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Gobierno manifestó malestar a general Izurieta

Gobierno manifestó malestar a general Izurieta

LA PRIMERA POLÉMICA DE LA ADMINISTRACIÓN BACHELET CON UN COMANDANTE EN JEFE

El problema no es nuevo. Se trata de la diferencia entre la institución castrense y el poder civil en torno a si el ex gobernante debe recibir honores como ex Presidente de la República o sólo como ex comandante en jefe del Ejército.

Por Carolina Miranda

www.lanacion.cl

Foto: El jefe del Ejército de Bolivia, Freddy Bersatti, fue ayer condecorado en una simbólica ceremonia de reencuentro con autoridades bolivianas por el comandante en jefe del Ejército, Óscar Izurieta, en la Escuela Militar. Foto: Esteban Garay 

Asegurando que “no me parece adecuado estar discutiendo este tema, francamente”, la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot, salió al paso de las palabras del comandante en jefe del Ejército, Óscar Izurieta, quien señaló que la institución castrense esperaría que -de no haber cambios en su situación procesal- La Moneda rindiera honores correspondientes a un ex Presidente de la República al general (R) Augusto Pinochet al momento de su muerte.

“No me parece apropiado estar discutiendo este tema. Creo que no es un tema de debate”, afirmó Blanlot antes de reunirse con la ministra secretaria general de la Presidencia, Paulina Veloso, ayer en la tarde en La Moneda.

Las afirmaciones de la ministra se produjeron pocas horas después de que Izurieta señalara -en entrevista con Chilevisión- que el Ejército rendirá a Pinochet todos los honores que la Ordenanza del Ejército dispone para un ex comandante en jefe.

En la entrevista, el jefe castrense expresó su esperanza de que el Gobierno rinda al renunciado senador vitalicio honores correspondientes a Jefe de Estado. En todo caso, Izurieta precisó que una condición sine qua non del anhelo de la institución es que Pinochet no haya sido condenado en los procesos en su contra. A su juicio, sin fallo ejecutoriado se debe presumir la inocencia de Pinochet. El ex gobernante está encausado por violaciones de derechos humanos y el escándalo de Banco Riggs.

Blanlot recordó ayer que “existen normas protocolares que tienen que ver con este tipo de situaciones y en el momento que algo así se produzca, se tendrán que considerar esas normas y considerar en general la percepción de Chile respecto a lo que está ocurriendo. La Presidenta tomará la decisión de qué es lo que se hace”.

Blanlot ayer llamó a Izurieta para hacerle presente el malestar que causaron en el Gobierno sus palabras, aunque ello no significó -precisó la ministra- “un llamado de atención”.

“No hubo un llamado de atención. Hubo una conversación (en la que señalé), solamente que no me parece que sea un tema adecuado para debatirlo o para que se convierta en un tema de debate nacional”, explicó en La Moneda. Las declaraciones de Izurieta causaron malestar en el Gobierno. Fuentes de palacio interpretaron que el comandante en jefe emitió una opinión que linda en lo político.

Si bien la institución puede definir el procedimiento que seguirá a la muerte de Pinochet en su calidad de ex comandante en jefe, no debe inmiscuirse en una resolución que es privativa de la Presidenta. Aunque el procedimiento para el fallecimiento de ex autoridades, incluyendo presidentes, nacionales y extranjeras, se encuentra definido por el protocolo de la Cancillería, éste se puede modificar y además no es obligatorio, sino que constituye una línea generales de acción.

En este contexto, agregan, si Pinochet fallece durante la administración Bachelet, se prevé que no habrá funeral de Estado ni se le rendirían honores como ex Presidente, toda vez que este cargo no lo obtuvo por elección popular.

En palacio existe conciencia que el día en que Pinochet fallezca, el mundo seguirá con atención lo que haga el Gobierno y rendir honores de ex Jefe de Estado sería validarlo como ex Presidente, algo impensable tras la lucha que en contra de su régimen dio la Concertación. La Moneda -añaden las fuentes- enviaría obviamente un representante al funeral, posiblemente quien esté a cargo de Defensa.

ACLARACIÓN

La línea de La Moneda, en todo caso, ya ha sido fijada por Bachelet. Durante su campaña expresó que rendir honores a Pinochet “violenta la conciencia de los chilenos. Rendir honores a una persona que ha estado involucrada no sólo en temas de derechos humanos, sino incluso en temas de uso de dineros fiscales”.

Agregó que cada persona “puede tener un funeral digno y respetable, pero desde el punto de vista de ceremonias oficiales, francamente, a mí me violentaría mucho hacer una cosa de esa naturaleza y mi percepción es que el reglamento no dice eso”.

Por ello ayer algunas fuentes indicaron que lo de Izurieta podría haber sido un testo sobre si la posición de la Jefa de Estado se ha modificado.

En este ámbito, el ministro portavoz, Ricardo Lagos Weber, expresó ayer que “desde el punto de vista político, creo que hay un juicio bastante acabado respecto de la figura del general Pinochet en la sociedad chilena en su conjunto y creo que de manera bastante transversal”.LN



Militar afirma que cumplirá con la ordenanza

A pesar del malestar gubernamental, en el Ejército existía tranquilidad tras las palabras del comandante en jefe del Ejército, Óscar Izurieta, pues -explicaron- el jefe castrense sólo se había referido al procedimiento que seguiría la institución a la muerte del general (R) Augusto Pinochet. Tras entregar a su homólogo boliviano, general Freddy Bersatti, una réplica de la espada de Bernardo O’Higgins, distinción dada a las visitas ilustres del Ejército, Izurieta señaló que a la muerte de Pinochet su institución cumplirá con la ordenanza definida para este tipo de situaciones.

“Quiero ser muy enfático: dije taxativamente ayer (miércoles) que el Ejército iba a cumplir la ordenanza de la institución, que eran las atribuciones que la institución tiene”, explicó. A renglón seguido advirtió: “Las atribuciones que son privativas del Gobierno, de todo aquello que vaya sobre las atribuciones del Ejército, las resolverán las autoridades en el momento que corresponde”.

El reglamento de la institución establece que para la muerte de ex comandantes en jefe o generales debe haber un destacamento de honor compuesto por una compañía de 90 hombres con estandarte y banda instrumental. Además, los honores deben rendirse sólo en el cementerio. El féretro debe ir cubierto con la bandera nacional y sobre ella el uniforme del militar fallecido.

Las escuetas declaraciones del general se produjeron luego de la conversación que sostuvo con la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot, en la que se le representó el malestar gubernamental por lo que se consideró una intromisión en materias políticas.

Este es el primer impasse de Izurieta con la administración de Michelle Bachelet desde que asumió la jefatura del Ejército, el 10 de marzo de 2006. Asimismo, se transformó en la primera tensión entre La Moneda y las Fuerzas Armadas, lo que -en fuentes gubernamentales- no deja de llamar la atención considerando que Bachelet fue ex ministra de Defensa y que todos los actuales comandantes en jefe conocen la línea que en estas materias desarrolla la Jefa de Estado.

“RESISTENCIA”

Un homenaje y reconocimiento a quienes estuvieron en la “resistencia” en contra del régimen de Augusto Pinochet realizó ayer un grupo de diputados en el Congreso Nacional. Se trató de un almuerzo al cual llegaron los ex MIR y ex FPMR César Bunster, Gonzalo Rovira, Andrés Pascal Allende y Patricia Zalaquett. Ellos fueron invitados por los diputados Marco Enríquez-Ominami y Clemira Pacheco, ambos del PS, y se adhirieron el PPD René Alinco y el radical Alejandro Sule.

Enríquez-Ominami explicó que se trató de un ejercicio soberano que tienen los parlamentarios se “hacer homenaje y reconocimiento en un edificio que es público, que a nuestro juicio hay que hacerlo más honesto y transparente respecto de su historia más reciente y más emotiva y combativa que es la historia de la dictadura”.

Señaló además que con motivo del aniversario del MIR, que fue el l5 de agosto, a través de esta reunión se quiso generar un hecho político en un edificio donde “se paseó el señor Augusto Pinochet, Rodolfo Stange, y una cantidad de ex militares que han sido parte de la historia más horrorosa que recuerde Chile. La historia más vergonzosa que recuerda América Latina”. Agregó que lo que se pretendió con el encuentro fue “reconocer a grandes resistentes en la historia de Chile un status distinto”.

 

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