Perpetua para cura represor argentino

La Nación / Agencias 

Justicia sentenció a prisión de por vida a ex capellán policial bonaerense Christian von Wernich

El sacerdote católico, que ejerció como párroco de El Quisco hasta el 2003, fue hallado culpable de crímenes de lesa humanidad perpetrados durante la última dictadura trasandina (1976-1983).

Foto: Von Wernich fue hallado culpable de siete homicidios, 31 casos de torturas y 42 secuestros. Foto:AP  

Ni sus fervorosos llamados a la reconciliación, sus conmovedoras citas bíblicas ni sus alusiones al amor de Jesucristo pudieron salvar ayer a Christian von Wernich del largo brazo de la justicia: el ex capellán de la policía de Buenos Aires durante la última dictadura argentina (1976-1983) fue condenado a reclusión perpetua por un tribunal que lo halló responsable de más de 30 casos de secuestros y torturas y siete homicidios en centros clandestinos de detención.

El Tribunal Oral Federal número uno de la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, halló a Von Wernich culpable de siete homicidios, 31 casos de tortura y 42 aplicaciones de torturas a detenidos-desaparecidos.

La corte consideró que todos los delitos fueron "crímenes de lesa humanidad en el marco de un genocidio". Von Wernich, de 69 años de edad, se convirtió así en el primer religioso en América Latina en ser juzgado y condenado por violaciones de los derechos humanos y en el primer representante de la Iglesia Católica trasandina en ser condenado por su participación activa en la represión de Estado de la dictadura.

Mientras, decenas de familiares de víctimas de la dictadura, militantes de organizaciones defensoras de derechos humanos y partidos de izquierda festejaron con gritos y fuegos artificiales en las afueras del tribunal la sentencia judicial.

El oscuro pasado del religioso tiene ramificaciones en Chile, donde llegó silenciosamente en 1996 y adoptó el nombre de Christian González. Bajo su falsa identidad, Von Wernich ejerció durante siete años como párroco de su única capilla católica del balneario de El Quisco (Quinta Región). Sin embargo, a comienzos del 2003, el religioso fue ubicado por el desaparecido semanario Siete + 7, que denunció su presencia en un artículo.

Tras esto, la justicia argentina solicitó su captura internacional, mandato que fue cumplido por la policía chilena, que puso al eclesiástico a disposición de la justicia, la cual posteriormente dio "luz verde" a su extradición a Argentina en septiembre de 2003.

Ayer, Von Wernich hizo uso de la palabra antes de que fuera leído el veredicto, invocando, mediante abundantes citas bíblicas, a la "paz", la "reconciliación" y el "perdón de los pecados.

"Cristo dijo: señores, ustedes están mal, tengan paz y, cuando la tengan, van a poder transmitirla, compartirla, hacerla suya ", expresó el cura católico, como si estuviera oficiando misa.

Sin embargo, numerosos testigos dijeron a lo largo del juicio que el capellán manipulaba a los detenidos con la confesión y les prometía ayuda si colaboraban con sus torturadores.

"Voy a estar rezando por tu alma", era una de las frases favoritas que les decía, dentro de la tarea que desempeñaba en las fuerzas de represión de la ciudad de La Plata.

FALSA BOMBA Como si la extrema tensión que se vivía ayer en el salón de audiencias del tribunal de La Plata mientras se esperaba el histórico fallo en el juicio contra el sacerdote argentino Christian von Wernich, no fuera suficiente, una amenaza de bomba encendió todas las alertas y obligó a desalojar el recinto. Personal de Bomberos revisó el salón de audiencias y ordenó evacuar a las decenas de personas -entre miembros del Poder Judicial, familiares de las víctimas y abogados- sin haber hallado artefacto explosivo alguno. Todo esto mientras activistas de organizaciones de derechos humanos y militantes de partidos políticos de izquierda aguardaban en la calle el veredicto que condenó a cadena perpetua al primer religioso juzgado por crímenes perpetrados durante la última dictadura militar trasandina (1976-1983).