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Adiós, general

Adiós, general

Cómo enfrentará el mundo de la cultura la muerte de Pinochet?
Adiós, general

Algunos imaginan que por fin se abrirán las grandes alamedas. Otros desean que se transforme en un ser inmortal, para que nunca “descanse en paz”. Sin duda, la extinción física del ex dictador marcará a fuego la historia de este país. Un documental, un blog y ediciones especiales se preparan para el día. Pato Fernández, Hermógenes Pérez de Arce e Ignacio Agüero hablan del material que preparan para el inexorable final.

La Nacion Domingo

Por Catalina Castro Aste

Los extras de noticia golpean con furia. La información recorre todos los rincones del planeta. El aeropuerto Arturo Merino Benítez se satura con el arribo de corresponsales extranjeros y cada chileno mastica el hecho con el corazón bombeando recuerdos. Hermógenes Pérez de Arce mirará en silencio la ciudad tras su ventana. El director del “The Clinic” revisará una y mil veces el editorial que tantas veces ha escrito en sus neuronas y un equipo de 30 camarógrafos-directores recorrerá la ciudad en busca de la lágrima y la risa.

¿Qué hará usted, lector, cuando muera Pinochet?

Hace algunos años, el documentalista Ignacio Agüero –autor de destacados trabajos, como “No olvidar” y “Cien niños esperando un tren”, y director de la mítica franja televisiva del “No”– invitó a sus amigos del medio audiovisual a embarcarse en una nueva locura: filmar una película el día que muera Augusto Pinochet. Evento que incluso se atrevió a marcar en el calendario del año 2003, el día 11 de septiembre, fecha a la que llegó simplemente porque le “tincó”.

Pero se equivocó y hoy, con 90 años, el general (R) sigue vivo. Con una salud bastante deteriorada y un desprestigio que jamás imaginó, pero vivo al fin. Sin embargo, la invitación de Agüero sigue en pie, así como también otras acciones artísticas que sólo se materializarán cuando Pinochet deje de respirar. Mientras algunos artistas coordinan el trabajo de sus equipos, para ese histórico día, su acérrimo defensor Hermógenes Pérez de Arce asegura que, siguiendo los pasos de su madre –Avelina Ugarte–, Pinochet vivirá 100 años.

FÉRETRO TIRADO POR CABALLOS

“Hace seis años visualicé una escena que sería la imagen central de mi documental: la ciudad dividida en dos campos, separados por el ataúd de Pinochet, pero hoy tras el escándalo del Riggs eso no va a pasar. Me imagino que será un funeral muy corto, se va a morir y en poco rato va a estar en la tumba. Esa imagen del féretro tirado por caballos no va a ocurrir”, afirma pensativo Ignacio Agüero. Pero el cambio de escenario no lo desalienta, sólo modifica el lugar hacia donde apuntará sus cámaras.

Con tono amable explica que los 30 camarógrafos-directores que ya aceptaron su invitación “van a enfocar hacia el otro lado, hacia las reacciones del pueblo y las emociones más profundas que genere la desaparición de una imagen tan potente como la de un dictador”. Un trabajo que comenzará el día en que muera “el más chileno de los chilenos, el que cree que se las sabe todas, el pillín que roba, pero lo hace mal, porque después de robar va él mismo a cobrar los cheques; el que hace todo al estilo de Condorito”, califica. Que Pepo lo perdone.

Durante una semana, sin coordinaciones de ningún tipo, el numeroso equipo tomará sus filmadoras y saldrá a “grabar lo que quieran grabar, lo que pase en las calles, en los barrios. Por ejemplo, uno de ellos se irá de inmediato a la casa de su papá, porque sabe que para él será demasiado importante”. No habrá llamados telefónicos, ni instrucciones del director; cada uno tendrá la libertad de registrar lo que le parezca atractivo. Sólo tendrán que obedecer al instructivo que Agüero ya repartió y que tiene sólo dos indicaciones claras: prohibido morir antes de Pinochet, y no olvidar tener siempre cargadas las baterías de las cámaras.

Un proyecto que, en forma tentativa, tituló “Pinochet ha muerto. ¿Ha muerto Pinochet?”, y que podría tardar algunos años más en llegar a la pantalla grande, ya que, según el vidente que el mismísimo Agüero consultó, “Pinochet morirá tras las rejas y de muerte natural”.

DRÁCULA Y PORCEL

El cineasta y ex militante del MIR Andrés Racz (“Dulce patria”, “Tendida mirando las estrellas”), también considera que el sepelio será menos pomposo que lo proyectado hace algunos años, y asegura que “el Gobierno no hará nada y los milicos tendrán que hacerlo de manera estrictamente personal, porque después de todo, Pinochet está procesado judicialmente”. Aunque advierte que las clásicas pergoleras, “que nunca han hecho distinciones, le tirarán flores como a cualquier figura”.

Él, en cambio, no hará “ni fotos, ni películas, ni obras escritas; a lo más, una referencia al pasar, porque le he dedicado demasiado tiempo de mi vida a ese sujeto”, afirma. Además, cree que si el cine quisiera retratar al déspota, tendría que construir “un personaje entre Drácula y el gordo Porcel, y aún no nace un guionista que maneje esa complejidad”.

Una visión que contrasta con la del columnista de “El Mercurio” Hermógenes Pérez de Arce, quien sigue defendiendo a pies juntillas al vapuleado dictador. “Nosotros iremos al funeral, es lo mínimo que podemos hacer; en lo personal, algunos medios me han pedido que escriba sobre su persona, y por supuesto que lo haré. Pienso escribir la verdad, como lo he hecho siempre, pero creo que mis escritos serán una gota en un mar”, confiesa con tono reflexivo y molesto por el lavado cerebral que, según él, ha impulsado la izquierda y que ha desvirtuado la imagen de su gurú.

PINGAJO HUMANO

Las plumas de “The Clinic”, la publicación quincenal que nació precisamente cuando el ex general fue detenido en Londres, no han parado de bosquejar la portada que publicarán el “día D”. Aunque su director, Patricio Fernández, asegura que “la gran condena de Pinochet ha sido seguir vivo, y eso ha tenido como resultado que su muerte vaya importando cada vez menos”. Sin embargo, confiesa que llevan bastante tiempo trabajando en un número especial, pero que a diferencia de lo que muchos piensan, todavía no está escrito el editorial. “Con él nunca se sabe, puede quedar convertido en un zurullo tirado arriba de unos cojines, pero un zurullo que todavía late. Mal por él”.

Fernández cree que será un día más reflexivo y con menos fervor de lo esperado, porque “no hay nada que festejar con la muerte de un tipo que está en el estado de Pinochet, un pingajo humano, un tipo que ha perdido todo el respeto, que le ha terminado heredando a su familia un apellido manchado”, califica el ícono de la prensa no tradicional.

ARCHIVO VIRTUAL

Pero no todas las iniciativas relacionadas con la muerte del dictador tienen que ver con actores sociales reconocidos. También hay espacio para esos reporteros anónimos o simples ciudadanos que quieran ser parte de aquel momento histórico. Y ese espacio, como era de esperarse, está en Internet.

Un grupo de artistas visuales, encabezados por Nicolás Grum, subieron a la red el blog eldiaquemuriopinochet.blogspot.com, donde esperan recopilar todo tipo de registros de aquella jornada. Y lo hicieron en una fecha simbólica, el día 25 de noviembre de 2005, cuando Pinochet cumplió 90 años.

“Cuando vimos a un grupo de viejas cantándole cumpleaños feliz a Pinochet, dijimos no puede pasar un día más”, confiesa el licenciado en artes de la Universidad Católica, explicando que el proyecto “no tiene ningún límite de formato y abarca desde fotografías y videos a recortes de prensa, capturas de señal de radio y televisión o cualquier otro dispositivo imaginable y pertinente”.

NUNCA

Información que esperan compilar en un libro o un video, o idealmente en los dos. “Nuestra idea es entregar las ganancias a alguna institución que tenga relación con el tema, como los familiares de detenidos desaparecidos”, explica mientras da rienda suelta a su imaginación, y tal como si tuviera en sus manos una bola de cristal, cuenta cómo vislumbra ese día: “Lo veo como un feriado espontáneo, creo que va a ser un día menos tenso que lo que pensamos, va a ser bien alegre y festivo; la gente saldrá a la calle, pero junto con ser un día de alivio para muchos, también será el día en que quede de manifiesto que a Pinochet nunca se le juzgó, nunca fue a la cárcel y nunca pagó por sus crímenes”.

En el blog, las opiniones son diversas y hay algunos cibernautas que, indignados, los han calificado de satánicos “por estar esperando la muerte de alguien”, o los tratan de “pendejos estúpidos e ignorantes”, porque ese día “todos los chilenos bien nacidos y patriotas realmente estarán de luto y con una gran pena por la pérdida de un verdadero héroe nacional, que libró a nuestra patria en su momento de ser arrollada por el comunismo cubano”. Opiniones que a Grum no le sorprenden, ya que responden a que Pinochet, a pesar de que muchos le han dado vuelta la espalda, no está solo. Pero sí se toma su tiempo para aclarar que, al contrario de lo que sus detractores piensen, el comité editorial del blog no le desea la muerte al dictador. “El ideal sería que Pinochet no muriera nunca, que no pudiera descansar, que estuviera siempre vivo”, declara con plena convicción. La misma seguridad con la que Pérez de Arce afirma que “esos trabajos podrán llenar páginas los días posteriores al funeral, pero en algunos años más, cuando los historiadores recojan esta etapa, darán una visión más objetiva y todo lo demás será accidental”. Al tiempo que vuelve a mirar la lluvia tras la ventana, se despide con la misma seriedad con la que, sin duda, encabezará la fila de los deudos y le dará el último adiós a su general. LCD

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