Violeta, una mujer de alrededor de 70 años, con una foto de Fidel y Allende en la mano, intentaba infructuosamente entrar al sector "bip" de la cumbre. Cuando el discurso comenzó, la mujer de pantalones negros y blusa roja logró instalarse cerca del Primer Mandatario y éste la invitó a subir al escenario, pidió una silla para ella argumentando que "Violeta tiene mucha juventud acumulada", y le entregó un vaso de agua. La mujer no dejaba de sonreír y llorar de emoción, mientras levantaba el puño izquierdo y mostraba orgullosa su afiche. Ahí se quedó, hasta el final del acto.

EL LLAMADO DESDE CUBA

Aunque el gesto desató la emotividad del público, el momento de mayor expectación se produjo cuando el ídolo contestó su celular, que comenzó a sonar en pleno discurso. Gritó: "¡Es Fidel!". Al instante el público coreó: "¡Fidel, Fidel, qué tiene Fidel, que los imperialistas no pueden con él!". Todos se miraban sorprendidos y algunos se reían, sin creer que el mismísimo líder cubano estuviera llamando a Chile. Chávez pidió un poco de silencio para escuchar las palabras de Fidel e instantáneamente el estadio pasó a ser como un cementerio . "Fidel dice que las ideas son infinitas", transmitió el venezolano. La gente gritaba enfervorecida, pero pese a todos los intentos de Chávez de poner a Castro al micrófono, no lo logró, y la incertidumbre respecto de la veracidad del llamado quedó en el aire.

Hugo Chávez no llevó papeles al estrado y fue capaz de hablar manteniendo por más de dos horas la atención de todas las personas. Digno sucesor en este aspecto de Fidel Castro o de los dirigentes políticos de antaño. Su sentido del humor, sus críticas a los "yankies" y a los "piti-yankies" (latinoamericanos alineados con EEUU), y sus relatos sobre la Revolución Cubana mantuvieron fascinado a un público poco acostumbrado a oradores tan carismáticos. "Huele a azufre allá, no acá. Acá huele a parto, pero también puede estar oliendo a mono. Porque acá está el macaco mayor hablando, y el macaco menor debe estar por llegar [refiriéndose a Evo Morales que, siendo las 16:30, todavía no se aparecía]. Así nos dicen los oligarcas a Evo y a mí. En ese caso, Fidel sería el macacón", bromeó el Presidente y estallaron las risas.

Todo era perfecto en el velódromo del Estadio Nacional hasta que el orador principal nombró a Bernardo O Higgins como un gran héroe. Los abucheos estallaron al minuto y unos gritos aislados con el nombre de Manuel Rodríguez intentaron ayudarlo a rectificar, pero él no los escuchó. Fue la única caída de Chávez ante sus fans chilenos.

MAR PARA BOLIVIA

Horas antes de la llegada de los presidentes el público ya coreaba cada cierto rato el grito que le pone los pelos de punta a tantos chilenos: "Mar para Bolivia". Grito que se hizo más fuerte y reiterativo cuando Evo Morales se levantó de su asiento para hablar. El Presidente boliviano agradeció porque esa consigna es un "gran aliento para las gestiones que se están realizando".

El senador díscolo Alejandro Navarro (PS) dio su apoyo a una salida al mar para Bolivia: "Hay una inmensa mayoría que va a querer salida al mar, creo que ya es tiempo". Así, la Concertación también estuvo presente en la Cumbre de los Pueblos gracias a Navarro, Jorge Arrate (PS) y el diputado Sergio Aguiló (PS), además de un lienzo firmado por las Juventudes Socialistas y del PPD. lnd

El manifiesto de la izquierda

La izquierda espera que el Manifiesto de Santiago, elaborado durante la Cumbre por la Amistad e Integración de los Pueblos, que se realizó en la Universidad Arcis entre jueves y viernes, no sea sólo una declaración de principios, sino que los presidentes lo estudien y lo pongan en práctica. El documento considera 10 puntos y se hará llegar a todos los mandatarios que participaron en la Cumbre Iberoamericana.

El ex candidato presidencial del Juntos Podemos, Tomás Hirsch (PH), dijo que espera que el Gobierno chileno tome en cuenta el documento y no siga escuchando a los sectores que “avalan el sistema neoliberal”, mientras el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, afirmó: “Hay dos caras de estas cumbres: una es la de los mandatarios que se comprometen con los acuerdos, y la otra cara es del pueblo que tiene que exigir que esos compromisos se cumplan”.

Algunos acuerdos de este documento, sin embargo, aparecen como difíciles de poner en práctica en nuestro país:

• Recuperación de los recursos naturales, reforma agraria y soberanía alimentaria.

• Integración con una economía solidaria, protegiendo a la micro, pequeña y mediana empresa.

• Creación de una nueva institucionalidad, que incluye otra Constitución, y que considere el rol del movimiento sindical, de los pueblos originarios y las fuerzas sociales.

• Respeto a la autonomía de las comunidades originarias.

• Desarme proporcional y progresivo en los países de la región.

 

 

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