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Centros Chilenos en el Exterior

El rol de los Chicago Boys durante el gobierno militar

Fecha edición: 16/11/2006 17:20

http://www.latercera.cl/medio/articulo/0,0,3255_5676_238212731,00.html

La profunda crisis política que afectó a Chile durante el gobierno de Salvador Allende motivó al general (R) Augusto Pinochet a configurar una economía que estuviera lo más lejos posible del sistema económico comunista. La idea era pasar de los intereses corporativos y de los grupos de presión a un alto protagonismo de la empresa privada.

Para lograr estos objetivos fue necesario un grupo de ingenieros jóvenes que apoyaran la acción de los militares en el gobierno y que, por ende, configuraran la estabilidad económica a partir de las tácticas de la administración del momento.

Fue así como entraron en escena los Chicago Boys: un conjunto de cerca de veinticinco economistas e ingenieros que en su mayoría habían estudiado en la Universidad Católica y que tras la obtención de su título viajaron a la Universidad de Chicago a perfeccionarse profesionalmente, a partir de la década de los 50.

Su ingreso al régimen militar se produjo gracias a la cercanía que tenían con el movimiento gremial y a sus lazos con Jaime Guzmán. Dentro del grupo se destacaban Sergio De Castro, Miguel Kast, Enrique Fontaine, Pablo Baraona y José Piñera, entre otros. Todos ellos cumplieron roles claves dentro de la economía del país.

Muchas de las salidas que propusieron los Chicago Boys se impusieron radicalmente. El Plan de Shock instaurado en 1975 por Jorge Cauas marcó el inicio del neoliberalismo monetario ortodoxo.

El plan consistía en recortes adicionales al gasto fiscal y tenía como fin frenar el alza de los precios y superar la crisis de balanza de pagos por medio de una fuerte contracción de las importaciones. Se reducía con ello el 15% anual de los gastos en moneda nacional y 26% los gastos en moneda extranjera.

LA CRISIS ECONOMICA DE 1982

La excesiva descentralización de la economía y la masificación de las inversiones extranjeras en el país trajeron como consecuencia el empeoramiento gradual de la balanza comercial, la caída de los niveles de ahorro interno y la creciente sobrevaluación del peso.

Esta situación derivó en un descenso de Chile en la competitividad internacional, ya que el desajuste entre los precios externos e internos terminaron por abarcar una amplia brecha imposible de suplir con los recursos existentes.

La situación internacional abarcó un período de crisis entre 1981 y 1987, la que fue controlada por el Fondo Monetario Internacional mediante altas tasas de interés para los préstamos internacionales sin importar el nivel de riesgo de los países. Con tal panorama el régimen militar se vio obligado a tomar medidas rápidas que no echaran por la borda el nuevo sistema económico.

Para mantener el punto de equilibrio el equipo de los Chicago Boys mantuvo su unidad de acuerdo a los fines que la Junta y Pinochet quisieron implantar, ya que se buscaba ante todo independizar el gobierno militar de la sociedad civil.

Sin embargo, la depresión económica se agravó, ya que los niveles internacionales de liquidez disminuyeron abruptamente y dentro del círculo empresarial el pragmatismo fue constante debido al alza continua de las tasas de interés.

La administración de la crisis entre 1983 y 1984 se caracterizó por un alejamiento momentáneo de la teoría del libre mercado. El desempleo alcanzó un nivel drástico de un 30 por ciento a finales de 1983, el sistema bancario estaba al borde del colapso y el entonces ministro de Hacienda, Rolf Lüders, se transformó en el propietario del 80 por ciento del sistema financiero privado.

Los empresarios pedían a gritos una mayor emisión monetaria y urgentes medidas para la reactivación de las exportaciones. Dada la situación entra en acción la Confederación de la Producción y el Comercio.

Durante este período Pinochet adquiere mayor protagonismo: reorganiza su gabinete, se plantea nuevos objetivos económicos y una mayor participación del sector privado en la toma de decisiones. Los mayores logros fueron el aumento del PNB a un 4,8 por ciento y la baja de las tasas de interés de 35 a 11 por ciento.

 

 

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