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Testimonio de una Joven Argentina por la muerte de Pinochet

Soy Elena, Argentina de 25 años. Desde antes de nacer mi vida estaba  marcada por el horror que la miseria humana puede llegar a cometer.

La historia de mis padres, lamentablemente como la de muchos jóvenes, tenia un secreto doloroso...mi padre fue preso político de la dictadura pinochetista, una de las dictaduras mas sangrientas y salvajes que se llevaron adelante en los ´70, para controlar la rebelión obrera e imponer un plan nefasto que tenía y tiene como único horizonte el enriquecimiento multinacional a costa de la sobreexplotación, sometimiento, y exclusión social.

            Mi padre no solo estuvo preso sino que tuvo que abandonar su país,  su familia, sus estudios y trabajo (las facultades donde estudiaba y trabajaba fueron bombardeadas), y sus sueños, los sueños de un mundo mejor, de un mundo donde todos los hombres fueran iguales y la riqueza de las tierras sean repartidas o mejor dicho, socializadas para todos.

Mi viejo vio en el marxismo la respuesta a las dolencias y necesidades que había pasado en su infancia, viviendo en carne propia el abandono y la injusticia social,  eso lo llevó a ser militante, es decir a organizarse en el barrio y en la universidad para exigir las demandas de los trabajadores y los estudiante... Este fue el delito que cometió!!!!...... fue castigado con la privación de la libertad y el exilio.

Al recibir la noticia del falleciendo de Pinochet, sentí un profundo dolor y a la vez un alivio. El porqué de esa sensación no tiene una clara explicación más que el genocidio afecta no solo a la victima sino a todo su grupo familiar y hasta a nosotros, los hijos que nacimos después del horror.

Poco antes de morir este desgraciado, un amigo de mí padre nos preguntó a mí y a mi hermana si nos sentíamos orgullosas de nuestro padre...en ese momento no pudimos responder, pero esa pregunta quedó dando vueltas en mi cabeza. Creo que hoy siento orgullo que mi padre haya logrado rehacer su vida, de hecho mi hermana y yo somos parte de eso, siento orgullo de que (aunque sea desde hace muy poco) no tenga vergüenza por lo que le pasó y no tenga miedo de decirlo y siga luchando para que aún muerto el asesino "pinocho" quede en la historia como el tirano y traidor que fue. En cuanto a la pregunta específica que este amigo hacía, si nos sentíamos orgullosas de que dio la vida por la revolución, socialismo, dignidad humana o como quieran llamarlo, debo decir que sí, me siento orgullosa de él y de todos los luchadores que como él no dudaron en dedicar parte de su vida a luchar para que "la tortilla se vuelva y los pobres coman pan y los ricos mierda, mierda".

Luego de unos días desde el fallecimiento de Pinochet me decidí a dar mi testimonio como parte de una generación que aunque no sea directamente, es hija del genocidio y nosotros también somos victimas de las atrocidades cometidas.

 Por un lado recibimos o nos recibe un mundo lleno de miedo y con pocas esperanzas, un mundo indiferente ante el otro y cada vez más individualista, un mundo que prefiere "acomodarse" bien, y tener el confort "innecesario" para vivir.

Por otro lado hay consecuencias directas: en mi caso el exilio de mi padre no me permitió conocer y compartir con mi abuelo, sentir miedo porque si vas por el mismo camino de lucha te puede pasar lo mismo, y en alguna medida sentir un dolor intenso al escuchar los relatos, mas que conocidos, sobre las torturas en los centros clandestinos de detención. Creo que esto se debe a que todas las células del cuerpo al tener memoria, trasladan esas sensaciones de dolor a las células de sus hijos o será quizá, que en los genes también heredamos no solo características fisonómicas sino también información emotiva.. No lo sé pero si sé que con la muerte de Pinochet se abren viejas heridas y es hora que paguen todos los responsables, por eso ¡Pido Castigo!.  Hasta la Victoria siempre!!!

- Porque si algo que éstos chacales no pudieron matar fueron las ideas y las ganas de luchar contra la injusticia social -

Les añado un texto de Benedetti que fue escrito cuando Reagan murió y fue leído a raíz de la muerte de Pinochet:

OBITUARIO PARA RONALD REAGAN

A Ronald Reagan OBITUARIO CON HURRAS

Mario Benedetti

Vamos a festejarlo

Vengan todos

Los inocentes

Los damnificados

Los que gritan de noche

Los que sueñan de día

Los que sufren el cuerpo

Los que alojan fantasmas

Los que pisan descalzos

Los que blasfeman y arden

Los pobres congelados

Los que quieren a alguien

Los que nunca se olvidan

Vamos a festejarlo vengan todos

El crápula se ha muerto

Se acabó el alma negra

El ladrón

El cochino

Se acabó para siempre

Hurra

que vengan todos

vamos a festejarlo

a no decir

la muerte

siempre lo borra todo

todo lo purifica

cualquier día

la muerte

no borra nada

quedan

siempre las cicatrices

Hurra

murió el cretino

vamos a festejarlo

a no llorar de vicio

que lloren sus iguales

y se traguen sus lágrimas

se acabó el monstruo prócer

se acabó para siempre

vamos a festejarlo

a no ponernos tibios

a no creer que éste

es un muerto cualquiera

vamos a festejarlo

a no volvernos flojos

a no olvidar que éste

es un muerto de mierda

Mario Benedetti

 

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