Blogia
Centros Chilenos en el Exterior

Discurso de despedida del Presidente Ricardo Lagos (www.lanacion.cl)

Discurso de despedida del Presidente Ricardo Lagos (www.lanacion.cl)  
Viernes 10 de marzo de 2006 
 
Texto completo del discurso de despedida de Lagos
www.lanacion.cl   
 
Chilenas y chilenos:
 
Mañana dejaré de ejercer la Presidencia de la República. Entregaré la banda presidencial a quien ustedes han elegido para conducir los destinos del país por los próximos cuatro años. Esta transmisión del mando tendrá un significado muy particular, tendré el orgullo, por primera vez en nuestra historia, de entregar la banda presidencial a una mujer, a Michelle Bachelet. Ella es un signo de los tiempos, de un país que se ha movido hacia nuevos desafíos, una sociedad que ha cambiado profundamente para mejor, hacia la libertad, el pluralismo, la igualdad.
Estoy profundamente convencido de que bajo su mandato, Chile consolidará y alcanzará nuevas conquistas para el beneficio de todos los chilenos.
Dejo la Presidencia de la República con la serenidad de un demócrata, con la conciencia de que entregué lo mejor de mí, sin descanso, para cumplir las metas que propuse a mis conciudadanos.
Durante estos seis años, el país tuvo que superar muchas pruebas, sobrepasar dificultades, enfrentar tormentas y aprovechar oportunidades para finalmente obtener resultados positivos. En casi todos los ámbitos de la vida nacional se respira hoy un aire de optimismo.
Enfrentamos con firmeza una crisis económica internacional, tiempos políticos turbulentos en el mundo. Lo hicimos con éxito. Apoyado en los avances de los gobiernos de Patricio Aylwin, de Eduardo Frei, que me precedieron, Chile afianzó su solidez republicana, democrática. Las relaciones correctas entre civiles y militares que hoy tenemos, el rescate de nuestra memoria histórica, el empeño en la verdad y la justicia, todo lo cual fue plasmado, finalmente, en una Constitución democrática, de la cual todos podemos reconocernos.
Dimos pasos decisivos en la reforma de la Salud, la lucha contra la pobreza, en elevar la dignidad del trabajo, expandir las oportunidades de educación, hacer más amplias nuestras libertades, generar condiciones para un renacer de nuestra vida cultural, que la vemos en todas partes.
Dijimos que trabajaríamos por un Chile mejor y más justo. Creo que el Chile de hoy es otro: un Chile mejor, más grande y más justo. Esta percepción es la que he sentido a lo largo de Chile, al finalizar la jornada. Una nación es una identidad entrañable, pero también es un proyecto que se perfecciona, se renueva permanentemente.
Gobernar, lo he dicho muchas veces, es tener una visión del futuro de la historia de la patria, gobernar es tener una idea de país, un proyecto que se nutre y se hace carne con el contacto cotidiano de la gente.
Esta idea de país, este proyecto se constituye para el gobernante en un norte, en un horizonte nítido para tomar las decisiones adecuadas que permitan enfrentar dificultades, que ayude a avanzar con más claridad.
Tenemos una idea de Chile y de su historia, de su futuro. La he compartido con ustedes, y juntos, todos juntos, le hemos dado vida.
Hemos recorrido gran parte del camino, pero queda tanto por hacer, tantos problemas por resolver. No podemos abordarlos todos, si no se creaban las bases económicas, materiales, morales, sociales y políticas que hoy existen. Gran parte de esa tarea la emprenderá, con seguro éxito, el nuevo gobierno.
Quiero hoy, en este último mensaje, agradecer a quienes me acompañaron en la tarea de gobierno, a ministros y subsecretarios, intendentes, gobernadores. Todos ellos ayudaron a construir y mejorar nuestra República. Quiero agradecer a la coalición de partidos que me apoyó y a la oposición, que también jugó un papel democrático con altura de miras, quiero agradecer a las fuerzas del trabajo y del emprendimiento, a las fuerzas de la defensa y la cultura. Es el conjunto de esta madurez democrática el mayor patrimonio para que Chile siga avanzando.
Al despedirme de este contacto cotidiano, que he procurado mantener con todos los chilenos y chilenas, quisiera agradecer, con profunda emoción, el apoyo, el cariño que he sentido de parte de todos ustedes, en todos los momentos, particularmente cuando las dificultades eran mayores. Pero mi tarea, mi acción como gobernante, estuvo siempre dedicada a los rostros, a las manos de millones de compatriotas, sus nombres, sus esperanzas, sus angustias, sus alegrías. Ese fue el norte de mi gobierno.
Les agradezco de corazón ese apoyo y ese cariño que me han entregado, que me prodigan y que, por cierto, es recíproco. Ese es tal vez el mayor logro, lo que vamos a atesorar, porque a eso es lo que puede aspirar un Presidente, el que ustedes estén en sintonía con el Presidente.
Quiero también agradecer a mi familia, que me ha dado la fortaleza y el ánimo íntimo que todos necesitamos, que debió incluso enfrentar momentos amargos e injustos, generados por formas de hacer política, que afortunadamente no han prevalecido en nuestra patria.
Como todos ustedes, en estos seis años pasamos penas y alegrías, perdimos seres queridos, otros llegaron a la vida. Ha sido para mí un honor inmenso contar con la confianza de ustedes para ocupar este cargo. Es un honor inmenso pasar a ser desde mañana, un ciudadano más de este Chile que tanto amamos, democrático, pujante, libre.
Vine a servir, he procurado con todo mi empeño, y gracias a todos ustedes, ese empeño ha dado frutos. Cuidemos lo que hemos logrado, apoyemos a la nueva Presidenta de la República y sigamos avanzando, guiados, por encima de todo, por nuestro inmenso amor a Chile.
Libre y limpio será el mañana; grande será el futuro.
Por ustedes, con ustedes, buenas noches y hasta siempre.

0 comentarios