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DECLARACIÓN DE LA CUMBRE SOCIAL

DECLARACIÓN DE LA CUMBRE SOCIAL

PANAMÁ:
DECLARACIÓN DE LA CUMBRE SOCIAL ALTERNATIVA A LA 37ª ASAMBLEA GENERAL DE LA ORGANIZACIÓN DE ESTADOS AMERICANOS (OEA).
Por Movimiento de los Pueblos Unidos por Nuestra América, MP-UNA (Congreso Bolivariano de los Pueblos), Capítulo Panamá.

La Cumbre Social Alternativa convocada por las organizaciones sociales, populares y fuerzas patrióticas que integran el Movimiento de los Pueblos Unidos por Nuestra América (MP-UNA) - Capítulo de Panamá y miembro de la región Mesoamericana, celebrada los días 3 y 4 de junio de 2007, en la Universidad de Panamá, aprobó la siguiente Declaración:

Los hombres y mujeres de Nuestra América luchamos por vivir en una democracia verdadera en la cual el ejercicio de las libertades individuales y públicas signifique poder disfrutar de condiciones de vida decorosas, servicios de salud, educación, vivienda y trabajo de calidad, es decir, una Sociedad que garantice los Derechos Económicos y Sociales de todos sus ciudadanos.

1. Respecto al tema energético que sustenta la convocatoria de la OEA, demandamos la construcción de un modelo socio-económico alejado del consumismo y la depredación de los recursos naturales, que sea  socialmente incluyente, participativo, democrático y ambientalmente sustentable para las presentes y futuras generaciones. 

                                                                                                                                                
Denunciamos que la producción de energía y agrocombustibles que en manos de las transnacionales significaría la sustracción de millones de toneladas de alimentos para convertirlos en combustible, lo cual constituye un delito de lesa humanidad.

Denunciamos, así mismo, el objetivo de las transnacionales por controlar y privatizar los recursos hídricos de Nuestra América.

Expresamos nuestra profunda preocupación por el fenómeno global del cambio climático - del cual los Estados Unidos es el principal responsable mundial – y que, de no ser afrontado con responsabilidad, seguirá deteriorando la vida sobre el planeta hasta, incluso, extinguirla.

Demandamos que sean atendidas las justas preocupaciones de los pueblos de Nuestra América acerca del carácter contaminante de muchas explotaciones mineras, hidroeléctricas y de muchos supuestos ‘proyectos de desarrollo’ que atentan contra la vida de nuestras comunidades y amenazan el ecosistema.

2. Respecto al tema de la seguridad continental, la Cumbre Social Alternativa acuerda exigir a los gobiernos una verdadera y efectiva cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo en todas sus formas, manifestaciones y orígenes, incluyendo especialmente el Terrorismo de Estado que impulsa el Gobierno de George Bush a escala mundial, siendo una de sus artífices la Sra. Condoleezza Rice cuya presencia en Panamá es non grata.  En tal sentido, demandamos el fin de la ocupación y de la guerra genocida en Irak que ya ha causado más de 600,000 muertes de civiles y más de 2 millones de desplazados.

Entendemos que hablar de seguridad continental exige, entre otras cosas, hablar de la seguridad alimentaria de nuestros pueblos, de la seguridad física y de la erradicación de la violencia; la verdadera seguridad continental exige hablar de la recta aplicación de justicia; de la necesidad de controlar el costo de la canasta básica de alimentos; hablar de salarios justos y de condiciones de vida dignas.  Hablar de seguridad real exige un nuevo modelo de sociedad en la cual a toda la población se le garantice las condiciones de tranquilidad y de seguridad ciudadana a que todos tenemos derecho.

Hablar de seguridad continental exige pues, prioritariamente, procurar la concreción y el pleno disfrute de los Derechos Económicos y Sociales para todos.

3. En relación al tema del respeto a los derechos humanos individuales y sociales, la Cumbre Social Alternativa considera que hasta el momento, en la inmensa mayoría de los casos, lo que ha existido en Nuestra América es un respeto puramente formal y mediatizado y que en la mayoría de los casos no ha estado ni está garantizado en nuestros pueblos el ejercicio real y efectivo de los derechos humanos plenos, individuales, económicos y sociales, ni por tanto las verdaderas y plenas libertades democráticas.  

En tal sentido, es ejemplificante el legítimo derecho del pueblo venezolano a ejercer la libertad de expresión directamente y no mediatizada por los intereses de grupos económicos nacionales o transnacionales.

Expresamos con toda claridad que el camino que tiene que recorrer Nuestra América, en términos de los derechos humanos, es la ruta que nos ha de llevar desde la formulación actual de dichos derechos, a nivel puramente formal, en las materias constitucionales y las leyes de cada país, hacia las condiciones materiales que garanticen que los mismos se puedan ejercer de manera real porque existen los recursos materiales y espirituales para su pleno ejercicio por el total de la sociedad.

En este sentido vemos con preocupación y rechazamos la reciente aprobación por el gobierno panameño de un conjunto de normas legales que facilitan más aún la violación de derechos elementales, de garantías ciudadanas, que criminalizan las protestas sociales y pretenden legitimar la persecución política.

Denunciamos el incumplimiento del Gobierno Nacional del fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en relación a los trabajadores despedidos por la Ley 25.

Que se respeten los derechos colectivos de los pueblos indígenas que se refieren a su libre determinación, a su autonomía y a sus propias autoridades.

Que los Estados Americanos, cada uno de ellos, refrende el Convenio 169 y aceleren la aprobación de la Declaración de los Pueblos Indígenas de América.

4. Respecto a los temas y problemas referentes a la integración económica, política y social y a los modelos de desarrollo, los hombres y mujeres de Nuestra América abrazamos los ideales bolivarianos de integración y lo hacemos convencidos de que la construcción de la Patria Grande – como la concibieron Bolívar, Martí y tantos otros de nuestros Prohombres -  es la tarea fundamental en este siglo que se inicia.

En la Carta de Jamaica, el Libertador Simón Bolívar, al tiempo que destacaba el gran objetivo de la integración, señalaba las graves dificultades que se oponían a la concreción de este ideal.

Hoy esos obstáculos están representados principalmente por las políticas neoliberales impuestas a nuestros pueblos y que se expresan en la sangría continua de nuestros recursos a través de una Deuda Externa ilegítima e impagable, en la enajenación de nuestros recursos naturales, en las privatizaciones de riquezas y patrimonios nacionales construidos por generaciones (electricidad, telefonía, carreteras, infraestructuras,…), en la imposición de leoninos TLCs, así como en los proyectos de dominación estratégica global como el ALCA, el Plan Puebla Panamá y el Plan Colombia, entre otros.
 
Estos 4 temas han constituido el eje de nuestras deliberaciones. Debemos establecer con toda claridad la persistencia de una gama de temas y problemas que afectan a nuestros pueblos. No obstante, debemos abordar una multiplicidad de preocupaciones concomitantes que nos permitan a los movimientos populares ir levantando propuestas de integración económica, política y social de beneficio real para nuestros pueblos.

Nos pronunciamos por la abrogación del mal llamado Pacto de Neutralidad.  Exigimos la neutralidad plena del Canal de Panamá, el uso del excedente canalero para enfrentar la inmensa deuda social, la descontaminación de una vez por todas de las áreas usadas en el pasado como bases militares y polígonos por el ejército norteamericano. Que se impida el tránsito de barcos con desechos nucleares y además, que se indemnice a las miles de víctimas de la invasión de Estados Unidos del 20 de diciembre de 1989.

Nuestro Foro y otros similares, no puede pasar por alto nuestro apoyo al fin del colonialismo en Puerto Rico, Curazao y otros, así como la legítima recuperación de las Islas Malvinas; por el desmantelamiento de la base militar de Guantánamo utilizada por el ejército norteamericano como campo de concentración, su inmediata devolución al pueblo cubano y el cese del bloqueo; nuestro respaldo a la reivindicación del hermano pueblo de Bolivia por una salida al mar; nuestra solidaridad con la lucha del pueblo de Oaxaca y otros pueblos de México por el cese de la represión en su contra y la liberación de todos los pesos políticos; tampoco pasamos por alto la lucha del hermano pueblo de Costa Rica contra el TLC y expresamos nuestro repudio a la construcción del muro fronterizo entre Estad os Unidos y México y al trato discriminatorio que recibe la comunidad latinoamericana radicada en ese país.

Desde Panamá, albergue en el pasado de múltiples bases militares, no podemos dejar de expresar nuestro apoyo al desmantelamiento de la base de Manta y de todas las bases que existen en el continente, utilizadas como rampa de agresión contra los pueblos en lucha y rechazamos los intentos de utilizar nuestro territorio para instalaciones militares.

Condenamos enérgicamente la liberación, por parte del Gobierno de los Estados Unidos del terrorista internacional Luis Posada Carriles que, planificó un magnicidio a realizarse en esta misma Universidad que hubiese costado la vida a centenares de nuestros compatriotas. Exigimos su extradición a Venezuela en cumplimiento de todas las Resoluciones Internacionales contra el terrorismo, o su juicio como terrorista, de acuerdo al Tratado de Montreal del cual Estados Unidos es signatario.

Reclamamos el derecho del pueblo palestino a vivir pacíficamente, a asentarse en su propio territorio y a gozar del respeto y la convivencia con todos los pueblos y grupos que habitan la región.

Por último, esta la Cumbre Social Alternativa a la 37ª Asamblea de la OEA, saluda con optimismo, esperanza y fraternidad la lucha que desarrollan los pueblos por construir un modelo de organización social, económica y política propio, un modelo que demanda profundas transformaciones sociales y que, con la lucha de todos, nos permitirá ir avanzando para construir una sociedad en la cual el pleno ejercicio de los Derechos Económicos y Sociales de la inmensa mayoría de los ciudadanos no sea una mera formalidad sino una realidad viva, cotidiana, vigorosa.

Esta Cumbre Social Alternativa, reconoce que la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra Américas (ALBA) es un paso adelante en la integración latinoamericana y una respuesta popular contra el neoliberalismo.

 

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