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Gabriela Mistral A 60 años del Premio Nóbel

Gabriela Mistral A 60 años del Premio Nóbel Este año, nuestro país y el mundo literario celebran los 60 años transcurridos, desde aquella mañana del 15 de noviembre de 1945, cuando una humilde chilena de nacimiento, era proclamada ganadora del Premio Nóbel. 
Lucila Godoy Alcayaga, más conocida como Gabriela Mistral, recibía el primer Nóbel para las letras chilenas y latinoamericanas, pero no había obtenido aún, a sus 56 años, el Premio Nacional de Literatura. Un mes después, el 10 de diciembre, la escritora nacida en el valle del Elqui, tomaba el galardón de manos del Rey Gustavo de Suecia. Se  convertía en la primera mujer chilena y latinoamericana en obtener ese importante reconocimiento. En su propia tierra tuvieron que pasar, largos 6 años para disfrutar del Premio Nacional de Literatura. Una explicación al país que, las autoridades de ese entonces, guardaron en secreto.
Gabriela fue una mujer de esfuerzo. Nació en Vicuña, al interior de la IV Región. De su padre heredó el amor por las letras, además del verde de sus ojos. A través de las sabías palabras de su madre aprendió a conocer el mundo duro, hostil y rural que la rodeaba. Su vida estuvo marcada por episodios tristes e incomprendidos. Tenía tres años cuando su padre abandonó a la familia.
Su madre, sencilla pero de gran sabiduría, supo que debía sacrificarse y la envía a Vicuña a terminar su enseñanza básica. Curiosamente, la directora del establecimiento le diagnostica “retraso mental” y no pierde la oportunidad para humillarla ante sus compañeros. Años más tarde sufriría la pérdida de su sobrino “Yin-Yin”, a quien quería como un verdadero hijo, hecho que sin duda marcaría un antes y un después en su vida.
Estas primeras tristezas hicieron que  se refugiara en la lectura de manera autodidacta, sin pensar que los libros serían la llave que le daría el reconocimiento mundial. Sus primeros pasos, en el ámbito laboral, los canaliza hacia la docencia, ámbito en el que se destaca desde un comienzo. Luego de aprobar el examen en la Escuela Normal de Santiago es nombrada profesora primaria en Barrancas.
En 1914, el mundo de las letras la conoce tras ganar los Juegos Florales de Santiago con sus “Sonetos de la Muerte”. Desde ahí en adelante, firma todas sus obras como Gabriela Mistral, seudónimo que la haría conocida en el mundo entero. No existe claridad respecto al origen del nombre adoptado por ella, sólo se sabe que lo tomó del poeta italiano Gabriel D’ Annunzio, al cual admiraba profundamente.
Quien conoció a la poetiza se cautivó por el misterio que la rodeaba,  al cual ella sacaba partido. Poco se sabe de su vida amorosa. Sólo se conoce un furtivo amor de juventud.  En su obra “Desolación”, escrita en 1922, refleja a través de sus versos su carácter evasivo, que no logran adentrarse en su vida personal, pero no por esto se niega su gran capacidad romántica, imaginativa y religiosa.

Embajadora de la Cultura

Gabriela Mistral viajó por diversos países como Cónsul particular de libre elección bajo el gobierno de Arturo Alessandri,  cargo que se le asignó de  manera vitalicia en 1935. A ello se suma una nutrida participación en medios escritos entre los que destacan “El Mercurio” de Santiago, “El Tiempo” de Bogotá, “El Universal” de Caracas  y “El Ilustrado” de Puerto Rico.
Estuvo en Buenos Aires, México y Europa, pero sin duda, uno de los hechos que la retrata con gran admiración fue el impacto que causó en ella  la Guerra Civil Española. Razón por la cual destinó todos los fondos recaudados por su publicación “Tala”, en 1938, en favor de los niños  y víctimas de este doloroso evento histórico.

Reivindica a la mujer

Sin duda, una de las motivaciones que más destaca en la vida de esta erudita de las letras es su preocupación por la mujer. En esos años, la mujer comenzaba a salir del anonimato en la sociedad patriarcal chilena. Aún no obtenía el derecho a voto, pero la lucha comenzaba y la imagen de Gabriela Mistral fue un gran aporte a las aspiraciones de mayor igualdad frente a los hombres.
Hoy, a 48 años de su muerte, y a 60 años del Nóbel, su imagen y trayectoria se recuerdan en todo el mundo. Las comunidades chilenas no han querido estar ausentes y han organizado actos, porque muchas de ellas llevan su nombre. Embajadas, consulados y entidades culturales de varios países programan y le rinden homenaje. Un ejemplo de ello son las actividades que se realizan en distintas localidades de Argentina, y las que se preparan para diciembre sobre su vida y obra, además de festivales de poesía en su honor.
Antes de fallecer, Gabriela pidió a su albacea Doris Dana que los restos de su hijo adoptivo Juan Miguel Godoy fuesen enterrados junto a ella. Este último anhelo será realidad, el próximo mes de octubre, cuando el Presidente Lagos al regreso de su visita a Brasil reciba en la ciudad de Petrópolis los restos de “Yin-Yin” para traerlos en el avión presidencial hasta Santiago. Posteriormente, serán depositados en la tumba de Gabriela en Montegrande.

2 comentarios

vete a la verga -

Hola buenos dias su informacion me parece de la verga son unos hijos de su puta madre si quieren publicar una informacion publiquenla bien si pendejos de mierda nadamas me hicieron hacer un coraje mueranse Pd:son unos pendejos vale verga putos de mierda

lina -

te kiero conocer