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Enfermera que lavó cadáver del Che vio tres heridas y no nueve

Enfermera que lavó cadáver del Che vio tres heridas y no nueve

Lanacion.cl / EFE 

 Susana Osinaga, una de las enfermeras que vio el cuerpo del guerrillero, desmiente la versión oficial del asesinato de Guevara y manifestó que un balazo directo al corazón fue el que le dio muerte

Foto: La enfermera boliviana Susana Osinaga que lavó el cadáver de Ernesto "Che" Guevara en 1967. Foto: EFE

La enfermera boliviana que lavó el cadáver de Ernesto "Che" Guevara cuando fue asesinado en 1967, Susana Osinaga, afirmó hoy que entonces sólo vio tres heridas de bala, una de ellas mortal, en el pecho, y no las nueve que indican los informes oficiales.

La versión oficial narra que el "Che" fue asesinado el 9 de octubre con una ráfaga disparada por el sargento Mario Terán en la escuela de La Higuera, aldea de una región montañosa del sureste de Bolivia, y hay también versiones no confirmadas sobre un posible tiro de gracia de otro militar.  

"Mentira, mentira. La única (herida) que lo ha matado es la que ha ido directo al corazón", y al voltear el cuerpo se vio "que no tenía salida", dijo Osinaga, que cada año por estas fechas ve alterada su rutina con la llegada de seguidores del "Che" y decenas de periodistas que quieren entrevistarla.

Ya con 74 años, la enfermera pone en duda el contenido del certificado de defunción y el protocolo de autopsia que los médicos del hospital de Vallegrande (a unos 60 kilómetros de La Higuera y 779 de La Paz) firmaron el 9 de octubre de 1967, tras revisar el cadáver del "Che".

Sobre esos documentos, el Ejército de Bolivia dijo hace pocos días que se mantienen "clasificados", al responder a un diario que quiso fotografiarlos.

Sin embargo, muchos periodistas, biógrafos e investigadores, entre ellos militares que han escrito libros sobre la guerrilla del "Che", han transcrito su contenido.

Osinaga asegura que no conoce el informe oficial sobre las nueve heridas de bala, entre nuevas y antiguas, que reportó su jefe de entonces, el doctor Jorge Martínez Caso, e insiste en que solo vio tres.

"Una en el pecho, la que lo ha matado; después, en el brazo y en la canilla, que eran secas", apuntó Osinaga, insinuando que estas dos últimas eran antiguas.

"Sí, nosotros lo hemos desvestido, lo hemos bañado, y no había balas de la ametralladora que dicen. Con eso lo hubieran desecho. ¿Cómo estaría la cara? Pero (estaba) con la cara flamante como Cristo", rememoró.

La enfermera lavó el cuerpo de Guevara junto con su colega Adela Zabala, ya fallecida, así como el también enfermero Remigio Flores y el médico Martínez Caso, todos empleados del hospital Señor de Malta.

Osinaga cree que el alma de Guevara la protege con vida para "seguir dando los testimonios" de lo sucedido "y que nadie más sabe".

El periodista boliviano Carlos Soria Galvarro, uno de los mejor documentados sobre Guevara, asegura que la versión más extendida relata que Terán le disparó una ráfaga de balas, pero que también es posible que los documentos oficiales sobre su muerte hayan sido alterados.

"Estos protocolos de autopsia que se realizaron pareciera que hubieran sido un poco manipulados en la versión oficial que se dio", agregó Soria Galvarro, y recordó que un médico de apellido Ustarez, que también atendió el caso en aquella época, puso en duda los informes.

Ustarez "afirma en su libro que ese protocolo de autopsia no tiene mayor valor, porque fue acomodado a la versión oficial de la muerte", dijo el periodista.

Esa versión oficial, según Soria Galvarro, menciona "una ráfaga que, por instrucciones de los verdugos al ejecutor, no fue con disparos a la cara, sino al cuerpo. Son varios disparos en el cuerpo y por lo menos hay uno que está en la zona del pecho, en el corazón".

A su juicio, es necesario indagar más porque Ustarez dice que los protocolos de autopsia fueron "fraguados" y que se acomodaron a la versión militar.

Ante la decisión de los militares de mantener en secreto los protocolos de la autopsia, aunque se conoce su contenido, Soria Galvarro dijo: "No sería raro que se hubieran perdido, porque los militares han perdido muchos documentos".

"O puede ser que estén, pero no los quieren mostrar, porque hay confusión sobre lo que es secreto o lo que no es secreto. Mi opinión es que esa información debería ser desclasificada, catalogada, publicada o entregada al Archivo Nacional", agregó el investigador, de visita en Vallegrande para presentar sus nuevos libros sobre el "Che".

 

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