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Centros Chilenos en el Exterior

Movimientos ciudadanos culpan a Gobierno por freno a negociación con Bolivia

Movimientos ciudadanos culpan a Gobierno por freno a negociación con Bolivia

En demanda por salida al mar

Por  Felipe Arias

''El Gobierno no tiene un interés político en darle una salida al mar a Bolivia, pero dada la presión que está ejerciendo el pueblo sobre el Ejecutivo, para que resuelva pronto el problema, ellos están haciendo todo tipo de triquiñuelas para eludir su responsabilidad' ', sostiene Alejandro Valenzuela, miembro del Comité del Reencuentro Chileno-Boliviano.

Este domingo la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot, señaló que era el rechazo de los chilenos, a nivel general, lo que obstaculizaba las negociaciones para la salida al mar de Bolivia. Sin embargo, en el último tiempos han surgido movimientos ciudadanos que desmienten la óptica de la funcionaria de Gobierno, afirmando que ésta es una simple excusa para aplazar la solución del problema.

El Mostrador.cl conversó con tres de estas organizaciones, que si bien reconocen simpatías políticas volcadas hacia la izquierda, tienen una base programática cuyo objetivo es apoyar la acción ciudadana en causas sociales de diversa índole.

Guillermo Garcés, presidente de la Comunidad para el Desarrollo Humano, vinculada de alguna forma al Partido Humanista, a pesar de reconocer que muchos chilenos efectivamente rechazan la demanda boliviana, piensa que “se le está sacando el bulto al tema, planteándolo de esta forma, ya que en la mayoría de los asuntos que gestiona el gobierno, no se considera para nada la opinión de la gente. Creemos que una salida para el mar de Bolivia, sólo es posible en un proceso más amplio de regionalizació n, al estilo de la Unión Europea ”.

Por su lado, Alejandro Valenzuela, miembro del Comité del Reencuentro Chileno-Boliviano, afirma que le “extraña mucho que la ministra haya hecho ese tipo de declaraciones. Estimo que los acercamientos hacia los pueblos deberían ser a través de la gente, pienso que el sentimiento que nos une es mucho más grande, que las antipatías que nos han tratado de inculcar para separarnos”.

Valenzuela va más allá, expresando que “el Gobierno no tiene un interés político en darle una salida al mar a Bolivia, pero dada la presión que está ejerciendo el pueblo sobre el Ejecutivo, para que resuelva pronto el problema, ellos están haciendo todo tipo de triquiñuelas para eludir su responsabilidad” .

Asimismo, Garcés se atreve a aventurar que “las palabras de la ministra son una manera de salir del apuro, frente a la propuesta de Lula (el Presidente brasileño) tendiente a darle una posibilidad a Bolivia de salir al océano Atlántico”.

Para Patricia Condemarín, vocera del Frente de Acción Mar para Bolivia, el concepto que ocupa Blanlot para referirse a la opinión de los chilenos, resulta impreciso. “Lo que se entiende por ciudadanía no es un ente homogéneo, sino que implica matices, en donde es fundamental que se establezcan colaboraciones con organismos intermediarios como el nuestro, para así llegar a la ciudadanía más directamente, estableciendo un contacto amplio con el gobierno”.

Encuesta decidora

No obstante las intenciones de estos grupos, hay antecedentes que al menos en el papel, le darían la razón a la ministra. Como la consulta ciudadana realizada por la municipalidad de Arica, a más 60 mil residentes, en donde el 97,1 por ciento se opuso a darle un corredor marítimo a Bolivia, en la frontera con Perú

“No sé que pasaría con una encuesta de ese tipo en una ciudad como Iquique, en donde el puerto se mueve en más de un 80 por ciento, con desplazamiento de mercadería boliviana. Reconozco que hay una gran número de gente que opinaría de esa forma, lo reprochable es que esto lo tienen como un argumento para justificar la imposibilidad del Gobierno para suscribir acuerdos, siendo que en la mayoría de los temas no se considera para nada a la opinión pública”, comenta Garcés.

Mientras que Valenzuela se muestra escéptico ante este método de medir las simpatías hacia el país vecino. “Las encuestas pueden ser manipuladas. La gente que vive en la zonas limítrofes del norte, está de acuerdo en la integración. Claro que si a uno le preguntan si desea que lo saquen su casa y le den Arica a Bolivia, obviamente que no va a querer eso”.

Educación

Frente al número de personas que muestran un abierto malestar ante la posibilidad de aceptar las aspiraciones altiplánicas, Condemarín sostiene que “a la población hay que educarla o sensibilizarla frente a estos temas, pienso que muchas personas tienen una opinión basada en un patriotismo malentendido. Considero que en la medida en que se abran los canales para poder conversar estos temas, estoy segura de que más gente va adherir a este planteamiento” .

Valenzuela coincide en plantear la necesidad de una información más pluralista respecto al tema. “Si nosotros educamos a la gente, explicándoles que lo que en realidad se busca es la unión de los pueblos, pienso que la gran mayoría de ambos países va querer esta integración”.

Otra explicación para el rechazo mayoritario de los chilenos a ceder soberanía es la da Garcés , quien afirma que “se debe a una visión bastante chauvinista y existista, que está bastante acorde con este ensalzamiento que hacen de nuestro país, en términos de conferirle el título de modelo del neoliberalismo” .

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